PREMIOS ARQUERO DE PLATA 2019. RELATO DE UNA NOCHE DE PRIMAVERA.

Primavera en Madrid, nervios entre bambalinas, trajes de noche, libros que se van colocando sobre el escenario, micrófonos que lanzan estridentes acoples, focos que ciegan a quienes operan sobre las tablas. Poco a poco todo va estando a punto, aunque el tiempo apremia y ya hay personas esperando en la puerta del salón de actos del Centro Nicolás Salmerón de Chamartín. Las agujas de un reloj amenazador aceleran sus latidos y los de los corazones que aún siguen ultimando material y ensayos sobre un escenario repleto de gente que corre de un lado a otro. No hay tiempo para más y el ujier del centro hace señas nerviosas, desde la puerta, instándonos a comenzar el acto; son muchos los que se agolpan en las puertas del imponente salón de actos y el tiempo no da para más.

Desde la sala de proyección, la técnico nos lanza un chorro de luz con el símbolo del arquero. Él también parece tener prisa por salir a recibir a autores y acompañantes que, ahora sí, comienzan a entrar ocupando los sillones con las etiquetas de sus nombres. El escenario ha quedado desierto y algunas sobras se ocultan entre bambalinas. Las luces de la sala parpadean y una música envolvente amansa los murmullos que van perdiendo intensidad hasta desaparecer por completo. Ahora, solo un foco ilumina el atril tras cuyo micrófono una mujer de altivo porte se dispone a pronunciar las primeras palabras de la noche ante una sala en la que no cabe un alfiler. La suerte está echada para los organizadores pero aún no sobre los escritores que han venido en busca del ansiado galardón. Somos muchos, pero antes de que Leticia pronuncie la primera palabra no se oye una mosca.

 

Fueron muchas y de muchos autores las anécdotas que la presentadora relató a lo largo de sucesivas intervenciones que precedían a la entrega de los premios a los distintos géneros. El público asistente, autores y familiares, amigos y amantes de los libros de todo Madrid pasó un rato estupendo y, más allá de asistir a una entrega de galardones editoriales, parecía estar en el teatro disfrutando de una obra perfectamente montada con multitud de protagonistas.

Mientras Leticia hacía mutis por el foro, la pantalla gigante del salón de actos se iluminó mostrándonos un vídeo corporativo de Editorial Adarve donde se recogen escenas de la actividad cotidiana en el seno de la editorial. El director de series de televisión Javier Pulido, responsable de la realización de este vídeo, demostró haber sido capaz de recoger el ambiente de trabajo en una editorial tan tradicional como Adarve y lo plasmó en hermosas imágenes, muy artísticas, que ahora también podrán verse en la página de inicio de esta web.

La primera persona encargada de entregar un premio en la noche fue la jefa de edición de Editorial Adarve, Rosalía de Santos. En su breve alocución se refirió a la labor de producción editorial como aquella en la que el libro se dispone de la mejor manera para que acceda al público lector de forma que le resulte agradable y se encuentre impoluto en cuanto a ortografía, tipografía y maquetación. Un breve resumen sobre el día a día del trabajo del departamento que dirige y que, es posible, no sea lo suficientemente conocido por autores y público en general. Un departamento crucial que distingue el trabajo editorial tradicional del de aquellas empresas que se dedican a la sola autoedición de libros. El destinatario del Premio Arquero de Plata a la mejor novela de ficción fue, finalmente, José Redondo López con su obra Cartas desde Berlín.

Andrea Fernández, responsable del departamento de corrección de Editorial Adarve, puso en apuros, en la siguiente entrega, a todos los asistentes al realizar un test basado en las palabras del castellano que más dudas general según la RAE: los términos «guión» y «truhán» provocaron no pocos comentarios por lo confuso de su ortografía, capaz de confundir al escritor más osado. Todo ello contribuyó, sin duda alguna, a distender un ambiente estupendo que se transparentaba en todas y cada una de las sonrisas provenientes del patio de butacas. Más tarde, la propia Andrea convocó al estrado a Paz López, ganadora el Premio Arquero de Plata de novela LGBTI con Batalla blanca. Feliz porque, según sus propias palabras, «reconocía el valor de la obra del otro nominado, Alina, Semblanza de una aberración, de Fernando García Siles» y no se esperaba el premio.

El siguiente galardón estaba por llegar y Leticia, nuestra presentadora, pidió a Alejandra Toloza que hiciera los honores. Alejandra, responsable de promoción literaria de Editorial Adarve, nos ilustró con algunos ejemplos de autores hoy muy conocidos que tuvieron que sortear numerosas dificultades antes, siquiera, de ver sus obras publicadas. Bukowski o Jack London fueron citados como paradigma de escritores que se lo debieron todo a su persistencia a la hora de escribir en unos momentos en que los editores, como sucede ahora, estaban muy cerrados a lanzar nuevas obras al mercado. Después de estas breves palabras, seguidas con la máxima atención por todos los asistentes, Alejandra leyó el nombre del ganador del Premio Arquero de Plata de Ficción y Fantasía, El túnel de las esferas de Jesús Almenar Carcavilla, que subió al escenario emocionado y feliz, dedicando el premio a sus seres más queridos con entrañables palabras y mostrando toda su gratitud por haberlo recibido.

Luis Folgado de Torres, editor general del Grupo Editorial Caudal, al que pertenece Editorial Adarve, era el encargado de entregar el Premio Arquero de Plata de ficción histórica. Sin embargo, la presencia en el acto del escritor Francisco Núñez Roldán, flamante acreedor del Premio Hispania de novela histórica que convoca anualmente Ediciones Áltera, de este mismo grupo editorial, llevó al editor a ceder dicha entrega en el veterano escritor sevillano. Núñez subió al escenario e hizo los honores, interviniendo con su humor sutil al ironizar sobre las pretensiones del Presidente de México. Después, Jesús García Albi, autor de El hípster en la corte del Emperador, subió al estrado para recoger tan merecido premio. Emocionado, pronunció unas palabras de agradecimiento y una breve dedicatoria del premio a sus seres más queridos.

Leticia vuelve a la carga para presentarnos a Carlos Salem, conocido escritor de poesía y novela negra y unos de los descubridores de talento más reputados de España y Argentina, que será el encargado de entregar el premio a la mejor obra de poesía perteneciente a la Colección Verso y Color, una de las joyas de la corona de Editorial Adarve. Tras unas palabras, siempre distintas y siempre oportunas, Carlos hizo subir al atril a Acoyani, poetisa del momento, que recogió el premio en nombre de Alejandro Merino, quien finalmente no pudo acudir al evento desde Polonia, país en el que reside. La obra acreedora de tal merecimiento fue Cada muerte el fin del mundo.

La poesía mancha es la apuesta editorial del Grupo Caudal por la poesía joven. Carlos Salem es el responsable de dicho sello editorial y quiso regalarnos, tras la entrega del Premio Arquero al mejor libro de poesía, una muestra de poesía de ahora para lo que invitó a varios poetas de esta joven editorial a que subieran al escenario para ofrecer una breve muestra de sus versos. Largos aplausos demostraron, nuevamente, que el género más difícil sigue vivo y que nuevos poetas con talento renuevan la poesía en español que, aunque nueva en su fórmula, se mantiene con los mismos parámetros de fuerza expresiva. Un éxito la intervención de Acoyani, Vittal y Sofía Morante, capaces de interpretar poesía más que de recitarla.

Tras este refrescante interdictu, nuevamente Leticia nos encandiló con su infinito anecdotario de situaciones literarias de autores de siempre. Todo ello antes de presentar a la siguiente invitada, en este caso Pilar Lozano, responsable de autores de Editorial Adarve quien, salvados los momentos iniciales de nervios, nos habló de su trabajo en la editorial asegurando ser la más feliz cuando llegan las cajas con libros nuevos y que ella misma se lo hace saber a los autores enviándoles fotos con los flamantes ejemplares. Tras estas breves palabras, cariñosas y entrañables, Pilar pronunció el nombre de Anselmo Matilla Santos, acreedor del Premio Arquero de Plata de no ficción por su obra Manual de Historia de la Filosofía. Anselmo, muy emocionado y en un alarde de humildad, nos regaló un socrático «solo sé que no sé nada» y, en alusión al alzacuellos de sacerdote que lucía, mencionó la expresión «código de barras» para describirlo, lo que desató la hilaridad de un público cálido y complaciente en todo momento y muy especialmente en las postrimerías del evento.

Adrián Santos a la guitarra y Raúl Bernabé salieron al escenario sin apenas solución de continuidad y nos relajaron interpretando algunos temas musicales muy del gusto del respetable, que aplaudió su intervención en numerosas ocasiones. Todo ello contribuyó, sin duda, a ambientar un acto que estaba alcanzando su zenit.

De nuevo, Leticia, nuestra presentadora, cedió el turno de palabra al editor, Luis Folgado quien destacó lo especial de la mención que estaba a punto de entregarse para finalizar el acto. Se trataba de ensalzar la labor que lleva a cabo la Fundación Quinta en favor de las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA). También de María Vega, autora del libro Superhéroes Literales, que Editorial Adarve publicó en 2018 bajo los auspicios de la Fundación Quinta y que, sin lugar a dudas, ha contribuido a la formación de personas con este síndrome. Juan Carlos Montes, responsable de coordinar a los lectores profesionales de la editorial, fue el encargado de hacer la entrega de esta mención tan especial. Previamente, disertó acerca de la labor de un lector profesional de textos y los criterios de valoración que debe tener presentes. Ni que decir tiene que los autores presentes siguieron con la máxima atención todo cuanto Juan Carlos nos refirió sobre su cometido y que ponía de manifiesto toda una vida dedicada a la lectura valorativa de obras literarias, algunas de las cuales ya había sido acreedores de galardones.  Joaquín Turina, en nombre de la Fundación, y María Vega agradecieron la concesión y tuvieron palabras emocionadas para los allí congregados que aplaudieron muy especialmente sus intervenciones.

A juzgar de todos los presentes, la ceremonia resultó muy lucida por las acertadas intervenciones de los ponentes y los frecuentes cambios que agilizaron una jornada donde editorial, autores y público estuvieron siempre en comunión y armonía.

Llegó el momento, sin duda, más entrañable de la noche. Nominados y premiados subían al escenario para posar ante los fotógrafos, los primeros luciendo su flamante placa y los nominados tras su enorme diploma acreditativo de su buen hacer. El instante se prolongó porque fueron muchos quienes quisieron hacerse una foto con los premiados y el personal de Editorial Adarve, solícito en todo momento a los requerimientos de cuantos nos acompañaron en una velada tan especial.

Sesión de fotos, saludos, abrazos, aplausos… ahora solo quedaba relajarnos y brindar por los ganadores. Lo hicimos en el restaurante Órale, muy cerca de allí. En un entorno mexicano, el fabuloso chef de este establecimiento tan emblemático del madrileño barrio de Chamartín nos agasajó con infinidad de bocados bien escogidos de la gastronomía mexicana y dispuso las mejores bebidas con las que brindar por los ganadores y por toda una velada de éxito y emociones. Los autores tenían ahora la oportunidad de intercambiar pareceres y hablar sobre literatura y mucho más porque la noche se prolongó hasta que cada cuerpo pudo aguantar.

Desde Editorial Adarve queremos agradecer al Ayuntamiento de Madrid las facilidades que nos brindó para la celebración de este evento que resultó un éxito por muchos motivos, pero fundamentalmente por la calidad y calidez de las personas que tuvieron a bien llenar el salón de actos de la Biblioteca Pública Nicolás Salmerón; no se nos ocurre mejor escenario para un acto cultural, el de la entrega de los Premios Arquero, que tendrá lugar todos los años en este mismo entorno y con la misma ilusión.

En nombre de todo el equipo que forma Editorial Adarve:

G R A C I A S