Juan L. Hernández, autor del libro Anima Requiem. Editorial Adarve, 2021.
En un mundo, como es el de la creación literaria, es importante mantener dos cosas: la primera es la independencia. El panorama literario actual tiende cada vez más a la unificación editorial en grandes corporaciones, en su mayoría extensiones mercantiles de otro conglomerado de empresas. Que solo se editen los libros que se van a vender, que van a ser rentables financieramente, merma la capacidad creativa de los escritores y de sus ideas, encajonándolo todo en la gran vertiente del pensamiento único. Editoriales pequeñas e independientes como creo que es el caso de Adarve son más necesarias que nunca para que otras voces, no solo las destinadas a convertirse en best-sellers de consumo rápido, sean leídas y tenidas en cuenta.
Eso me lleva al segundo punto. Para que lo anterior se pueda cumplir es necesario dar voz a aquellos escritores que no son conocidos, que no viven de la literatura y les gustaría hacerlo (o no, que escriben porque les gusta y quieren ver sus ideas impresas y encuadernadas al lado de sus libros favoritos). Adarve es una lanzadera para esos nuevos escritores que no quieren que su manuscrito quede en un cajón. Hay muchos más libros que lectores, es un mundo difícil para hacerse un hueco, cualquier ayuda a los escritores noveles debería de ser bienvenida en cualquiera de los formatos que se ofrecen actualmente en el panorama editorial. Adarve, bajo mi punto de vista, cumple lo que ofrece.