Buenos Aires, 1987. Realiza diversos trabajos, viaja, vaguea. No tiene ningún papel que acredite educación alguna. Sus encuentros y desencuentros lo convierten en un autodidacta. Actualmente, trabaja como cocinero en un albergue de menores. La obra que aquí se presenta es su primera novela.

Portada del libro Los vasos sanguíneos. Editorial Adarve, publicar un libro

Vivo en Francia, tengo 37 anos, soy un inmigrante.

Nací y crecí en Almagro, un barrio con árboles y veredas anchas; de ahí son mis amigos y mis primeros amores. Después viaje; conocí la naturaleza, la simplicidad de ciertas formas de vida y aprendí que ser feliz depende de muy poco. No tengo título alguno y trabajo como cocinero.

Me gusta el fútbol y el ajedrez. El vino tinto, el cine y la literatura. El mar, el fuego, los bosques. Las charlas con los amigos y las siestas con mi novia. La marihuana. La música. La buena comida y el mate amargo.

El rasgo más sobresaliente de tu personalidad es la timidez, la capacidad de liderazgo, de trabajo, la capacidad de aventura… la sencillez, la arrogancia, el mal carácter, capacidad de reflexión, la confianza en lo que haces…

Soy una persona observadora y silenciosa. Lleno de contradicciones. Alguien sencillo y complejo. Capa de recorrer el mundo a dedo o de aislarme en una cabaña en el medio de un bosque durante meses.

Decidí ser escritor por la fascinación por la frase y la palabra. El tomar conciencia de lo que un párrafo o una estrofa pueden suscitar. Captar que en ciertas páginas se puede encontrar una multiplicidad de mundos divergentes y profundos. Y querer habitarlos. Y crearlos.

Yo empecé a escribir por Cortázar, por el Gabo, por Hemingway. Después me fui encontrando con tantos otros: desde Carlos Busqued a Virginie Despentes. Creo que en todos ellos he encontrado el deslumbramiento por la verba así también como por la vida.

Los detectives salvajes es la obra que creo que revolucionó todo lo conocido y atravesó las fronteras; de las ideas y de la literatura misma.

Mi estilo literario es la novela negra, ficción, poesía, thriller…  La novela que he escrito se encuentra entre el realismo sucio y la ficción trash, aunque no se si este género existe. Creo que es porque en ella pasa de todo; de la psicología a la política; de los diálogos de borrachos y drogados a la filosofía.

Una cita de un autor que me gusta es: Para todos, todo. Nada, para nosotros del E. Z. L. N.

Actualmente me encuentro trabajando en otra novela. Creo que esta vez va ir por el lado del amor y sus reflujos. De las maneras de estar en pareja, esas relaciones de a dos tan llenas de meandros luminosos y oscuros vericuetos.

Mi manera de entender el mundo es que este se encuentra plagado de divisiones. Tanto económicas como identitarias. Todo lo cual nos lleva a alejarnos mas y mas entre nosotros; hacia el otro como hacia sí mismo como hacia la naturaleza. Un mundo regido por el paradigma dinero y su antecesor dios. Ambos dictando sus dogmas desde las pantallas de la virtualidad, haciéndonos creer que es por nuestro bien.

Creo que habría que ir hacia la vida. Y que cada cual pueda realizarse espiritual, física y mentalmente. Sin ricos ni pobres. Sin patrones, ni gurúes, ni propietarios. Un mundo donde todos decidamos, donde la justicia y el bienestar de todos los integrantes de la sociedad sea el valor más importante.

Mis proyectos más inmediatos son viajar, estar y ser con las personas que amo y que me aman; leer, escribir, bailar y andar al atardecer por los caminos de tierra.

 

 

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