Educador de profesión y guionista investigador en la serie televisiva La cultura popular (Premio Monseñor Pellín al mejor programa de televisión del año en 1990), ha sido acreedor a diferentes premios y distinciones como dramaturgo y publicado las obras Directo al corazón (2022), El fondo del barranco (2019), La factoría (2011), Un Viejo Marqués (1990), El país del olvido recordado (1988) y Un hombre en la madrugada (1983). Además, ha incursionado en otros géneros como en el ensayo con Arte popular y artesanía (1997), La esclavitud en el contexto agropecuario colonial (1993) o Trapiche y esclavitud (2022), así como en narrativa histórica con el libro de relatos titulado Ocoyta y otros cuentos (2019).

ISBN: 979-13-87612-82-5
ISBN digital: 979-13-87612-83-2
Depósito legal: M-7128-2025
Número de páginas: 484
Formato: 150×230
Autor: Miguel Ángel Ortega Machín
Sinopsis:
A mediados del siglo XVII, un pícaro fraile, tras un violento y desafortunado lance, pierde su barco en Ámsterdam y se une a otro aventurero. Sin proponérselo, nos llevan a descubrir un denso y activo entramado de relaciones comerciales, familiares y de otra naturaleza entre comunidades de judeoconversos y marranos españoles y portugueses, que pivota principalmente entre Canarias, Londres y la capital de los Países Bajos, con ramificaciones en otras ciudades de Europa y América. Persecuciones y procesos inquisitoriales tienen lugar a ambas orillas del imperio español sobre numerosos personajes vinculados directa o indirectamente con esta trama de sefardíes que hábilmente consigue, bajo el gobierno de Cromwell, que se restablezca la comunidad judía en Londres. Mientras, el tunante fraile y su amigo se embarcan hacia el Nuevo Mundo para probar fortuna… ¿la encontrarán?
Género: Novela histórica
Háblanos un poco de ti
Soy en esencia o por definición un educador, de formación, que ejerció brevemente el ejercicio de la docencia, pues una serie de circunstancias me llevaron a apostar por otras experiencias, como lo fue la televisión en la cual trabajé como investigador-guionista para una serie documental, La Cultura Popular durante casi 10 años y eso a la vez me hizo retomar una experiencia vivida con un grupo de teatro universitario y comencé a escribir, primero teatro con la fortuna de obtener varios premios y me dije, parece que no se me da tan mal, y seguí con la dramaturgia hasta el presente. Paralelamente, la investigación me llevó a vincularme a instituciones dedicadas al estudio y animación de las culturas populares y comencé a escribir artículos y ensayos y emprendí una carrera en la gerencia cultural, truncada con el ascenso del chavismo y posiciones sectarias/autoritarias que éste adoptó que me llevó a renunciar al cargo de jefe del área de investigación de la Dirección Nacional de Artesanías y emprender una aventura como autónomo trabajando y asesorando a diversas organizaciones de desarrollo social, hasta que nuevamente desde el poder quisieron controlarlas y asfixiarlas, por lo que decidí trasladarme a Canarias, concretamente en La Palma, la tierra de mis padres y con la que siempre estuve ligado y desde hace más de 20 años me desempeño en el ámbito de los recursos humanos que me ha conferido la suficiente estabilidad para continuar escribiendo, sumando de hace unos años para acá también la narrativa. Me siento cómodo leyendo y escribiendo en lo distintos géneros (teatro, ensayo y narrativa), pero como lector me decanto por la poesía.
¿Qué podremos encontrar entre las páginas de Reconciliados?
En Reconciliados quienes se adentren en sus páginas se podrán encontrar con el resultado de unos cuantos años de investigación acerca judeoconversa en las Canarias y, en general, en Hispanoamérica, que comencé cuando me planteé escribir una obra de teatro acerca de la intolerancia, y en concreto de la intolerancia ejercida desde las instituciones del Estado, y tomé como modelo la Inquisición, y como sujetos víctimas de la misma a la población sefardí que primero sufrió la expulsión del reino de España (1492) y posteriormente de Portugal (1496), desde donde algunos individuos y familias enteras, obligados a convertirse al cristianismo, se trasladaron a las distintas islas y tuve la fortuna de dar con un caso de un grupo familiar que se estableció en La Palma en 1505 y que en 1526 fueron los protagonistas de los primeros autos de fe en los que fueron relajados (quemados en la hoguera) por practicar el criptojudaismo. Esta resistencia de mantener en la clandestinidad de sus hogares su identidad cultural-religiosa, me atrajo en tal medida que continué investigando hasta dar con una historia protagonizada por un conjunto de criptojudíos sefardíes (portugueses y españoles) vinculados con canarias a través de un tejido de relaciones familiares y comerciales a lo largo del siglo XVII con ramificaciones en Ámsterdam, México, Caracas, Londres… que, a la postre, confluyeron durante el mandato de Cromwell para contribuir al reasentamiento de los judíos en Londres, de donde habían sido expulsados casi cuatro siglos antes, en 1290.
¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?
Por un lado, se reconstruye la vida de un personaje real, fray Juan Afonso de Armas, un cura originario de Tenerife, que nos sirve de columna vertebral para hilar la historia de un pícaro de pacotilla que trató de beneficiarse de su condición de religioso, incluso, haciéndose pasar por judeoconverso lo que lo llevó a quedarse varado en Ámsterdam, epicentro de una serie de acciones comerciales y políticas protagonizadas por diversos sujetos del mundo sefardí, huidos de España y Portugal, conversos que ya fuera del alcance del Santo Oficio, van recuperando su identidad religiosa. No obstante, muchos de ellos son víctimas de la inquisición, cuya maquinaria se mantiene alerta y activa para reprimir cualquier manifestación de criptojudaismo dentro del territorio español, bien sea en las Canarias, en México o en Caracas.
Así, pues, asistimos a un complejo entramado de persecuciones y procesos inquisitoriales y, por otro lado y como respuesta a la represión, vemos cómo se despliega una serie de estrategias de supervivencia y resistencia desarrollada por un puñado de personajes sefardíes, entre los que destacan, Antonio Fernández Carvajal, el rabino Menasseh Ben Israel, David Abarbanel Dormido, Antonio Robles… que participan en las intrigas políticas que 1655 y 1659, durante gobierno de Oliver Cromwell, permitieron crear un espacio de libertad y tolerancia en Londres para todos los judíos.
A todos estas, todas las aventuras que emprenden el pícaro de fray Juan Afonso y su colega, Bartolomé López (hasta probaron hacer teatro en Ámsterdam), fracasan y retoman el sueño de viajar a Las Indias en busca de fortuna.
¿Qué quieres transmitir a través de este libro?
Lo que realmente me gustaría que quienes lean Reconciliados puedan apreciar, es la enorme capacidad de resistencia y dignidad de la que han tenido que hacer gala los sefardíes expulsados de sus tierras originarias y que tuvieron que rehacer sus vidas en su condición de anusim, es decir, los que fueron forzados a renegar del judaísmo contra su voluntad, pero que lo siguieron practicando aun en las circunstancias más adversas, demostrando así su resiliencia como seres humanos. En contraste, también me gustaría que se pueda considerar el enorme sinsentido que representó la institución del Santo Oficio, no solamente por el sufrimiento que causó a tantas personas, obviamente no únicamente judíos, sino también porque solamente sirvió para excluir torpemente a una parte sustancial de la población del territorio español y portugués que aportó de saber y quehacer a otras naciones, privándonos nosotros de ese capital humano.
El título mismo de la novela entraña un doble sentido, por un lado hace referencia a un tipo de castigo o sentencia del Santo Oficio aplicado a la mayoría de los personajes, la reconciliación también significa ese acto por medio del cual se restablece un orden para superar la ruptura interna de los sefardíes con su fe y restablecer las relaciones con su comunidad y la sociedad en general.
¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde la primera publicación hasta esta última?
Lo primero que me publicaron fue teatro y esta obra, Reconciliados, en principio también estaba destinada a ser una obra teatral, pero tenía tanto material que fue adquiriendo o clamando por otra forma, por la forma de una novela. Creo que, a lo largo de mi experiencia como escritor, algo que he aprendido de una manera u otra, es a ser flexible y estar atento a la forma que va adquiriendo los materiales de la investigación previa, que a veces puede derivar hacia la narrativa o la dramaturgia o el ensayo, incluso, hacia géneros híbridos, todos absolutamente válidos.
¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?
Leo varios libros a la vez, pero hablaré de El ángel de piedra de Margaret Laurence, que no lo elegí yo, sigo que me llegó a través de una amiga y, en tal sentido, diría que el libro me eligió a mí para ofrecerme una exquisita experiencia literaria narrada en primera persona por una anciana en sus últimos días de vida y cómo va reconstruyendo su experiencia de 90 años en los que el dolor y las pérdidas son asumidas con una absoluta dignidad. Dotar de una voz tan potente y vita a esa anciana es una de las mayores virtudes de esta novela de Margaret Laurence.
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
Siempre uno está cociendo algún nuevo proyecto. Uno sería la revisión de otra novela que antecede a Reconciliados y tiene que ver con lo que comenté antes acerca de la familia de criptojudíos que ese estableció en La Palma y que fue de las primeras víctimas de la inquisición en Canarias, se titula Humo y ceniza, que espero se pueda publicar en los próximos tiempos. El otro proyecto es una obra teatral acerca de Walter Benjamin y su relación amorosa con la directora de teatro letona Asja Lacis y con Berthold Brecht. Está en fase de documentación, aunque bastante avanzada. Otra cosa es cuando toque ponerme a escribir, Mientras tanto, voy disfrutando de la lectura de la obra de Benjamin y lo que se ha escrito sobre el filósofo alemán.