Hijo de exiliados vascos de la Guerra Civil, vuelve a Euskadi de niño y reside desde entonces en San Sebastián. Pedagogo de formación y doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación, dedica su vida laboral a la enseñanza; primero ejerciendo de maestro en Educación Primaria en Idiazabal y Lasarte y más tarde como profesor de la Universidad Pública del País Vasco, en la que ocupa varios cargos académicos. Autor de diversos artículos y colaboraciones en revistas y manuales universitarios, es esta novela su primera incursión en el mundo literario.

HÁBLANOS UN POCO DE TI
Soy un profesor jubilado, casado, con dos hijos y un nieto, que descubrió la escritura de forma tardía y debido a una infausta causalidad -más que a la casualidad- como fue la tragedia de pandemia. A ella me agarré como a un clavo ardiendo tratando de sobrevivir al miedo y a la incertidumbre. Pero lo que empezó siendo una terapia contra el tedio y la inquietud, pronto se transformó en una fuente de energía para vivir un tiempo -ya en período ordinario- de paulatino retiro de aquellas otras actividades que en otra época ocuparon su lugar, como los deportes, la vida social asociada al trabajo, etc. “Cuadrando el Círculo” nace en ese momento y puede decirse que es el resultado de ese proceso que lenta y silenciosamente se ha ido apoderando de mí.


¿QUÉ PODEMOS ENCONTRAR ENTRE LAS PÁGINAS DE “CUADRANDO EL CÍRCULO”?
Son varias historias de personajes corrientes que viven su realidad desde claves diferentes y donde dos actos violentos, junto a una falsa acusación de robo, serán las razones de que sus vidas se entrecrucen en medio de una actuación policial que precisará la intervención coral de todos ellos.


¿EN QUÉ INGREDIENTE RESIDE LA FUERZA DE ESTE LIBRO?
Yo diría que en la variedad de los personajes y su aparente lejanía de situaciones delictivas. Quizá también en la metodología de afrontarlas.


¿QUÉ QUIERES TRANSMITIR A TRAVÉS DE ESTE LIBRO?
No existe en principio la voluntad de transmitir nada. Sin embargo, me doy cuenta que a medida que avanza parece querer hacerlo. Valores como la lealtad, la justicia o la igualdad; sentidos y vividos desde realidades, edades y situaciones laborales distintas, pudieran querer dibujar, finalmente, una verdad diferente. Pero no hay una intención por mi parte, sino que han podido ir definiéndolos los propios personajes.

¿CÓMO DEFINIRÍAS TU TRAYECTORIA CÓMO ESCRITOR DESDE LA PRIMERA PUBLICACIÓN HASTA ESTA ÚLTIMA?
No existe tal trayectoria. No soy escritor. Soy solo un neófito y, además, bisoño en estas lides. Este es mi primer y, de momento, único trabajo, aunque debo decir que el hecho de haber vivido momentos tan diferentes a lo largo de la elaboración del texto, hace que bien pudiera hablarse de una trayectoria. Desde el primer borrador hasta el momento de la publicación he tenido que ir aprendiendo de quienes saben de esto, por ejemplo, de las reglas orto tipográficas en la que nunca había reparado como lector, pero en las que gente avezada como es Luis Folgado, el editor del libro, repara mientras lee, y a quien debió -con razón- hacerle daño a la vista. .

¿CUÁL ES EL ÚLTIMO LIBRO QUE LEÍSTE?
El último lo acabo de dejar a medias porque no me lograba enganchar, pese a que le he dado hasta ciento y pico páginas de margen para que lo hiciera. Por tanto, casi el doble de lo que normalmente suelo conceder. Sé que puede sonar un tanto altanero y que probablemente sea un error hacerlo porque es cierto que a muchas historias les cuesta arrancar. En este caso, además, se trataba de un conocido autor francés del que no quiero dar datos, porque sonaría petulante por mi parte y porque -como decía mi madre- se dice el pecado pero no el pecador. Antes de ese leí, en cambio, una delicia de libro titulado Todo el azul del cielo de una -para mí- desconocida autora, también francesa, llamada Mélissa da Costa. Un texto, en mi humilde opinión, realmente conmovedor y bien escrito que me recomendó Santi, de la librería Donosti de mi ciudad, en quien me encomiendo cuando no sé qué elegir para leer y que diría que nunca se equivoca.

Y AHORA QUÉ, ¿ALGÚN NUEVO PROYECTO?
Pues sí, tengo avanzado un proyecto, pero ahora mismo está “en barbecho”, reposando, por razones espurias. Diría que han crecido en su seno -y alrededor de él- rastrojos que enturbian el camino y me impiden seguir avanzando. Debo resolverlo para que la historia no se vuelva contra sí misma.

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