Natural de Palma de Mallorca, es doctor en Derecho y un amante de la sabiduría y la certeza. Pertenece al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado y colabora como articulista en los diarios El Mundo, El Imparcial y La Ley.
Otras publicaciones del autor: https://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=71984

ISBN: 979-13-87814-52-6
ISBN digital: 979-13-87814-53-3
Depósito legal: M-13858-2025
Número de páginas: 418
Formato: 130×200
Autor: Juan Cardona Torres
Sinopsis: El ser humano siempre ha intentado encontrar respuestas ante los acontecimientos de la naturaleza y las cuestiones racionales, incluso sobre las que superan su propio conocimiento. Tales razonamientos empezaron a dar rienda suelta en su imaginación a la mitología, dando origen al antropomorfismo que atribuye cualidades y formas humanas a divinidades y supuestos seres o espíritus superiores al hombre, cuyas limitaciones de la propia razón no le permitían dar una respuesta racional y suficiente a las cuestiones que le transcienden. El hombre, en su finitud, se ha imaginado a dioses o un ser supremo infinito con los atributos humanos elevados a la máxima potencia. Según Jenófanes (S. VI a.C.), «si los bueyes o leones pudieran imaginar dioses los representarían bajo el aspecto de bueyes o leones, del mismo modo que los hombres crearon dioses a su imagen como producto de la imaginación humana». En definitiva, se observa que el ser humano ha usado su inteligencia para razonar sobre las cuestiones científicas o experimentales. También acerca de las ciencias lógicas y matemáticas, filosóficas y metafísicas e incluso las cuestiones transcendentales que superan los límites de la razón.
Género: Ensayo. Filosofía.
Háblanos un poco de ti
Soy natural de Palma de Mallorca y, como buen isleño del Mediterráneo, he pasado prácticamente mi vida en esta ciudad, salvo cuando hice el servicio militar en Madrid, que aproveché, al mismo tiempo, para presentarme a las oposiciones al Cuerpo de Administradores Civiles del Estado (entonces TAC), con la inmensa suerte que pude superar los dos acontecimientos. Casi todos mis compañeros se quedaron en Madrid, destinados en los Ministerios, donde tenían un porvenir con mejores condiciones de ascenso en la carrera profesional. Cuando les dije que me iba destinado a mi tierra natal, me dijeron que tenía más morriña que un gallego. Pero, lo cierto es que nunca me arrepentí de ello. En mi tierra, se vivía sin las tribulaciones de la capital y, entonces, todavía era considerada como la “Isla de la calma”, según la definió en su libro el pintor Santiago Rusiñol.
Tuve tiempo de trabajar y de dedicarme a mis aficiones intelectuales, llegando a publicar libros sobre temas relativos a mi profesión y a las materias de Derecho Público en sus distintas ramas. No obstante, llegó un momento en que me cansé de tener que poner al día las ediciones de mis publicaciones de Derecho; pues, cada vez que entraba un nuevo Gobierno a dirigir la Administración del Estado, cambiaban las normas y mis libros quedaban desfasados. Prometí, entonces, publicar un libro que tuviera un contenido y un carácter más permanente en el tiempo. De ahí que me propuse elaborar un libro que tratara de la filosofía a través de los distintos pensadores de la Historia, que por cierto siempre tuve in mente, llegando a conseguirlo a partir de la redacción que ya pude realizar tras muchos años de investigación en dicho tema, después de mi jubilación como funcionario público, con la tranquilidad que te da la libertad de tener el tiempo necesario para ello.
¿Qué podremos encontrar entre las páginas de El arte de filosofar?
Lo primero que aconsejaría, a la hora de proceder a la lectura del libro, es que empiece el lector por la introducción y, a continuación, por el epílogo, donde se expresan los motivos de la elaboración del libro y sus resultados. Después ya pueden proceder a la lectura por el mismo orden de los Títulos, desde los orígenes de la filosofía en Grecia hasta los autores de la Edad Contemporánea.
Además, deben tenerse en cuenta los comentarios críticos del autor sobre ciertos filósofos de carácter primordial, por su doctrina e influencia, tales como Kant, Hegel, Marx o Nietzsche, a los que he dedicado páginas de especial consideración por su importancia en la historia de la filosofía, como filósofos destacados.
¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?
Hay dos ingredientes a tener especialmente en cuenta en esta obra. Primero, se trata de un libro que, a la vez que sencillo porque se puede entender y captar su contenido tanto por gente más dedicada al tema específico como por quienes igualmente se introducen en el ámbito de la historia del pensamiento a través de sus principales agentes. Asimismo, al final se recogen una serie de conclusiones de tipo personal con los principales puntos derivados del estudio del pensamiento de todos los filósofos que se exponen en el libro con unas reflexiones propias del autor que definen las expectativas que se propuso al inicio de su trabajo.
¿Qué quieres transmitir a través de este libro?
Con este libro me gustaría transmitir la importancia que tiene el hombre como ser racional y social, que le diferencia de todos los demás seres vivos. Según uno de los científicos mencionados en el libro, biólogo y genetista, que dio una conferencia a la que asistí, manifestó que “el hombre no viene del mono, sino que el hombre es un mono”. A lo que tuve que inquirirle al respecto, pues, si bien los hombres tienen casi el 99% de la secuencia de ADN compartido con los chimpancés, en algún momento tuvo que superar su esencia de mono, exclusivamente animal, para convertirse en un mono pensante o ser racional, para poder, entre otras cosas, escribir libros y llegar a ser un científico; lo que los chimpancés, de momento, no pueden hacer.
Es importante, pues, defender la naturaleza propia del hombre, como ser pensante y con valores éticos que tiene capacidad para discernir entre el bien y el mal, el intelecto y el sentimiento; pues el hombre, además de la razón, tiene también un corazón que puede ir más allá de las meras ideas o experimentos científicos, creando un ambiente propicio para convivir en paz y con sentimiento de libertad. También el ser humano tiene, además de la inteligencia, unos sentimientos y valores que no pueden tener motu proprio las máquinas de inteligencia artificial.
¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde la primera publicación hasta esta última?
El primer libro que uno publica siempre resulta algo inenarrable, lleno de interés primordial y emoción especial, al ser la primera obra que uno ansía poder ver en las librerías con tu sello personal. Como ya he indicado al principio, los libros que he publicado con anterioridad al que ahora presento con el título de EL ARTE DE FILOSOFAR. BREVE HISTORIA DE LOS FILÓSOFOS, fueron libros escritos con un fin de perfeccionamiento personal en mi carrera profesional en el mundo del Derecho, así como de ayuda a todos los que se dedicaban a la profesión jurídica. En cambio, ahora con la presentación del libro sobre un tema tan distinto, como es el referido al conocimiento del ser humano en general, referido a lo que significa la palabra filosofía “amor por la sabiduría”, me ha recordado la frase de Kant que, si bien no soy un profesional que me haya dedicado por completo a la filosofía, sí he querido ser fiel a lo más importante del ser humano con lo que indicó dicho filósofo, para todos en general, “atrévete a pensar por ti mismo” (sapere aude).
¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?
El último libro que he leído es el titulado “Filosofía vulgar. La verdad de los refranes” del autor Andrés Amorós. Este libro me ha interesado mucho porque la filosofía, como amor por la sabiduría, no sólo nos viene dada por la doctrina de los pensadores individuales que han destacado en la historia, sino también del pueblo mismo, cuya sabiduría se refleja en los refranes populares que manifiestan el pensamiento y comportamiento social y las costumbres de las personas en convivencia. Ello me ha recordado los movimientos de la filosofía analítica del lenguaje, del estructuralismo, y de otras corrientes del posmodernismo, donde se reflejan las críticas de la sociedad en general.
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
Proyectos siempre los hay, mientras dura la existencia personal. En mi caso, ahora me toca un año sabático, por lo menos, pues el intelecto tiene que reiniciar. Mientras, el principal proyecto que tengo presente es dedicarme a mis nietos, que se merecen recuperar el tiempo que les he restado durante la elaboración del último libro cuya publicación ha hecho realidad la Editorial Adarve.