Abogado que se entregó a los libros y la literatura para así evolucionar del positivismo de la norma jurídica a la Filosofía del Derecho, de la materia misma, de la vida ya como escritor. Sus obras publicadas son: Derechos polémicos (Ed. El Profesional), Filosofía del Derecho (Ed. El Profesional), Filosofía de la materia (Ed. Arfo Editores), La maldición de Quintín Lame (Ed. Oveja Negra), El gamin de las nieves (Ed. Oveja Negra), Rodrigo Lara: caminos de gloria, rutas del infierno (Ed. Oveja Negra).

Soy residente de la ciudad de Neiva, una ciudad intermedia del departamento de huila, aquí en la República de Colombia. Es un lugar tropical, no solo por su clima, sino también por su gente, siempre amable y cercana. Tengo 78 años cumplidos y estoy casado.
Me gusta leer, escribir y compartir un café tinto con amigos y familia. Desde muy joven me aficioné a la literatura y filosofía, aunque siempre he sido un hombre de pocas palabras; al ser tranquilo y reservado encuentro los libros y en la calma de la conversación sencilla una forma especial de expresarme. Este gusto me llevó al interés por la evolución de la ciencia y por el conocimiento del individuo, tanto de sí mismo como dentro de la sociedad, así como su desarrollo histórico. Esto me llevó a escribir mi primera obra relacionada con el ejercicio del Derecho. Más adelante, las dificultades y conflictos de la vida me impulsaron a incursionar en la poesía, un espacio donde he podido expresar la sensibilidad presente en mi corazón y en mi ser.
Mis autores preferidos son Emmanuel Kant, Wilhelm Dilthey y así como el trabajo de Einstein. Este último no solo aportó grandes conocimientos a la ciencia, sino también se destacó por su esfuerzo en defender la razón y en buscar una explicación profunda de los fenómenos de la física.
Otro de los autores que admiro profundamente es Fiódor Dostoievski en especial por su obra Los hermanos Karamázov. En ella encuentra una riqueza única en la descripción psicológica de los personajes y sus interrogantes éticos, los cuales, de una u otra forma, siempre están presentes en el alma humana
«Lo único real es la vida», Wilhelm Dilthey
La constante reflexión sobre la experiencia humana me hace siempre poner en evidencia la expresión de Wilhelm Dilthey «Lo único real es la vida». En el conflicto ideológico entre materialistas e idealistas hay una tercera opción, que es la existencial.
Actualmente me encuentro trabajando en mi nueva obra filosófica, la cual titula Filosofía de la Materia III, trabajo en la cual se recurre a la historia maestra en la evolución de la sociedad humana, principio ensayo-error-incertidumbre-, para reconstruir valores éticos y una moral para educar y que sea guía de la conducta de los humanos como sociedad. Es el caso de la familia entre otros temas.
Para mí el mundo es una realidad existencial. Volvemos a Kant y la realidad transcendente. Nuestro espíritu es conciencia de esa realidad transcendente que traducimos y que, de alguna manera, llevamos en la sangre como información genética.
