Un día, al levantarse, se da cuenta de que la configuración de su realidad se encuentra distorsionada, le falta nitidez al día… y a su memoria; tiene dificultades para llamar por su nombre al mundo que la rodea. Echa la culpa a la mala noche, a lo que cenó, a los nervios. Mil disculpas tratando de argumentar sobre la extraña sensación que, poco a poco, la va introduciendo en un mundo carente de relieves, donde los colores y las ideas comienzan a desaparecer de su perspectiva. Cuando la confusa situación se repite a la mañana siguiente y la siguiente… y muchas mañanas siguientes, es cuando le saltan las alarmas y empieza a darse cuenta de que, posiblemente, está siendo cautiva de una enfermedad que no hace ruido, que no duele, pero que a su cerebro le genera una gran confusión. Es la historia de Penélope, una bella y apasionada mujer acostumbrada a vestir a ciertas horas del día solamente con la seda de su piel. Cuando comienza a sentirse prisionera de la enfermedad del olvido, antes de que el alzhéimer entre en su etapa más aguda y la deje sin historia, quiere rememorar todas las etapas de su vida.
Pascual Fernández Espín.
Natural de Bullas, Murcia, es colaborador habitual de los medios de comunicación en prensa, radio y televisión, con más de ochocientos artículos de actualidad e investigación en su dilatada trayectoria. La familia, sostén de su todo, la literatura y el deporte: trekking o senderismo, con el tiempo se han ido convirtiendo en el eje existencial de su día a día. Profesional de las telecomunicaciones, pronto se ve atrapado por la literatura, contando en su haber con diversas publicaciones. A saber: Salto lucero, En pastel ajeno, Testimonios de una tragedia, Con el otoño a cuestas, Bullerías, Tal y como lo escuché, Con el peso del recuerdo, Siega y viento, Ninguna noche es infinita o El grito de las caracolas.