Los cuatro primeros relatos dibujan un entorno poco retratado: el cinturón industrial de los pueblos del sur de Madrid durante el decenio de los 70-80, llegando incluso hasta principios de los 90, que acogieron a la emigración nacional con un desarraigo triste, doloroso y poco considerado, puesto que a la distancia geográfica se unieron unas condiciones laborales testimonio de un mundo obrero siempre castigado.
Hay un relato casi lírico, Polvo, por el ritmo perceptible y la temática; también un último relato, Los olmos se inclinan, que sería de madurez vital escéptica y desengañada.
Victoria Gutiérrez Valencia es extremeña, filóloga y profesora de instituto. Escribe por la necesidad de expresarse y por el deseo de retener a determinados personajes en su memoria, aunque estén muy alterados en estos relatos que han fluido con una fuerza casi independiente de la autora. Es esta su primera publicación y se espera que, en breve, se edite un poemario bajo el título de Luciérnaga. Ha trabajado también sobre comentarios literarios que quizá reúna e intente publicar algún día, así como una serie de microrrelatos. Agradece muchísimo la confianza que esta editorial ha depositado en ella.