Resido en Madrid, tengo 57 años y estoy soltera. Mi vida… Es parecida a una novela…. Sobre todo para los jóvenes lectores. Nací en Rumanía, a principios de la dictadura de Nicolae Ceausescu, país en el cual viví hasta la caída de su régimen. La obra “Las Fronteras de Júpiter”, de hecho, relata, en gran parte, la dura realidad de la época de la dictadura, vista a través de los ojos de una niña, adolescente… Estudiante universitaria… Una época de triste recuerdo, que recomiendo a los lectores interesados en la historia reciente de los países de la Europa del Este.
Desde 1992, emigré a España, país, en el cual vivo, en Madrid, donde, tras una dura trayectoria vital y profesional como inmigrante, me nacionalicé, y, actualmente, soy científica titular en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Estudié Geografía tanto en la Universidad de Iasi, Rumania, como el doctorado en la Universidad Complutense de Madrid, finalizado en 2000. Soy geógrafa, y considero que es una suerte trabajar para lo que te hayas preparado, en lo que te guste.
Aprovecho en este momento, para agradecer al Gobierno rumano, a la Embajada de Rumania en España, a la casa Real de España, al Instituto Cultural Rumano, por todos los reconocimientos, diplomas y distinciones, por mi trayectoria a lo largo del tiempo.
Aficiones: Me encanta investigar, realizar trabajo de campo y hablar con las personas. Admiro el carácter acogedor y amable de la gente española. Aunque mi trabajo está basado en la investigación cualitativa, al nivel personal lo considero una afición. Es lo que pasa cuando tienes pasión por lo que haces. También me gusta escribir literatura en clave realista y metafórica a la vez. Y leer.
Me encanta viajar escribiendo, por mundos conocidos y desconocidos… Respirar el aire del mar, que me envuelva con su brisa cálida. Echo mucho de menos al Mar Negro y a los Cárpatos rumanos. También volver a ver a mi familia… La que queda: mis hermanas, Simona y Anda, y mis dos sobrinos: Otilia y Mihnea. Siempre que nos encontramos, es una fiesta del alma. Esto ocurrió durante este verano. Y la despedida es tan dolorosa… No me gusta volver a casa y encontrarla vacía tras un viaje. Que nadie me espere nunca. Y que haya un sito vacío a mi lado, casi siempre… Por ello, se me pasa a veces por la cabeza irme a otro lugar. No sé si creado por mí, o buscado en el mapa. Busco el cambio, constantemente, sobre todo ahora. Y noto, cada vez con más intensidad, que el libro “Las Fronteras de Júpiter” representa un antes y un después en mi vida.
Rasgo más sobresaliente de tu personalidad: Nunca fui tímida, aunque lo parezca. Soy frágil, pero solo aparentemente. No me gusta que me copien.
Tengo capacidad de liderazgo, aunque esto conlleva un riesgo… el de que al final, lo hagas todo solo: preparar el proyecto, obtener el proyecto – en régimen extremadamente competitivo- , llevar a cabo todo el proyecto, publicar solo… porque las personas, cuando tienen la ilusión de que son investigadores/as, de un “equipo” más bien virtual que real, “suelen pasar” de ti, del proyecto… también es cierto. Y utilizarte, para su CV, muy a su pesar… Creo que debo empezar a poner límites. Como en todo…
Soy humilde. Y capaz. Soy sencilla, nada de arrogancia. Acepto las críticas con humildad. Aunque, cuando veo con el ojo libre la injusticia, “grito”. Aprendí esto en España, en mi eterna soledad. Que hay que defenderse para sobrevivir. Y también soy muy luchadora. Tranquila en mi trabajo. No molesto a nadie. Aunque los demás lo hagan en silencio. Un silencio cada vez más cómplice que se agudizó con el telón de fondo de la pandemia.
Cuéntanos por qué decidiste ser escritora: Siempre me gustó escribir. De niña, devoraba los libros de la gran literatura francesa, española, rusa…rumana… Luego, empecé con mis diarios, (que todavía guardo) de aquella época dorada de la adolescencia. Me motivó la lectura. En mi época, no había otro entretenimiento, también es cierto. Y buscaba refugio en los libros. Más tarde, como inmigrante, quise realizar en Madrid un doctorado en lenguas románicas, sobre el tiempo y el “mito del eterno retorno” en la obra de Mircea Eliade pero la legislación no me lo permitió, al no formar parte Rumania de la Unión Europea, por aquel entonces…. Escribí a lo largo de mi vida ocho libros. Siete científicos, sobre el movimiento humano a través de las fronteras y la geopolítica de la Europa del Este, y una novela. Esta novela… “Las fronteras de Júpiter” que completa mi obra científica.
Autores preferidos y por qué: Albert Camus es mi autor preferido, por su carácter luchador y rebelde. Como él, pienso que “… siempre tengo la sensación de haber nacido en alta mar amenazada en el corazón de una felicidad regia” (Albert Camus “El Verano”, 1953, p. 94).
También me encanta leer, volver a leer a Marco Aurelio y sus inmortales “Meditaciones”, a Antoine de Saint- Exúpery, sobre todo “Ciudadela”, a los poetas franceses Baudelaire y Rimbaud, al gran Proust… la inmensa literatura rusa…Tolstoi, Dostoievski… Y cómo no, a la gran literatura española: Lorca, Góngora… y la lista podría continuar… La obra “Mortal y rosa” de Francisco Umbral me emociona siempre que la vuelvo a leer, tal como me emociona la novela “Nada” de Carmen Laforet. Admiro también al poeta rumano Adrian Paunescu, que me recuerda a mi juventud y a mi país de nacimiento. Y, más recientemente, descubrí un narrador de memorias aquí en España, Manuel Rico, cuya obra empecé a leer. Y me fascina su estilo.
De todos ellos aprendí y sigo aprendiendo que la vida es un viaje, y que la meta está comprendida en el camino. Que el camino es, de hecho, lo único interesante. Que el “éxito” no existe, tal como no existe “la excelencia”, son solo efímeras sensaciones de vértigo y felicidad, pero que en realidad, lo que más satisface es el trabajo bien hecho, y lo que se deja atrás. Aunque no tengo hijos, -me hubiese encantado tener la experiencia- los libros siempre quedarán. Y creo que, humildemente, los escritores, en su soledad, desean contribuir a que la gente disfrute con sus obras. Es también mi deseo.
Tu obra favorita de otro autor: Son tantas obras… Sin embargo, considero que “En busca del tiempo perdido” de Marcel Proust es la que marca muy bien el camino de la memoria. Me ha gustado mucho el proceso de lectura de su obra en mi primera adolescencia, cuando forjé mi alma, que quedó, no en una taza de té con sabor a madalena, sino, en una triste bolsita de dulces que recibía de niña, una vez al año: por Navidad. Allí, en aquella bolsita transparente donde se vislumbran todavía los caramelos del color del arco-iris, está mi vida, mis más dulces recuerdos. Por ello amo a Proust, por enseñarme a valorar las cosas que parecían olvidadas en un rincón del corazón pero que perduran en el tiempo, como un amor perdido. A través de la escritura.
Tu obra favorita de las que has escrito: Como señalé, he escrito siete libros de investigación sobre geopolítica fronteriza y movimiento humano, y uno de literatura: “Las fronteras de Júpiter”, publicada por esta maravillosa editorial, “Adarve”, que apostó por el mismo. Esta es mi obra preferida. Tal vez, porque entre sus páginas están encerrados mis más íntimos pensamientos. Porque considero haber conseguido trasmitir al lector una época de dureza, en clave metafórica. Por mostrarme tal como soy. Y porque está obra – aunque muy bien estructurada, y con una trama definida – tiene infinitud de lecturas… geopolíticas, de inmigración, familiares, de (des)amor, de pasión, viajes, perdón, supervivencia, superación… Es una obra muy querida por mis dos hermanas, porque nos recordará siempre nuestra infancia durante la dictadura, y sobre todo, a nuestros queridos padres pasados ya en la sombra de la eternidad. Es una obra que siempre quise redactar para dedicarla a su memoria, y también a los inmigrantes rumanos en España que contribuyen tanto al desarrollo de este país, como al de Rumania. Y que la disfrutaran los lectores españoles y los lectores que leen en este hermoso idioma.
Tu estilo literario: Me encanta la novela de ficción contextualizada en alguna época histórica, pasada por el tamiz de la memoria… En clave metafórica. Crear personajes, dotarles de personalidad propia, pero situarles en un mundo ideado por mí, o conocido por mí… Trasmitir a través de su voz la realidad de mis pensamientos… Que lleguen al lector con fuerza. Que les penetren en el corazón.
Una cita de un autor que te guste: “El arte de vivir es más semejante a la lucha que a la danza, por el hecho de que hay que mantenerse inamovible y preparado para lo que nos pueda caer y nos sea desconocido.” (Marco Aurelio; “Meditaciones”, Alianza Editorial, 1996, p. 56).
Obra en la que te encuentras trabajando en la actualidad: Actualmente, recopilo información sobre la actual guerra de Ucrania, para poner al día la obra “La geopolítica de Rusia y Europa Oriental” (Síntesis, 2021). Pero pronto, volveré a la literatura, indagando en las fronteras del alma.
Algo sobre tu manera de entender este mundo: El mundo es un viaje. No llevamos nada con nosotros al irnos. Lo aprendí cuando perdí a mis padres, y, obviamente, a través de la literatura. De los estoicos. Por ello, aborrezco lo material. El “tener”. Prefiero pensar. Un mínimo confort me satisface. Siempre estoy presta a coger una maleta, que, de hecho la tengo preparada en la puerta… me cuesta encontrar un lugar. Aunque lleve 30 años afincada en Madrid, soy una ciudadana del mundo, de todas, y de ninguna parte. Soy una mujer de maleta.
Tus proyectos inmediatos: En lo literario… Redactar una obra ficticia sobre la geopolítica del alma. En lo personal, irme. Encontrar un lugar. O, tal vez encontrar el amor… Nunca es tarde.