Sergio Cerrada Berrendero. Madrid, 1992.Pasa su infancia en las costas valencianas y desde la adolescencia hasta día de hoy es residente de Yunquera de Henares, Guadalajara. Persona inquieta, de curiosidad insaciable, dedica gran parte de su tiempo al estudio y al desarrollo de diferentes habilidades artísticas. Con 28 años encuentra en la literatura el medio idóneo para volcar sus inquietudes, sus ideas retorcidas y una forma de expresión única donde unificar y construir relatos tan descabellados como él mismo. Estudiante de Psicología, plasma en sus escritos gran parte de su aprendizaje. La obra que aquí se presenta es su ópera prima.

Donde resides, tu edad, tus estado civil:

Resido en Yunquera de Henares, un pueblecito cerca de Guadalajara. Tengo 31 años, casi 32, y actualmente estoy soltero.

Reseña biográfica informal:

Nací en San Fernando, Madrid. Y a la pronta edad de dos años nos mudamos mi familia y yo a Xativa, en Valencia. Ahí paso mi infancia hasta que a los 15 años nos mudamos de nuevo a Guadalajara. De Xativa guardo recuerdos bonito, un par de amigos para toda la vida y los primeros amores.

Según salí de bachillerato hice el grado superior de telecomunicaciones. Sinceramente, me gustaba aquello pero no me terminaba de convencer. Había algo en el mundo de la informática que no era para mí. Años más tarde, ya con 28 años, y tras haber trabajado mucho en qué partes de mi eran innatas y cuales eran aprendidas, decidí empezar el grado de psicología en la UNED, el cual actualmente estoy por finalizar, para cara a un futuro dedicarme a la psicología clínica o forense, futuro aun por determinar.

Paradójicamente, llevo 12 años trabajando en las telecomunicaciones.

Respecto al mundo literario, siempre he sido un culo inquieto en cuanto al arte se refiere. Me gusta experimentar por mi propia mano todo cuanto pueda remover el alma. He tenido etapas en las que he probado con distiantas disciplinas, como retratista, tatuador, guionista y editor de cortos, he actuado en varias obras de treatro, todo a nivel de novel, evidentemente.

Pero con el arte de escribir fue distinto, puesto que se trataba más de un ámbito donde los limites únicamente estaban en lo que yo pudiera (o me atreviera) expresar. Además, la posibilidad de unificar distintas disciplinas e integrar conocimientos es algo que me apasiona. Pues la curiosidad me puede desde que tengo uso de memoria, y un enfoque multidisciplinar te permite ver el mundo de formas insospechadas.

Actualmente continuo estudiando, trabajando, dando un espacio a la escritura en la complejidad del día a día e intentando disfrutar de todos estos procesos tan laboriosos como reveladores.

Aficiones:

La escritura, por supuesto. Pero también adoro ir al cine, tanto a ver películas que conozco como a lanzarme al vacío con largometrajes verdaderamente desconocidos.

Adoro pasar una tarde con mis amigos jugando a juegos de mesa mientras charlamos con unas cervezas en mano. Salir a pasear por el campo y planificar cuando y cómo haremos el siguiente camino de Santiago.

Los juegos de lógica, acertijos, retos, absorben mi atención cual bebe que admira intentando entender.

También toco la guitarra desde que tengo 16 años, y recientemente he empezado a tontear con el piano, pero no tengo espacio en mi día a día para integrarlo en mi rutina.

Me gusta tontear con distintos idiomas, visitar ciudades con catedrales, y aprender de todo cuanto esté a mi alcance.

Rasgo más sobresaliente de tu personalidad:

Mi pensamiento crítico. Prácticamente analizo incluso sin querer todas aquellas verdades (y mentiras) que damos por hecho sin juicio previo. Tanto verdades internas como externas. Nunca me ha valido que las cosas sean así porque tengan que ser así, necesito entenderlo para poder creermelo. Este anhelo de poner prácticamente todo en duda me ha llevado en ocasiones a confrontaciones con amistades y conocidos, pero también a tener un punto de vista muy valorado por los mismos.

Cuéntanos por qué decidiste ser escritor:

No me aficioné a la lectura hasta los 26 años. Y a partir de ahí empecé a comer libros sin miramiento. Pero no me identificaba con nada de lo que leía, no daba con una novela que me removiera y me cautivara, asique decidí escribirla.

Al principio fueron diálogos tímidos, solo tenía unas pocas ideas que me gustaría reflejar, pero a través del tiempo y la constancia todo fue tomando forma. Cada locura que quería volcar en el libro fue tomando su lugar como un puzle que, casi sin darme cuenta, se completó solo.

Autores preferidos y por qué:

Patrick Ruthfuss y George R. R. Martin. De Martin adoro su capacidad para enrevesar, torcer y destruir historias y reinos. De Ruthfuss su genialidad para construir personajes tan cercanos como carismáticos.

En ambos casos, nunca puedo dejar de preguntarme si antes de empezar a escribir lo tienen todo ya pensado y construido, o si se va construyendo según avanzan las novelas. Ambas opciones me parecen muy admirables en sus casos.

Tu obra favorita de otro autor:

Nada, de Janne Teller. Es un libro impactante, yo diría que rozando el Nihilismo. Pero tiene un mensaje muy claro y profundo, y que la gran mayoría de los humanos preferimos ignorar: Nada es tan importante.

Tu obra favorita de las que has escrito:

Por ahora solo he escrito Mecánicas Dantescas, y sinceramente, estoy tan orgulloso de esta obra que me cuesta imaginar la posibilidad de escribir otras por las que esté igual o más orgulloso.

Tu estilo literario:

Diría, en este caso, que Mecánicas Dantescas es un thriller psicológico que acaba tornándose en ciencia ficción. Y creo que ese es mi género, la ciencia ficción con una carga psicológica importante.

Una cita de un autor que te guste:

Señor. ¿estaba usted mal antes de nacer?, Javier Urra.

Obra en la que te encuentras trabajando en la actualidad:

Estoy trabajando en la continuación de Mecánicas Dantescas y otra algo más autobiográfica, bastante compleja a mi parecer, El sentido de las cosas.

Algo sobre tu manera de entender este mundo:

La vida es un compendio de situaciones que no controlamos, la libertad es una ilusión pues estamos supeditados no solo a lo que suceda en el exterior de nuestro mundo interno, sino también a la configuración que nos gobierna, a esa parte genética y a todos esos aprendizajes que hemos ido adquiriendo a lo largo de la vida y se han integrado con nosotros, haciendo que interpretemos y reaccionemos al mundo de una forma concreta. Entender esto es crucial para poder vivir en el sentido más amplio, profundo y sincero de la palabra.

Tus proyectos inmediatos:

Acabar la carrera, el número 1. Estudiar y trabajar, a lo largo de los años, se va volviendo cada vez más duro.