Hace muy poco estuve viviendo en Quilpué, una pequeña y agradable ciudad de la Región de Valparaíso, pero actualmente vivo en Santiago por motivos de trabajo. Nací en esta última ciudad, pero nos mudamos a lo largo del país en varias ocasiones, lo que me permitió conocer tanto el norte como el sur de Chile. Fue mientras vivíamos en Cauquenes, una ciudad sureña perteneciente a la Región del Maule, que mi relación con la literatura comenzó. Mi papá, hombre de muchas lecturas, me regaló el primer tomo de El señor de los anillos, libro que motivó una creciente pasión por la literatura y por conocer nuevas obras y autores. Entonces era un adolescente de unos 12 o 13 años que miraba con recelo los libros, sin sospechar que serían, a futuro, compañeros indispensables de mi vida adulta.
Esa temprana afición por los libros me permitió conocer a muchos de los escritores “clásicos”, así como también comenzar a entender el poder oculto de las palabras. Pero no siempre fui un ávido lector y escritor de poesía: tuve que descubrirla de a poco. Los primeros poemas que me conmovieron los leí en una antología escolar donde se reunían voces de distintas épocas y lugares. Fue desde ese momento que mis intereses literarios se ampliaron hacia lo lírico y también hacia el territorio escarpado de la escritura. Por supuesto, los primeros poemas que escribí eran pésimos y, más allá del entusiasmo juvenil, carecían de mérito alguno. Y, sin embargo, ya había en el simple acto de escritura, en el registro de pensamientos y emociones, un efecto satisfactorio de búsqueda y canalización de experiencias vitales.
Crecer rodeado de libros e historias fue vivir acompañado de voces silenciosas que influyeron en, prácticamente, todas mis decisiones posteriores. Guiado por mi afición literaria estudié letras y cursé una maestría y un doctorado en literatura; actividades académicas que han complementado mis habilidades como lector y escritor, así como también mi vocación docente. Pues además de mi amor por la literatura y por la poesía en particular, siempre he sentido la necesidad de compartir ese sentimiento con otras personas, lo que, en gran medida, es posible en un aula con mentes jóvenes que descubren o profundizan en sus propias aficiones. Y aunque dedicarme plenamente a escribir poesía es mi objetivo, es decir, a poder vivir de mi oficio de escritor, sin duda que mi trabajo como docente ha sido una experiencia gratificante, en la que he podido transmitir una parte sustancial de mi entusiasmo obsesivo por las letras.
Todo lo anterior es una manera resumida de explicar mis ocupaciones actuales. Y es que, en paralelo a mis actividades docentes, dirijo la Revista Vórtice, publicación digital de poesía contemporánea que, poco a poco, ha ido creando una comunidad lectora que se identifica con la búsqueda de nuevas voces y con el trabajo concienzudo de escritura. A esto se suma la reciente creación de Vórtice Ediciones, un proyecto editorial que pretende difundir voces emergentes de poesía contemporánea en español y cuyo principio rector es la calidad en el trabajo de composición, por sobre cualquier moda o facilismo pasajero del mercado literario. Creo en mi escritura y en los proyectos que llevo a cabo, por lo que es justo decir que la poesía representa el centro gravitante de mi vida y el motor que me impulsa a trabajar para convertirme en el mejor escritor posible.
Aficiones: Además de la literatura, me apasiona la música, el cine y la pintura. También me encanta la vida al aire libre y las actividades deportivas de todo tipo. Disfruto de las caminatas, los paseos en bicicleta y en moto, así como los viajes y conocer nuevos lugares y personas; lo que creo, al menos desde mi experiencia, son actividades necesarias para el trabajo creativo.
Rasgo más sobresaliente de tu personalidad: La perseverancia.
Cuéntanos por qué decidiste ser escritor: Más que una decisión, diría que en mi caso se trata de la consecuencia de mi vínculo cercano, íntimo, con la poesía y la literatura en general. Desde muy joven comencé a admirar a escritores y escritoras capaces de contar historias alucinantes o de crear efectos conmovedores mediante el lenguaje, lo que a través de los años se tornó en la búsqueda personal de una voz y una obra propias, pero siempre inspiradas en mis referentes literarios.
Autores preferidos y por qué: Son bastantes, pero entre los nombres principales incluiría a Olga Orozco, Rosamel del Valle, Eduardo Anguita, Jorge Teillier y Gioconda Belli. Y, sin duda, tengo que incluir también a Allen Ginsberg, Emily Dickinson y Juan José Saer. Estos autores y autoras representan para mí, cada uno a su manera, la búsqueda auténtica por comunicar experiencias profundas de vida, emparentadas con la percepción detenida y minuciosa del mundo circundante y sus fenómenos. Son, además, desde mi punto de vista, referentes de la capacidad técnica de escritura, de la sensibilidad artística y de la experimentación formal y temática. El grado de influencia que han ejercido sobre mí es incalculable, pues en sus obras intuyo el mismo compromiso que siento por la literatura y la misma dedicación obstinada con que concibo la escritura creativa.
Tu obra favorita de otro autor: Aullido, de Allen Ginsberg. Porque me remeció en un momento de mi vida en que necesitaba encontrar formas de expresar profundos sentimientos de ira, tristeza, rabia y frustración. Ese poemario furioso y trágico de Ginsberg me impulsó a escribir Las arpas rotas, libro que me salvó de enloquecer en pleno estallido social en Chile, pero que también llevó mi escritura a un nivel que no sospechaba hasta entonces, todo por influencia directa de Aullido, a mi juicio el mejor poema del siglo XX.
Tu obra favorita de las que has escrito: Espejismos.
Tu estilo literario: El verso libre, los cantos declamatorios y la poesía neorromántica, son los estilos más marcados de mi obra. Y creo que también podría mencionar un dejo de surrealismo. Esto responde a mis gustos e intereses personales en la literatura, y en particular a las técnicas de escritura con las cuales me siento más identificado desde mis pulsiones sensibles como lector.
Una cita de un autor que te guste: “La historia del arte es la historia de sus obras maestras, no de sus intentos mediocres o fallidos.” (Ezra Pound)
Obra en la que te encuentras trabajando en la actualidad: Trabajo en un canto de estilo declamatorio de largo aliento, que se plantea como una crítica de la cosmovisión alienada de nuestra época a partir de sus fundamentalismos técnicos y de sus sistemas de pensamiento dogmático.
Tus proyectos inmediatos: En lo literario me encuentro promocionando Espejismos (2022), obra a la que quiero dar el mayor alcance posible y que pretendo sea leída en todo el mundo, pues su nivel así lo amerita. Y en lo personal estoy dedicado a mis lecturas, a mis proyectos editoriales y a mi trabajo como docente de lengua y literatura.
