Rodrigo Cárdenas

 

Fotografía de Águeda Cercas Peinado

Resido actualmente en Londres, viajé aquí hace cosa de unos 3 años y aunque he vuelto reiteradamente a la ciudad donde me crié (LEÓN) en España, pienso quedarme un tiempo más hasta que me vea con la necesidad de volver a viajar. A mis 24 años, tampoco creo que sea necesario darle importancia al sitio en el que resido, ojalá apresurarme a viajar más, eso me encantaría.

Aparte de muchas anécdotas bastante graciosas y bizarras que me han ocurrido a lo largo, mi vida realmente no es mucho más que simpleza y humildad. Fui criado con esa mentalidad. Nunca fui ni de cerca un buen estudiante, más bien he sido siempre el típico que los profesores apenas veían pisar el aula, no me siento cómodo memorizando los mismos textos que otras treinta personas, obligadamente, pero soy consciente de la necesidad y la importancia que se le tiene que dar. Todos necesitamos una base para facilitarnos el camino a construirnos. Crecí en vecindarios agradables con bastante gente a mi alrededor con la que he mantenido lazos hasta ahora. En cuanto a la literatura, me llegó la curiosidad un verano cualquiera alrededor de los dieciséis años, está claro que no sabemos que nos gusta leer hasta que no encontramos un libro o escritor que te envuelve y no paras de querer más. Comencé por azar del destino a leer a Bukowski por las noches esperando a que todos se durmieran para escaparme al centro de la ciudad. Pero sin darme cuenta creé un vínculo increíble con ese viejo. Me devoraba sus libros cada noche y al acabar me iba a los bares, a las calles, a la noche, creando mis historias. Mirando la vista atrás para mí era algo mágico. De resto, comencé a trabajar muy joven por el ansia de independencia. Y no mantuve los estudios muy acordes, hasta que los dejé sin acabar por apenas el último curso de bachiller. Pero desde ese verano, he mantenido mi vicio por la literatura, empapándome y buscando siempre el mismo sentimiento que encontré esas noches. He trabajado en el sector de hostelería desde mis inicios laborales, aunque he variado en demasiados campos, he aceptado trabajos ridículos con dieciocho años solo por viajar, y desde los veinte que vine a Londres me ha ido bien experimentando en diferentes campos de la hostelería. Me he especializado en hospitalidad, barista, cócteles, restaurante, he trabajado en varios sitios interesantes, como en la Torre de Londres, e incluso tuve la oportunidad que rechacé por falta de interés, de servir en una de las cenas anuales de la reina de Inglaterra. Pero sinceramente cada vez le tengo más ganas a vivir de las palabras y mejorar en todo lo posible solo porque me ciega la pasión de conseguir escribir hasta mi máximo nivel, ese es mi horizonte.

Aficiones: Me he sentido siempre bastante polifacético, era bastante bueno en los deportes, e incluso se me ofreció en varias situaciones la oportunidad de entrar en equipos que a saber qué hubiera pasado si lo hubiera mantenido. Pero nunca me gustó para nada la presión social en todo eso, elegía al final siempre la salida más fácil y placentera para mí, fiestas, amigos, rutinas simples…

Me gusta cocinar, el cine, la fotografía, la ciencia, la mitología, las ideologías… como digo, soy un poco esponja, mi curiosidad me hace querer conocer de todo aunque sea en pequeñas porciones. Pero he de decir, que aparte de la poesía mi mayor pasión es el arte en sí y la filosofía. Desde joven siempre me he visto inspirado por el arte y en mis comienzos siempre dibujé, y lo usé como mi primera expresión artística. Con el tiempo le fui perdiendo el interés pero alcancé el nivel justo para que la gente se interesara por mis cuadros. Me gustaba hacer retratos de escritores, y dada mi situación económica juvenil, los vendía a cambio de un paquete de tabaco y algunas cervezas. Eso me encantaba.

Rasgo más sobresaliente de tu personalidad: Soy un poco raro, en cuanto a mis gustos y mis actos. Pondré una situación como ejemplo para expresar mejor a lo que me refiero.

He llegado a encontrarme jugando a la videoconsola mientras escuchaba a Chopin, con un par de cervezas, que entre mi amigo a la habitación y diga respecto a la situación: «Viniendo de ti, ni si quiera es extraña esta imagen».

Se me da bastante bien la gente y las situaciones sociales en sí, creo que es por lo que yo denomino «empatía de entorno». En mi infancia y mi juventud fui bastante reprimido por el bullying social en cuanto a mi físico y mi origen. Pero con el tiempo se giró totalmente el torno. Y hoy en día mantengo una gran seguridad en mí mismo, y a veces caigo en la arrogancia por ello. Pero usar lo que en su día me causaba tanta inseguridad, me ha hecho ir aprendiendo a no juzgar a los demás y aparte hacer sentir cómodas a otras personas que se sientan identificadas. Todos podemos variar del defecto a la virtud o eso me gusta creer. Igualmente nunca he sido un santo, simplemente intento aprender de mis errores, y no volver a cometerlos, es a lo máximo que aspiro en cuanto a cualquier rasgo de mi personalidad.

Cuéntanos por qué decidiste ser escritor: Nunca decidí así sin más ser escritor. Había escrito pequeños poemas alguna vez e incluso algunos pensamientos en alguna libreta, pero jamás sentí ningún placer más allá que el de desahogo. Honestamente fue en una de mis peores épocas, donde todos en algún momento nos sentimos que el mundo entero está, más que poniéndonos pruebas, intentando acabar con nosotros. Estaba pasando por una profunda depresión, enfermedad que no se le da la suficiente importancia aunque hoy en día esté más presente que nunca. Todo parecía estar mal, me sentía en la soledad más plena que no le deseo a nadie. Pero por suerte del destino, seguía entusiasmado por la poesía. Me adentré en escritores que expresasen algo parecido a mi sentimiento. Y encontré un amplio campo, Poe, Whitman, Frost, Cortázar, Miguel Hernández… había tantos que entre eso, el blues y el alcohol, me encontraba en una situación de bohemia total. Y de repente comencé a escribir sin más, sin ningún conocimiento de que decir, expresándome simplemente por querer expresarme. Y cada día siguiente al levantarme, lo volvía a leer, y un sentimiento de orgullo y algo de saciedad me estaban alejando poco a poco de la depresión. El sentimiento de soledad cambió, y ya no me molestaba nada, empecé a realmente apreciarlo. Y tras ello, no he dejado de escribir en estos cuatro años.

Autores preferidos y por qué y tu obra favorita de otro autor: Entre mis autores favoritos, se encuentran dos en especial, Bukowski y Galeano. Su forma de escribir tan diferentes me recrean la misma sensación de gusto y placer. Pero en cuanto a mi influencia y a pesar de que todo el mundo me repite que soy un pequeño Bukowski por mi pasión por la decadencia y el malestar emocional, realmente pienso que solo ha sido eso mismo, pasión por la decadencia. Claramente mi escritura ha sido influenciada por ellos dos, pero hoy en día, ya he podido leer bastante entre una multitud de escritores de culto, que me gusta creer que me influencio un poco de cada libro que me impacta, como El túnel de Sábato, o El cerco de Lisboa de Saramago (el cual tuve que leerme dos veces, porque en el primer intento, no sabía ni dónde me metía), 1984 de Orwell, Orgullo y Prejuicio de Austen, etc. No soy muy original con mis apuestas. Pero tampoco me arrepiento. Cada escritor es una fuente de palabras y pensamientos de las que me gusta siempre sacar una mínima idea.

Tu estilo literario y obra en la que te encuentras trabajando en la actualidad: Aunque quisiera, todavía no sé en qué categoría posicionaría mi estilo, como cualquier escritor que se precie, quiero intentar locuras, y aprender de mis errores, soy un novato en todo esto. Aspiro bastante a enfocarme en la poesía, pero me gusta crear historias también, por lo que estoy intentando encontrar la forma de mezclar todos mis propósitos actualmente en una sola obra. Estoy en medio de una nueva obra, a la que quiero dar un enfoque de la fuerza de la mente, que me da un poco de miedo, no por las críticas, eso me da bastante igual, pero sí en el sentimiento crítico propio cuando lo acabe. Porque pienso que dependiendo de la búsqueda de las palabras exactas, busco una obra que cuando lo lea, ni si quiera yo sepa cómo lo he hecho. Me encanta usar el subconsciente un poco como guía, y en muchas ocasiones escribo sin saber ni siquiera el qué, pero luego repasándolo, creo que ni con el mayor uso de mi razón podría escribir algunas cosas. A lo mejor ese es mi futuro truco para un propio estilo. Quién sabe.

Una cita de un autor que te guste: No es realmente una cita, pero sí una frase que me causó un fuerte impacto. Proviene de una entrevista de Galeano, donde recita lo que un fan le dijo:

«Cuando leo lo que escribes pienso que tienes un ojo en el microscopio y otro en el telescopio».

Creo que esa es la meta de cualquier escritor.

Algo sobre tu manera de entender este mundo: Mi visión del mundo actual es bastante ambigua. Creo que nos estamos dejando llevar por los extremos. No hace falta mirar mucho atrás para ver la cantidad de cambios sociales, y psicológicos que se han instaurado en la sociedad. La gente está olvidando el significado de unión, a costa de sentirnos todos diferentes, únicos, creados para exactamente luchar contra el mundo. La globalización a mi parecer, está instaurando más inseguridades y problemas sociales de forma singular en cada persona, más que el entendimiento de información sin límite en internet de cuanto queramos. Soy el peor ejemplo para quejarme de esto, eso lo veo claro, pero que sea parte del problema tampoco le quita importancia a darme cuenta de ello. Ahora todos quieren lograr sus aspiraciones al nivel más alto que puedan soñar. Porque no paramos de ver personas con destrezas increíbles a diario en redes sociales o noticias. Todos sabemos de todo dependiendo del alcance de nuestra tecnología, y lo reproducimos con orgullo, incluso sin entenderlo, para sentirnos superiores los unos de los otros. La crítica que nunca ha sido fácil que sea constructiva, está creando gente que viva de ella, sin aportar realmente nada a la sociedad. Creando solo más ignorancia y prepotencia a personas influenciables. Cada vez somos más conscientes del sufrimiento humano, y cada vez queremos menos cambiar el mundo exterior, porque cada persona se está encerrando en ser su alter ego más grande interior. Para mi, el mundo está perdiendo toda la felicidad en la simpleza y queremos ser lo más complejos posibles, solo, para demostrar nuestra superioridad hacia el mundo.

Hemos cambiado la visión antigua de valorar un par de zapatos nuevos, a solo poder valorar los zapatos si son los mejores respecto al resto.

Tus proyectos inmediatos: Acabar el libro actual, y conseguir trabajo de coctelero, me gustó bastante y quiero explotar ese campo bastante más; crear mis propios cócteles me encanta. Aunque yo sea más de cerveza y punto.

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