Nací en Tijuana, Baja California, una ciudad escondida en un rincón de México, que limita con el océano Pacifico y Estados Unidos de Norteamérica. Mi ciudad creció como paraje de tránsito de mexicanos que anhelaban el sueño americano. Hoy tengo 48 años de edad y soy casado, padre de cuatro hijos.

Desde la juventud me interesó la lectura, devoraba cualquier libro que se topara conmigo, pero el tiempo que disponía para hacerlo era escaso, en parte por la escuela, en parte por mi trabajo. Mi tiempo de lectura fue inferior al que hubiera deseado. Estudié la carrera de licenciado en derecho, labor que desempeño desde hace 26 años.

Me considero una persona introvertida, disfruto de la soledad que me facilita la imaginación. Tengo un vicio descarado que es el cigarro, a pesar de las advertencias médicas, decidí que me acompañará por siempre.  –“Espera, no pongas esto, el cigarro es una muestra clara de debilidad, es una dependencia dañina, no solo te dañas tú, dañas todo tu entorno”.

-Estoy hablando de mí, de lo que realmente soy, no pretendo ocultar una de las aficiones que más disfruto de la vida, así que déjame seguir escribiendo.

-“Pero no es una afición, es un hábito, es un vicio, ya verás que en cuanto lean esto, lo van a editar y borraran para siempre de tu perfil”

Tengo la certeza que así será, no me importa.

Me gusta viajar y lo hago constantemente por motivos de trabajo. Viajar me permite conocer las esperanzas y desilusiones de cada persona con solo observar sus rostros. Cada viaje es un recorrido por las emociones de los seres con las que me encuentro, camino solo en cada ciudad hasta el cansancio, me mimetizo entre los habitantes como uno más y por cada cierto tiempo de caminata, me refugio en una sombra apartada y enciendo un cigarro mientras observo las multitudes.

Cuéntanos por qué decidiste ser escritor: Hace muchos años dio fin mi primer matrimonio, fue durante esos meses que intenté escribir las emociones que produce el amor, la ilusión, la desolación y lo hice por medio de una novela que guardé para siempre en un viejo ordenador. Después de escribirla la olvidé. Mi afán de escribir solo se limitaba a mi muro de Facebook, espacio donde redactaba anécdotas extraordinarias de mi vida. Siempre fue más fácil para mí, expresar sentimientos y recuerdos por medio de la escritura que de mi voz. Pasado el tiempo me había quedado sin historias susceptibles de contar, fue en ese momento que renació la necesidad de crear fantasías e historias que salían de mi cabeza.

Autores preferidos y por qué: El día que te fuiste entendí que no te volvería a ver. Ibas teñida de rojo por el sol de la tarde, por el crepúsculo ensangrentado del cielo; Sonreías. Dejabas atrás un pueblo del que muchas veces me dijiste: ‘Lo quiero por ti; pero lo odio por todo lo demás, hasta por haber nacido en él’. Pensé: ‘No regresará jamás; no volverá nunca.”

La primera vez que lo leí no comprendí lo suficiente, pero existía algo en su obra que me inquietaba, lo releí y después lo volvería hacer, convirtiéndose en un vicio. No había sentido tanto dolor en la literatura, como la que emanaba de esa novela. Siendo adulto prestaba el libro a mis amigos:

-¿Te gustó? les preguntaba.

-No le entendí. Me contestó la mayoría. Después a cada novia se lo recomendaba.

-¿Qué te pareció? Aburrido. Otras respondían, “La verdad no pude terminarlo”.

Me sentí solo e inquieto por amar tanto una obra, hasta que llego el fin del siglo XX, cuando un grupo de críticos españoles la llamó: “La mejor novela escrita en lengua castellana del siglo XX”, fue hasta ese momento que sentí satisfacción de no estar tan errado en mi gusto literario.

“Pedro Páramo” de Juan Rulfo es la obra más exquisita que he leído. Es una historia compleja y alucinante, en un ambiente de dolor y muerte. La ilusión se desmorona en cada personaje. Los muertos viven de sus recuerdos. El amor es la parte central del dolor que vive el protagonista: un ser cruel y despiadado. Pero a pesar de su maldad, alimentó su ilusión, terminando su vida añorando el amor que tuvo en su niñez.

Tu obra favorita de las que has escrito: Mi obra favorita se asemeja a Pedro Páramo, se titula “La revolución de las ánimas” relata las primeras batallas que iniciaron la revolución mexicana, vistas a través de los recuerdos de las ánimas que ofrendaron su vida por la ilusión y esperanza que representaba aquel hombre llamado Francisco I. Madero. Ficción histórica y realismo mágico impregnado de la narrativa mexicana.

Tu estilo literario: Es variado, en Beta Casiopea a pesar de ser ciencia ficción, es un drama natural del ser humano en esta etapa que nos tocó vivir. Me inclinaría por el realismo mágico desplegado en “La revolución de las ánimas.”

Una cita de un autor que te guste: Había una luna grande en medio del mundo. Se me perdían los ojos mirándote. Los rayos de la luna filtrándose sobre tu cara. No me cansaba de ver esa aparición que eras tú. Suave, restregada de luna, tu boca abullonada, humedecida, irisada de estrellas; tu cuerpo trasparentándose en el agua de la noche. Susana, Susana San Juan. Juan Rulfo, Pedro Páramo.

Obra en la que te encuentras trabajando en la actualidad: He pulido la primera novela que escribí, esa que dejé abandonada en un archivo digital hace 15 años, se titula “Hilos Vacíos”. La trama se desarrolla en la década de los 80s, días en los que amar era más fuerte. El sentir se plasmaba por escrito, de puño y letra de los amorosos, con riesgos en la recepción de las cartas. Esto marcó dos vidas. La falta de contacto provocó la perdida de la relación, pero jamás el amor que habitó por siempre en sus corazones. Ahora toca a otros revivirlo.

 Algo sobre tu manera de entender este mundo: La pregunta es compleja, la respuesta es simple: no entiendo este mundo, no entiendo a la raza humana. Crecemos buscando la aprobación de los demás, abandonando nuestro verdadero interior. Desde la infancia nos llenamos de sueños e ilusiones, luchamos por ellas constantemente, nos acostumbramos al fracaso y al triunfo. El triunfo se olvida rápidamente, el fracaso permanece con nosotros convirtiéndose en un lastre que cargamos constantemente. Para vivir con ilusión es apremiante seguir soñando.

La escritura es una conexión con los sueños, es la ilusión subconsciente del escritor, es la forma de expresar sus emociones, experiencias, y anhelos. Es la oportunidad que el alma del autor se reproduzca ante los ojos del lector.

Tus proyectos inmediatos: Mi trabajo de abogado me absorbe constantemente, la incesante obligación de escribir defensas, excepciones y artículos legales, vacía mi mente de escritor. Desearía mayor tiempo para escribir.

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