Profesor de catalán y dinamizador cultural en el Servei Comarcal de Català de l’Alta Ribagorça (CPNL), en 2020 publica la novela El duk de Suert, traducida del catalán al castellano. Más adelante hace lo propio con tres libros de poesía: Romper el tiempo, El viejo de joven fue niño y 42:24. Además, es autor de la obra de teatro La lluvia, representada por alumnos de último curso del Institut del Teatre de Barcelona en 2010.

Resido en Barcelona, tengo 51 años y estoy soltero. Siempre me gustó jugar con las palabras. Primero para hacer poemas y, después, historias más largas. Me he movido en el campo del periodismo y de la enseñanza utilizando las palabras para hacerme un hueco laboral en la sociedad.
Entre mis aficiones se encuentra escribir, leer, viajar y algunos deportes como el fútbol y el baloncesto. Y el rasgo más sobresaliente de mi personalidad es la confianza máxima en provocar emociones en la gente de mi alrededor.
Decidí ser escritor porque me lo pasaba bien ideando historias y poemas. Y para llegar a mucho público con mis novelas.
Me gustan los autores rusos (Tolstoi, Dostoievski) por su profundidad, los franceses (Balzac, Saint-Exupéry) por su estructura, y de lengua hispana, pues Pérez-Reverte y Javier Marías, por su estilo. La obra que más me gustó es Lolita, de Nabokov.
Mi obra favorita de entre las que he escrito es Jura Medicalia. Mi estilo literario es novela de autoficción, que mezcla el realismo con la ficción.
En la actualidad me encuentro trabajando en los inicios de la novela El pequeño príncipe de Tremp.
Una cita de un autor que me gusta: «El libro de la vida es el libro supremo» (Lamartine).
Entiendo el mundo como una madeja de relaciones fascinante, ya que en cualquier intersección se puede edificar un proyecto.
Mis proyectos inmediatos, en lo personal y profesional, son empezar una nueva etapa laboral como profesor en Barcelona y cursar el master de Novela 2 para poder elaborar un proyecto sólido que acabe en la publicación de esa obra.
