El pasado 3 de marzo el periódico El correo de Burgos publicó entre sus páginas un artículo dedicado a la deuda que la NASA ha saldado —en parte— con el astrofísico venezolano Héctor R. Rojas gracias al incansable trabajo del divulgador científico y profesor Pierre Monteagudo.
Una vez más, Monteagudo hace noticia gracias a su incansable divulgación respecto a la figura del astrofísico venezolano que develó las coordenadas que permitieron el alunizaje del Apolo 11 y sus tripulantes en 1969. En el artículo podemos conocer el proceso de investigación que Monteagudo llevó a cabo con la finalidad de recavar la información necesaria y dar a conocer la importante contribución científica que realizó el doctor Héctor R. Rojas; a través de su libro Expediente Rojas, NASA Reports 1/2/3, Monteagudo expone los reportes que el astrofísico presentó a la NASA, su tesis doctoral y un resumen de esta, documentos que el autor encontró en el Observatorio de París y que logró rescatar tras una agotadora y larga búsqueda. Hoy en día, gracias al profesor y divulgador científico, la NASA ha liberado los documentos que acreditan la contribución de Rojas a la ciencia y que lo vinculan directamente con el alunizaje, lo que saca del anonimato al genio que por cuestiones políticas terminó convirtiéndose en un personaje incómodo para el Departamento de Estado norteamericano y para el entonces gobierno venezolano.
Héctor R. Rojas mantuvo una estrecha relación con los Monteagudo, era amigo íntimo del padre y se convirtió en una figura inspiradora para el pequeño Pierre, quien lo considera, en el día de hoy, una persona adelantada para su época, pues promovía la igualdad de género, entre otras cosas, mediante el reparto de becas en un 50% entre mujeres y hombres.