Nací un 28 de mayo de 1964, en Caracas Venezuela, he estado casado por más de treinta años y tengo dos hijos, Ana Cecilia y Sebastian, quienes han sido los protagonistas de mi vida desde que existen. Me ha encantado ser papá y sería de las pocas cosas que repetiría en mi vida si volviese a nacer, en gran parte gracias a lo que ellos son y como son.

Soy Géminis con ascendente Virgo y si me preguntas sí creo en esas cosas, te diría que simplemente pienso que si la luna afecta a las mareas y nosotros somos más líquido que sólido, algo podrían hacer los astros con nosotros…

Nací en una familia de mujeres, en donde mi padre con su fuerte personalidad se evaporaba por sus ausencias, así que eso me  llevó a compartir y conocer, si es que eso puede decirse, al sexo femenino, con quien básicamente he tenido muy buenas relaciones.

Desde pequeño fui un amante de saber sobre cualquier cosa que influyese mi vida, es decir… todo y por eso me gustó mucho estudiar, más que ir a la escuela en realidad, pero eso no lo decidía yo. Cuando era pequeño quise ser abogado, lo que cambió en tercer año de bachillerato y se ratificó en cuarto, con dos profesoras, de las que no me enamoré, pero que me enseñaron la pasión por la Historia.

Así que eso hice en la universidad, estudiar Historia y como soy de ideas fijas, casi al final de la carrera, volví hacia el Derecho, así que soy Historiador, Abogado con especialidad en Derechos Humanos y Magister en Ciencias Políticas.

Trabajé desde muy joven en el campo audiovisual, radio, producción de noticias y videos y fueron tantas las áreas en los que estuve, que sería aburrido contarlo, pero en todo caso, me dediqué a temas relacionados con la investigación histórica en archivos, así como a Derechos Humanos y Civil en el campo del Derecho y la enseñanza a nivel de bachillerato y universitario.

Ahora si me preguntasen, diría que ejercí a lo largo de mi vida tres profesiones: periodismos, historia y abogacía.

Comencé a escribir en la adolescencia, a los 14 años hice una novela de detectives que mi madre estaba segura que me llevaría al estrellato, aunque nunca la leyó, ni nadie tampoco, más que yo, aún conservo el original escrito a lápiz, pero sirvió para que una vez en un terminal, cuando esperé con un amigo toda la noche un autobús que nunca llegó,  le contase el cuento y ante su fascinación, le dije que era una historia escrita por mí, no me creyó, pero me premió con el hecho de haberlo mantenido atento y que le hubiese gustado y hacernos más amena la estadía que se presentaba tan aburrida.

Después de eso no he dejado de escribir, para mí, llenando agendas, que jamás, por mi memoria privilegiada usé para lo que son, con miles de poesías en prosa y pensamientos, artículos de prensa, libretos para radio, clases para radio, textos escolares, ensayos, novelas, cuentos cortos y últimamente me he introducido en ese desafío llamado teatro.

Después de comenzar a escribir, ya no hubo forma de parar y alguna vez soñé con terminar mis días frente a una playa en Normandía escribiendo, creo que es seguro que mis días terminen, pero no necesariamente en donde me llevaron mis ilusiones oníricas posiblemente ya esfumadas, como suelen ser las ilusiones que permiten impulsarte constantemente.

Aficiones: Sobre mis aficiones no podría decir que tengo alguna como tal, si eso se refiere a obsesión, lo que he tratado de evitar siempre, las obsesiones, porque siento que anulan a las personas.

Ahora, podría decir, que placer si me producen muchas cosas, aunque creo que generalmente puedo vivir solo conmigo si no hay otra opción y debo hacerlo, por lo que las puedo dejar sin mayores problemas, al encontrar incesantemente caminos nuevos, para circunstancias nuevas.

Amo ser padre, mis hijos me producen un gran placer, poder conversar con ellos, compartir con mi esposa Valentina también, desde lo pequeño a lo maravilloso, sensacional o extraordinario.

Me encanta andar en bicicleta y sentir el aire que me acaricia dulcemente y caminar y poder apreciar lo que no es posible ni en carro, ni en otros medios locomotores.

La música me apasiona, hago todo escuchándola desde que era un niño, incluso estudiar y trabajar. Me gusta  la lectura, la radio y en cuanto a los deportes me encanta ver lo que puede llegar a  hacer el ser humano con su cuerpo y mente a partir del entrenamiento, respeto el trabajo de los atletas y lamento que hoy día se hable de ellos como cosas a las que se venden, se compran, se desechan, cuando se considera que ya no dan lo que se espera de ellos, que no es más que mucho dinero.

El béisbol es el deporte que más me ha gustado y de él lo que más me impactaba era que quizás podía hacer algo que me es tan difícil en mi vida, olvidar por un momento la realidad. El béisbol es un deporte en donde es más importante lo que se va a hacer y lo que podría pasar que lo que en realidad pasa, así que la mente no deja de trabajar creando estrategias y previendo, lo que luego no ocurrirá, exactamente igual que en la vida.

Siempre hice mucho deporte, porque crecí en un lugar en donde se podía y se hacía como parte de la vida cotidiana, no para crear estrellas, ni para ganarse la vida en el futuro, solo para disfrutar, crecer, aprender a respetar al otro y crear camaradería, solidaridad y amistad.

Rasgo más sobresaliente de tu personalidad: Si me preguntan como soy, para mí es un gran problema responder, porque una cosa es lo que uno imagina y otra aquello que la gente ve, en todo caso, cualquier cosa que diga es lo que yo creo y como todo en la vida, según el cristal desde el que se mire.

De niño fui muy tímido, no hablaba y creo que de tanto decirme en la casa que debía dejar de ser así, como soy obediente, lo asumí, así que no soy nada tímido, todo lo contrario y al no ser tímido he ejercido liderazgo en muchas cosas que de hecho, lejos de haber sido una ventaja, ha sido más bien una desventaja en mi vida.

Puedo trabajar permanentemente sin darme cuenta, pues me entrego a lo que hago, no porque me dignifique, porque no es verdad que cualquiera trabajo lo hace, ese es un mito como tantos otros…no sé si puedo decir que soy aventurero porque la razón juega un papel muy importante en mí, pero lo que sí es posible que me lleve a hacer aquello que no debía es una curiosidad infinita que me obliga a seguir a adelante, así esté aterrado, porque de seguro, si existiese la reencarnación, en mi vida anterior fui un gato, a los que amo, por cierto…

Yo creo que soy una persona sencilla, pero obviamente estoy equivocado, porque la primera vez que supe de la palabra vanidad me lo dijo un amigo, Carlos Vegas, como a los 13 años para caracterizarme, le salió del alma mientras hablábamos de cualquier cosa en el liceo y tuvo que tratar de explicarme lo que eso significaba, él no supo cómo hacerlo, ni yo cómo entenderlo.

Sin embargo, cuando pienso que soy sencillo es porque como me encanta la vida y su día a día hablo con todo aquel que está dispuesto a hacerlo conmigo en la calle, en la vía y por lo general es la gente más sencilla, humilde, que casualmente son los más sabios también.

Pienso que tengo en general buen carácter que trato de acompañar con el humor, pero como no existen los absolutos y por eso se creó en el lenguaje esa conjunción adversativa “pero”, cuando me pongo histérico es difícil pararme, es como un volcán que explota. No obstante una amiga entendió una vez mi forma de ser y me dijo algo que comparto totalmente, si se me dicen las cosas de buena manera acepto todo, ahora si me confrontas, se me salen todos los indios de mi país juntos Caribes, Timoto-Cuicas, Cumanagotos, aunados al negro africano y al español con su testarudez, eso que han llamado mestizaje pues, como nuestra hallaca…

Lo que si tengo, creo, es capacidad de reflexión, ver que algo no estuvo bien y tratar de arreglarlo e incluso de disculparme, lo que sí es muy difícil es que diga que no lo haré más, porque mi razón no me deja afirmar algo en lo que todos mentimos, pues al final somos como el cuento del escorpión y la rana…

No tengo problemas con la confianza en lo que hago porque generalmente me documento, busco información y trato de escuchar a los que considero que saben más que yo en un área, así que cuando hago algo, normalmente, tengo un poco de experiencia. Creo incluso que soy de las pocas personas que leen las instrucciones antes de usar un aparato, al revés del resto del mundo, que al igual que las consultas a los abogados, lo hacen cuando ya no hay solución.

Cuéntanos por qué decidiste ser escritor: Considero que nunca decidí ser escritor, sino que la escritura decidió que la tomase en cuenta, me sedujo y no pude resistirme, es decir, tengo una capacidad para escribir que me brota, puedo hacer páginas y páginas de lo que me pidan de una manera tan fácil, que termino creyendo que esto es lo normal para todas las personas.

La escritura me da la posibilidad de poner en letras lo que no digo en palabras, porque aunque hablo mucho, poco lo hago de mí, además, soy un buen oyente y desde niño, la gente me agarra para contarme sus penas, así que sé qué le pasa al panadero, con quién está el carnicero y la tragedia del taxista que vive al lado porque la mujer lo dejó.

Autores preferidos y por qué: Como todas las preguntas sobre preferidos, un poco uno se ve obligado a decir algo, cuando no existe, como aquello de tu mejor amigo o la mujer más bonita que has conocido, todo depende del momento, el contexto, tu ánimo. De hecho yo leo el mismo libro más de una vez y siempre encuentro un cuento distinto, incluso en los  míos e igualmente cuando veo películas.

Entonces, llegado a este punto diría Miguel Otero Silva, Gabriel García Márquez, Albert Camus, Truman Capote, José Saramago, Christopher Marlowe, Oscar Wilde, Poe, Jack London, Irving Stone, Philip Dick, Mary Shelly, Eric-Emmanuel Schmitt, Benedetti, Llosa…entre otros, pero no todo lo que escribieron, por ejemplo, me parece que de lejos, para no decir que no me gustó nada, me aburrió, Cien Años de Soledad, no es la mejor obra de Gabriel García Márquez, porque no te seduce todo lo que escribe un autor, pero te agrada mucho, lo que te gusta y puedes haber leído solo una obra, pero te quedó retumbando en la mente para siempre.

Todo lo que lees te influye, pero no necesariamente de forma consciente, porque el cerebro actúa como el estómago, hace su propia digestión y cuando eso pasa, lo que te gustó, disgustó, impresionó, en una palabra influyó, se transforma y crea algo tuyo que ya no es posible identificar con este o aquel, esto o aquello.

Tu obra favorita de otro autor: Salvaguardando lo que dije sobre eso del favoritismo, El Perfume de Patrick Süskind, por esa capacidad de recrear todo lo que cuenta a partir del olfato, haciéndonos sentir aquello que conocemos, como si dibujase con la nariz, pero que no somos capaces de describir como él y otra, El Anatomista de Federico Andahazi, pues simulando los viajes de Colón, va descubriendo esa maravilla que es la anatomía de la mujer, hasta que como aquel descubre…léanla, si no lo han hecho, les fascinará.

Tu obra favorita de las que has escrito: Esto es como los hijos, todas tienen algo que amas, Las angustias de Montilla, por el pesar y tragedia del personaje, pero su gran perseverancia hace que no se detenga hasta cumplir sus metas; Agamenón porque él representa quizás lo que más detesto de las personas, el egoísmo y la avaricia, (podrían ser sinónimos, aunque no lo son) sin poder justificarse con lo horrible que haya sido su vida; Rebeca, porque es la vida a partir de una mujer adolescente, luego joven madura, lo que fue un desafío para mí como hombre adentrarme en ese personaje.

Tu estilo literario: Lo mío es la ficción histórica, crear a partir de seres que pueden estar en cualquier esquina, porque a partir de la realidad construyo personajes que van creciendo y encontrando camino, comprobando uno después, que efectivamente existen y que la mente solo es capaz de imaginar lo que percibe y conoce, que luego lo transforma, lo morigera o aumenta para hacer obras literarias.

Una cita de un autor que te guste: “Cinco mil muertos son humo en la imaginación, hasta que se le colocan unas cinco caras conocidas encima” Albert Camus

Obra en la que te encuentras trabajando en la actualidad: Estoy terminado de corregir Rebeca, ojo con las hojas de las hojillas…Básicamente es tratar de jugar entre amor, pasión, erotismo, sensualidad e intentar conocer si puede andar cada uno por su lado o se necesitan necesariamente para consumarse y posiblemente esfumarse.

Algo sobre tu manera de entender este mundo: Como todos yo creo que es sencilla mi forma de ver el mundo y la resumiría en la canción Imagine de John Lennon, pues todo lo que nos hace ser tan difíciles y conflictivos son las imposiciones, así que un mundo mejor podría ser sin cielos, infiernos, religiones, fronteras, tradiciones y eso evitaría muchas guerras.

Que no se quisiera imponer verdades de unos sobre la de otros, entender que no existe una sola, sino tantas como personas hay y que todos tienen derecho a tener la suya, porque es lo que hace que seamos humanos, caracterizados por la capacidad de razonar.

Las iglesias, la tradición y el “es así” porque sí, implican imposición y no dejar que fluya la diversidad que es la que permite el crecimiento y enriquecimiento personal y por ende universal. Si observamos la Historia de la Humanidad está marcada por las guerras y el 90% de ellas, siendo conservadores, han estado y están relacionadas con las religiones y tradiciones, que implican la imposición de unos a otros sobre la verdad y la forma “correcta de ser”.

Tus proyectos inmediatos: Yo no paro de escribir, en este momento estoy escribiendo muchos cuentos cortos, poesía y me acabo de aventurar y terminar mi primera obra de teatro “Te uso y abuso”. He escrito ya la primera página de mi nueva novela “Las cóleras de Aquiles”, que espero terminar en el curso del próximo año.

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