Orlando Villarreal autor del libro Sangre en pugna. Editorial Adarve, editoriales que aceptan manuscritosVivo en Caracas, Venezuela. Soy divorciado. Tengo dos hijos maravillosos que son la luz de mi vida. Me reconozco como un padre excelente. Vivo sus vidas, sus sueños y sus intereses. Y les aconsejo solo cuando ellos me lo solicitan.

Nací en Barranquilla, Colombia. Una ciudad que se caracteriza por su gente. Los más alegres del mundo. Desde que era niño recuerdo estar inmerso en la música, el baile y la alegría. Semanalmente de jueves a domingo me la pasaba en fiestas. En las que bailaba y bailaba hasta el cansancio. No bebía. Porque nunca me ha guastado el licor y sus efectos. Y por supuesto pretendiendo a las chicas. Entrené la natación desde los 6 hasta los 25 años de edad. Participé en competencias internacionales. Pero no llegué a las olimpiadas. ¿Saben por quÉ? Porque fumaba. Nunca alcancé la velocidad mínima requerida. Estudié con religiosos franceses de la comunidad Juan Bautista de la Salle. Mis maestros tuvieron una gran influencia en mí. Siempre fui estudioso y buen alumno. Me gradué con honores. A los 7 años de edad descubrí los libros. Comenzando por los infantiles. Más adelante con una enciclopedia. La  que leí completa. Fue cuando hallé una actividad que me ha acompañado por toda mi vida. Mi amor por la lectura y por las matemáticas es intenso. Estimo que es hasta extraño. Fui a la universidad. Obtuve la licenciatura en Administración de Empresas. Me fue concedido el premio “Mejor estudiante”. Al graduarme emigré a Venezuela. Trabajé en compañías multinacionales norteamericanas e inglesas por treinta años. Tuve éxito. Me retiré porque mi profesión nunca me gustó. Lo descubrí cuando comencé a trabajar. Pero ya era muy tarde para cambiar de rumbo. Me lo aguanté. Eso sí, mi trabajo lo realicé con eficiencia y devoción. ¿Por qué? Cumplí con mi deber. Una de mis abuelas; quien era alemana; me enseñó que uno debía cumplir con todas las actividades de su vida con eficiencia y dando todo de sí. No importaba el sacrificio que conllevara. Cuando me retiré me encontré en una completa vagancia. Estuve viendo televisión por 3 tres semanas seguidas. Reaccioné. ¡Qué pena! Me pregunté a mí mismo. ¿Qué hago con mi vida? ¿Qué me gustaría hacer? Algo que llene las horas de mi existencia. Y por supuesto que me guste. Que me apasione. Al final reconocí que lo que me gustaba hacer era escribir y leer.

Mis aficiones: El arte es lo mío. Leo y escribo, evidentemente. Me embelesa el teatro, la ópera, el ballet y los conciertos de música clásica. Es allí cuando el espectador tiene un contacto real con el arte. Me fascina la música Rock, cuando los Beatles yo era un adolescente. Visito museos en los que consumo horas buscando la intención de una pintura o de una escultura. Y si lo encuentro salgo satisfecho. He viajado sin cansarme. He conseguido amigos en todos los rincones del mundo. En cada hora de mi vida sacio  mi sed de conocimientos.

 Mi personalidad: Desde pequeño me gustó ayudar a la gente. Como fui un alumno excelente. Cuando observaba a mis compañeros con problemas en el aprendizaje. Les brindaba mi ayuda. Esto desarrolló en mí un liderazgo natural. Siempre se formaban grupos a mí alrededor. Y yo marcaba tendencias. Siempre preguntaban mi opinión. Esto se cumplió en mi colegio, en mi universidad, en mi trabajo, en mi familia y entre mis amigos.

Soy muy aventurero. He viajado por años. Visite veinte y nueve países en tres continentes. Aprendí mucho. Tengo amigos esparcidos por todo el mundo. Con quien mantengo contacto. No tan seguido como yo quisiera.

Soy muy positivo. El optimismo emerge por mis poros. Me es imposible creer que algo puede perdurar en el mal. Creo y quiero creer que todo tiene solución. Que lo malo se puede transformar en lo bueno. Y esto lo transmito a mi paso en todos los lugares, entre toda la gente y en todos los acontecimientos.

Huyo al conflicto. Soy un hombre de paz. No hay nada más estéril que una pelea.

Tengo un alto sentido de la justicia. Todo lo mido en relación a ella.

Mientras estudié mi maestría en Nueva York. Tuve el privilegio de ser aceptado en una de las mejores universidades del mundo. En la que aprendí que todo problema tiene solución. Y  sé resolverlos.

Tengo una gran confianza en mí mismo. Que me ha dado fuerzas en los momentos difíciles. Y prudencia y humildad en los momentos exitosos.

Soy muy creativo. Tengo una imaginación que me asombra. Especialmente cuando escribo.

Era tímido.  Sufrí el miedo escénico toda mi vida. Luché a brazo partido para evadirlo. Y lo conseguí cuando llegué a los 60 años de edad. Un poco tarde. ¿Verdad? ¡Pero lo logré!

 Soy escritor por qué: El haber sido un lector insaciable desde mi niñez. Me guio a leer muchos libros y de varios escritores. Cuando tomo un libro en mis manos y lo leo. En los primeros párrafos ya intuyo su calidad. Sin embargo le doy oportunidad a que me contradiga y me resulte excelente. Una noche buscando en que dedicar el resto de mi existencia. Me pregunté. ¿Y qué tal si escribo algo? Lo hice. Concluido el lapso de varias horas redactando. Lo cerré. Varios días después lo leí con curiosidad y cautela. El escrito era bueno. Quizá tenía errores ortográficos y de redacción. Pero me interesó. Y lo más importante fue que me emocionó. Proseguí escribiendo. El proceso se convirtió en una aventura. Podía componer por largas horas. Me sorprendía el amanecer cansado y feliz.

  Mis autores preferidos: Gabriel García Márquez. Cuando leí sus obras quedé tocado por su magia. Desee poder conmover a mis lectores de forma similar.

William Shakespeare. Sus obras son eternas. Sus personajes inolvidables. Descubrí la fuerza de los personajes en un libro.

Jane Austen.  Su romanticismo y su apego a los sentimientos me revelaron su influencia en un relato

Francoise Sagan. Su valentía para dejar por escrito opiniones sobre la moral, el amor y el sexo en la mitad del siglo XX me enseñaron. Yo como escritor tengo la voz. Nada me es prohibido.

Johann Wolfgang von Goethe. En sus libros hallé la expresión del amor, de la pasión y de la devoción. Estos temas me atraen

Dominique Lapierre y Larry Collins. Con este par de escritores aprendí a escribir historia de una forma amena.

Mi obra preferida: “Cien años de soledad”. La capacidad del autor para conseguir que  en un pueblito del norte de Suramérica lo imposible sea la única realidad. Es realismo mágico. Desde el comienzo; en que sin conocerlo; un pedazo de hielo me lleva al asombro. Y hasta el final en que todos desaparecemos porque no hay una segunda oportunidad sobre la tierra. Es genialidad. Una de las novelas más importantes de la literatura de todos los tiempos.

 De mis obras elijo: He escrito y finalizado dos libros “Sangre en Pugna” y “Aquella mirada”. Actualmente escribo el tercero titulado “En tiempos de nativos”. Mi favorito es “Sangre en Pugna”. Un libro sobre sentimientos y emociones. Cada vez que le leo. Siento. Vivo la trama. Me convierto en sus diez y nueve personajes principales. Además escribo relatos breves que publico en mi blog https://sangreenpugnalibro.blogspot.com/

Estilo literario: Novela Literaria.  Es un género amplio para desarrollar una historia. En la que se puede reflejar con facilidad la complejidad de la vida humana.

 Cita de un autor: «Leer para mi es el triunfo de mi alma, la alegría permanente, es un deber y la posibilidad de compartir y participar con el mundo». Dominique Lapierre.

 Actualmente trabajo: Mi tercer libro se titula “En tiempos de nativos” Es una novela histórica sobre la gran confederación de los indios chibchas. Una civilización precolombina situada en la Cordillera Oriental de las Andes.

 ¿Qué ocurre con el mundo? Un mundo civilizado, avanzado y próspero que se muestra irreconocible. En pocos y muy recientes años los cambios han sido profundos. Una intranquilidad nos sobrecoge. La ansiedad nos domina. Todo por lo cual nos regimos hasta hace un breve tiempo se ha extraviado. La moral que es parte de la tradición histórica y cultural de la sociedad se ha perdido. El respeto al derecho ajeno es cosa del pasado. Se predica con la vulgaridad y el desorden. El respeto a las instituciones se ha olvidado. Las economías mundiales se muestran en crisis. Parece que no se reponen. El trabajo quedó limitado o desaparecido. Las universidades y su contribución a la ciencia han quedado relegadas. La población estudiantil ha disminuido notablemente. Sin estudio extraviamos cualquier adelanto en la ciencia. En un tiempo en el que la comunicación está al alcance de cualquier ser humano. Estos están más solos que nunca. La democracia está amenazada. Las guerras que parecían muy lejanas. Ahora son protagonistas. Cualquier enajenado pone en jaque al mundo entero. Pero todavía me queda fe. En que el ser humano pueda reaccionar en este momento donde la amenaza e incertidumbre prevalece.

 Proyectos inmediatos: Concluir mi tercer libro “En tiempos de nativos”. Consolidarme como escritor en el mundo de habla española.

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