Autor del libro Era menester.
Cuando me adentré en el mundo editorial, no creía que me iba a encontrar en el bosque de Sherwood, el patio de Monipodio o el laberinto del Minotauro. Afortunadamente, encontré el hilo de Ariadna y pude trepar al adarve de la fortaleza. Una vez dentro de las almenas, he encontrado un trato adecuado a las expectativas: la edición ha sido cuidada; la atención personal con el editor, cercana; la labor de corrección, cuidadosa y la tarea de promoción, satisfactoria. Creo que la hazaña de acceder al recinto amurallado ha valido la pena y espero que el recorrido editorial continúe con nuevas victorias.