El pasado viernes se llevó a cabo la presentación de la novela Ya se acabó el alboroto, de Olivia Envero, en el Palacio de Losada de Rionegro del Puente, Zamora.

Fernando Charro Puga y José Luis Charro Caballero son los nombres reales tras el seudónimo que firma la novela: Olivia Envero, heterónimo y personaje fundamental y contradictorio de la historia que, si bien protege la paz, ayuda a preparar la guerra en la que un joven termina como legionario y reviviendo episodios mágicos de su vida tras haber abandonado su pueblo.  Con esto se dio inicio a la presentación que se llevó a cabo de manera distendida y contó con la presencia y participación de Eusebio Rodríguez, presidente de la Asociación Diego de Losada; y de Pilar Lozano, relaciones públicas de Editorial Adarve. Ambos acompañaron y presentaron a los autores ante un entusiasmado público, interesado en saber más acerca de la historia narrada y sorprendidos tras conocer la verdadera identidad de la ficticia Olivia Envero. Rodríguez se refirió a la prosa ágil de los autores que, a través de sus líneas, trasladan al lector al Madrid de los años treinta gracias a la minuciosa descripción de escenarios emblemáticos de la época. Así mismo, Lozano hizo mención al realismo que respira cada personaje y a cómo un relato que pareciera ser uno más acerca de la Guerra Civil termina por convertirse en una historia de amor entrañable. Los autores estuvieron prestos a resolver dudas surgidas entre el público, además de comentar acerca del proceso de escritura, inspiración y motivo de la creación de la novela, refiriéndose al estilo particular y, lo que todos querían oír, porqué decidieron utilizar un seudónimo femenino para presentar la novela ante los lectores. Durante la presentación se sumó a departir el alcalde de Rionegro del Puente, José Antonio Colino, quien se apresuró a alabar la obra de los rionegrenses cuya narración se inicia, precisamente, en Zamora.

Al finalizar, los autores agradecieron la contundente concurrencia y ofrecieron un ejemplar firmado para quienes lo desearan.