«A diferencia de Chejov, que escribía por encargo sus famosos cuentos de Navidad, el de Olga fue vivido antes de contado. El proceso introspectivo al reencuentro consigo misma se desarrolla en la habitación de un hospital de León durante los tiempos recios de la pandemia (diciembre 2020). Es la historia del partito feo que se convirtión en cisne, después de asomarse al abismo por culpa de una peritonitis. No se lo pierdan».
Antonio Casado, columnista y fundador de El Confidencial
«Montaña rusa de emociones. Reirás, llorarás y descubrirás la increíble fuerza con la que contamos ante circunstancias desesperadas. Sin duda inspirará profundamente a los lectores».
Anxo Pérez, escritor y CEO de 8 Belts
«Llorar y desnudarse son dos cosas que pertenecen al ámbito de lo privado y la única forma de hacerlo delante de desconocidos es escribiendo un libro. Olga Pérez, en esa su primera excursión por la narrativa, se mira al espejo y descubre su alma y la de quienes la rodean. Lo hace con discreción, sin identificar a los culpables. Para ella, la memoria es un seguro de vida que le permite sentirse a gusto consigo, incluso cuando perdona, con palabras de amor, algunos recuerdos».
Diego Armario, escritor y periodista
«Tienes en tus manos, lector, una magnífica historia. Es una historia personal, la de la autora, pero también colectiva, la de los tiempos más duros del coronavirus y del confinamiento: hospitalizada, con riesgo de su vida por errores médicos, nos cuenta esos momentos angustiosos junto a los recuerdos y esperanzas que a su memoria acuden. Aparecen reflexiones y humos que nos hacen admirar la persona de Olga Pérez, más allá del personaje».
Xuan Xosé Sánchez, escritor y miembro de la A.L. Asturiana
A pesar de tener el don de la creatividad, Olga Pérez Villar opta por estudiar Obras Públicas en Zamora, su ciudad natal, si bien asegura «nunca fue mi pasión». La vida y la crisis del ladrillo la acercaron hasta la enseñanza, descubriendo cómo le fascina ayudar a sus alumnos a transformar en interesante lo importante. «Sergio decidió que yo fuese su madre, honor del que me siento profundamente agradecida. Publica este libro para demostrarle a su hijo que «no hay que soñar tu vida, sino vivir tu sueño».