Resido en Tomares (Sevilla), casado, 1 hijo, 53 años. Nací en Sevilla, cursé estudios empresariales en la Universidad de esta ciudad y posteriormente los complementé con un par de másteres en tributación y contabilidad. Soy asesor fiscal de empresas desde hace 20 años, ocupación a la que sigo dedicándome en la actualidad. Desde muy pequeño me aficioné a la lectura a través de los cómics, para pasar luego a las novelas juveniles. Nunca dejé de leer, las páginas son un refugio para mí. Siempre agradeceré a mis padres que me fomentaran este hábito tan maravilloso.
Aficiones: Por supuesto, leer y escribir, pero además me gusta hacer deporte, pasear, cine, las series televisivas y la música.
Rasgo más sobresaliente de tu personalidad: Destacaría la constancia en lo que me propongo y realmente me interesa conseguir. Enmarcada en cierta timidez inicial a la hora de relacionarme.
Cuéntanos por qué decidiste ser escritor: Como dije antes, comencé a leer desde muy joven, hubo un momento en ese proceso, hace aproximadamente unos 3 años, en el que sentí la necesidad de contar, de crear, de expresarme y, sin saber por qué, consideré que podría aportar algo si cubría esa necesidad. Jamás pensé que publicaría con una editorial, ni siquiera estaba entre mis pretensiones, solo quería escribir sin un fin concreto. No obstante, después de terminar el manuscrito, unos amigos me convencieron de que debía intentar sacarlo a la luz y fue ahí donde apareció la editorial Adarve, a la cual estoy muy agradecido por haber hecho posible que esta novela esté hoy en el mercado.
Autores preferidos y por qué: Hay muchos, pero destacaría entre ellos a Antonio Gómez Rufo y Víctor del Árbol. Con independencia de los géneros literarios en los que se encuadran sus obras, considero que ambos confluyen en una prosa sólida, bien construida, con personajes rotundos que generan tramas atractivas por lo sorpresivas y no dejan indiferente al lector. Siempre consiguen con ello que algo se te remueva por dentro, lo que considero que debe ser el fin último de cualquier obra literaria.
Tu obra favorita de otro autor: Aunque sigo refiriéndome al mismo autor, tengo que decir que la última obra que leí antes de ponerme a escribir fue “El secreto del rey cautivo”, de Gómez Rufo. Creo que fue quien me dio el último empujón que necesitaba para ponerme a crear. Me fascinó esa novela, entre otras cosas, por lo bien hilada que está la trama, su rico vocabulario y el ritmo preciso, adaptado a cada momento, que imprime este autor al escribir.
Tu obra favorita de las que has escrito: “No tendrás tiempo de llevar flores”. Es mi primera y única novela por el momento. Pero será la que inicie el camino a otras que están por llegar.
Tu estilo literario: “No tendrás tiempo de llevar flores” es una novela de ficción en la que confluyen diferentes géneros literarios a lo largo de sus páginas. Destaca el suspense, la intriga, en comunión con el género romántico y la novela negra.
Una cita de un autor que te guste: “Es una extraña pretensión del hombre querer que el amor conduzca a alguna parte” Los Miserables (Víctor Hugo).
Obra en la que te encuentras trabajando en la actualidad: En la actualidad estoy trabajando en el boceto de lo que será mi próxima novela, aunque aún no está perfilado del todo como para sentarme delante del ordenador y darle forma a la obra.
Algo sobre tu manera de entender este mundo: Hubo alguien que dijo que lo más importante en la vida es la salud y los afectos, lo demás es secundario, estoy de acuerdo con esa afirmación. Me levanto cada mañana con la idea de acostarme siendo mejor persona que cuando me levanté. Algo difícil a veces, mucho, pero el empeño y la intención diaria no me faltan. Empatía, cordialidad, asertividad y dignidad son cualidades difíciles de encontrar en un mundo tan mediatizado, politizado y donde el interés personal subyuga habitualmente al general. Tarea de todos es hacer el mundo tan habitable como para que sigamos creyendo en el ser humano.
Tus proyectos inmediatos: En lo literario, por supuesto, seguir leyendo y escribiendo. En lo personal no pido demasiado, hacer que mi despacho profesional siga creciendo y disfrutar de las pequeñas cosas que me hacen feliz.
