LEXICÓN, en una palabra, es un juego y yo la doy de que sus juegos, velados o no velados, no son más que palabras a juego que, noveladas, en las veladas se vuelven sueños.
Mario Páez, La Coruña 1959. «Año de nacimiento impar porque para mí, indiscutiblemente, no habrá otro igual. La palabra es acogedora. Las palabras son como un bálsamo. La literatura es necesaria como el aire, la compañía, la soledad, la belleza, la ternura, la muerte. Si lo piensas no tiene otro sentido más que el de pasar el tiempo. Para aclarar los ojos nublados y ver alguna de las mil fuentes que fluyen ocultas en el desierto. Para tratar de que, tras nuestros pasos, no vuelva a cerrarse la maleza sin dejar un rastro. Para soñar que podemos alcanzar a la paloma. Para buscar el alivio del corazón mientras la rama del olivo mira cómo declina la luz del cielo y, en algún lugar, alguien pinta violines rotos».