¿Qué ocurre cuando la esperanza, en vez de ayudar, te aprisiona, cegándote, sin dejarte respirar? Este es un viaje desde una infancia que va matando, una a una y todas a la vez, las ilusiones que sostenían el telón que cubría el mundo real. Y cuando cae el telón se observa una danza, triste y hermosa, entre el miedo y los fantasmas que le dan voz, cerrando el paso. La adolescencia es caos, es negación pero, de alguna manera, la entrada a la vida adulta permite sortearlos hacia una reconciliación con la esperanza.
Marina Gamazo (León, 2002). Cuando era pequeña leía cuentos del revés inventando mundos, pero no descubre la escritura hasta la adolescencia. Fue por casualidad, como todos los grandes descubrimientos, como caballo de batalla ante un verano cálido y tedioso. Fiel a su afán de no olvidar, eligió los estudios de Historia en la universidad. En la obra que aquí se presenta deja volar sus miedos y deseos sobre las alas de la imaginación.