Manuel Antonio Palomino, autor del libro La casa del cielo azul, Editorial Adarve, editoriales que aceptan manuscritosResido en Alcalá de Henares desde hace más de 20 años. Es una ciudad cautivadora Patrimonio de la Humanidad y esencialmente literaria, no solo por ser la cuna de Cervantes, sino porque cada año en el Paraninfo de su Universidad se entrega el premio más importante de la literatura española, El Cervantes. Tengo 58 años, casado, una hija adolescente y tres mascotas. Max, un perro-gato pequeño, negro y peludo y dos gatos-perros, Simba y Yang, los tres están tan unidos que hay una fina línea que diluye sus especies.

Nací en Santiago de Chile, de padre madrileño y madre valdiviana. Soy el hijo menor y tengo dos hermanas. Tuve una infancia feliz y aunque en los primeros años de vida vivíamos en el centro de Santiago, muy cerca de “La Moneda” el palacio presidencial, mi niñez estuvo rodeada de naturaleza. Allí construí mis primeras historias y aventuras, mientras correteaba entre los árboles cogiendo fruta fresca o persiguiendo a los insectos y pájaros que luego acompañarían mis relatos. Mi niñez tuvo todos los elementos idóneos para mi desarrollo como escritor, no obstante, estuvo también marcada por la ausencia de mi padre, que murió cuando era pequeño.

Cursé mis estudios primarios y secundarios en colegios e institutos públicos. Luego ingresé en la Universidad a estudiar Pedagogía General Básica para convertirme en maestro de primaria. En mi etapa de estudiante universitario participé en múltiples talleres literarios y de teatro. Fueron años de intensa búsqueda por intrincados laberintos en los que perseguíamos descifrar las metafóricas instancias de vida y las verdades de mi propia existencia, tal como lo hace cualquier joven con inquietudes de explorar el mundo que le rodea.

Mi trabajo como funcionario público no está relacionado con las letras, sin embargo, desde que cursé mis estudios en la Universidad Metropolitana de la Ciencias de la Educación en Santiago de Chile, siempre he estado conectado con las artes; ya sea pintando o escribiendo obras de teatro, poesía, relatos cortos y cuentos.  A lo largo de mi vida la inquietud literaria me ha perseguido y he seguido escribiendo. He tenido paréntesis debido a las vicisitudes de la vida, siendo los últimos años los más fértiles en cuanto poesía, cuentos y relatos cortos. He logrado terminar mi primera novela que llevaba un tiempo esperando volar cual mariposa en la etapa crisálida y ya en el 2023 ha surgido la metamorfosis y se ha publicado mi libro La Casa del Cielo Azul, por la editorial Adarve.

Aficiones: De las reminiscencias de mi niñez tengo la necesidad de conectar con la naturaleza y sentir los sonidos naturales y el aire fresco en mi rostro, por ello suelo montar en bicicleta por caminos y senderos. Me encanta viajar, conocer nuevos países, ciudades, con sus características singulares que reflejan la riqueza propia del lugar y otras personas con sus diversas culturas. Ir al cine o ver una buena película en casa junto a mi familia, me gusta mucho el teatro. Mi refugio constante es la literatura donde también me siento libre y expectante con la curiosidad de un niño para explorar mundos, situaciones y personajes que me cautiven y me hagan reflexionar.

Rasgo más sobresaliente de tu personalidad: Me considero una persona sensible, lo que me permite ser consciente de las emociones de los demás. Soy introvertido y tímido, pero esto no significa que no sea sociable, disfruto de mi familia y amigos. Procuro tener una vida sencilla, amigo de mis amigos. Soy muy intuitivo y observador, estoy atento a personas, situaciones que puedan inspirarme, como dice el dicho “el diablo está en los detalles”. Amante de los animales, siento predilección por los perros, pero desde pequeño también he estado rodeado de gatos, tortugas, hámster y con todos ellos he disfrutado cuidándolos y amándolos. Comprometido con causas sociales, me preocupa mi comunidad y mi entorno, me solidarizo con los más desfavorecidos, colaboro con diferentes asociaciones, como dijo Jean Paul Sartre, “El compromiso es un acto, no una palabra”.

Cuéntanos por qué decidiste ser escritor: No fue una decisión, sino más bien una necesidad de escribir, siempre tuve la inquietud de plasmar lo que sentía, aflorar lo que mis emociones transmitían, tal vez, una forma de liberación de todo lo que crecía en mi interior.

Autores preferidos y por qué: Siempre me han cautivado los escritores latinoamericanos, el realismo mágico de García Márquez e Isabel Allende, Julio Cortázar, Borges, Carpentier o Rulfo entre otros. En poesía, Gabriela Mistral, estuvo presente en mi etapa escolar y Pablo Neruda en mis años de juventud, luego mi descubrimiento universitario fue Vicente Huidobro. La verdad es que me emocionó el creacionismo con sus fluctuaciones estéticas, sus metáforas y los caligramas que otorgaban los efectos visuales de sus versos.

En cuanto a la literatura europea me apasionaba Federico García Lorca, Antonio Machado, Franz Kafka y Guy de Maupassant, la literatura rusa del siglo XIX, autores como Gógol, Turguénev, Dostoyevski, Gorki, Chéjov, Tolstói o Pushkin con la novela realista, era el legado de mi abuelo, eran los autores con los que crecí, sobre todo en las largas tardes de invierno reunidos en familia.

La poesía y los relatos cortos son mis géneros preferidos.

Tu obra favorita de otro autor: Es difícil elegir una, ya que tengo varias favoritas, pero Cien Años de Soledad llegó en mi etapa de juventud con su inolvidable Macondo.

El Túnel de Ernesto Sábato, por su carga existencialista, me cautivó.

Crimen y Castigo de Dostoievski, me hizo sentir la culpabilidad y los cuentos de Antón Chéjov me atraparon en mi debilidad por los cuentos y relatos cortos.

1984 de George Orwell me ha impactado por la descripción de una sociedad que manipula la verdad y se hace un control masivo de las personas. He empatizado con el personaje de Winston a tal punto de sentirlo real. El tema de las novelas distópicas me atrae en particular, pienso que es un tema que refleja de alguna manera los temores de la sociedad actual, creo son metáforas que representan la realidad que espera a la humanidad, la deshumanización, la degradación, la falta de libertad; en definitiva, una advertencia o más bien una crítica sobre las tendencias políticas, económicas o tecnológicas actuales que podrían desembocar en una situación indeseable en el futuro.

Tu obra favorita de las que has escrito: Mi primera obra publicada, La casa del cielo Azul, novela en la que tenía la necesidad de cerrar un círculo personal, refleja un hito histórico configurado por las profundas transformaciones que marcaron la historia de América Latina en los últimos 50 años. Por lo demás, la novela no solo es mi voz a través de la mirada de un niño que despierta en medio de una dictadura militar, sino las voces de muchas personas que ya no están, que han desaparecido y que de alguna manera vienen a salvar aquellas imágenes que la vida se lleva.

Tu estilo literario: Mi estilo se enmarca en la novela realista con ciertos toques de surrealismo. Mi propuesta literaria es la mezcla de la narrativa con la poesía derivada de los acontecimientos internos del relato, la voz poética que a veces como lamento y otras veces como un grito de esperanza configuran una amalgama de componentes que erigen un sinnúmero de elementos que encuentran cabida en el lector como parte de su propia historia, ese es mi anhelo, compartir cada elemento en espacios comunes que nos acerquen y nos identifiquen en el mundo literario y el real.

Una cita de un autor que te guste: “Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma” Julio Cortázar

Obra en la que te encuentras trabajando en la actualidad: Actualmente estoy trabajando en un libro de relatos cortos que se centra en el mundo íntimo de las personas, ese espacio donde habita nuestra voz secreta y silenciosa, esa voz que a veces nos ayuda a tomar decisiones acertadas y otras veces se comporta de manera absurda y sin sentido. Los personajes se sumergen en un diálogo interior lleno de imaginación, desasosiego y anhelos.

Algo sobre tu manera de entender este mundo: Aunque he tenido una evolución en la manera de entender el mundo, sigo siendo en gran medida existencialista, procurando que mis acciones sean congruentes con mis creencias y anhelos. El mundo se sostiene con un ingrediente frágil y a la vez poderoso y resistente: El amor.

Tus proyectos inmediatos: Acabar el libro de relatos cortos y centrarme en un poemario. Tengo proyecto de viaje con amigos a Grecia e Italia. Además, siento la necesidad de pasar unas temporadas a orillas del Mediterráneo.

 

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