Holguín, Cuba, 1959.
Creció entre libros y poemas. Licenciado en Educación (especializado en Matemáticas), fue profesor desde los 15 años. Hasta el momento ha publicado dos libros de memorias: Adoctrinado, sobre la educación socialista, y Balsero Cubano 1994, en el que narra su escape de la isla caribeña en una balsa, tras el que estuvo un año internado en la base norteamericana de Guantánamo. Además, ha escrito cuentos para niños y novelas de ficción para jóvenes y adultos. El amor por Cuba y sus raíces lo mueven a escribir para curarse de la nostalgia del exilio. Vive en Florida desde 1995 con su esposa Ana, también escritora.

Soy un cubano nacido justamente con la llamada “revolución” comunista en 1959. Desde mi infancia, me tocó vivir en medio de carencias y miedos, en el seno de una familia trabajadora, en un pequeño pueblo con un central azucarero.
Durante mi niñez rural, tuve la oportunidad de leer muchos libros maravillosos que mi madre guardaba y que alimentaron en mi una curiosidad extrema sobre la historia, las ciencias, las aventuras y hasta inevitables choques culturales y políticos derivados de nuestra experiencia con cambios radicales, improvisados, forzados y hasta absurdos.
Estudié mis años de escuela secundaria en La Habana, en un régimen interno con disciplina cuasi-militar, donde éramos obligados a marchar como soldados, a la vez que recibimos todo el peso del adoctrinamiento estatal, concebido al estilo soviético para formar al “hombre nuevo” – un ser obediente y servil, que fuese capaz de defender al régimen hasta con su vida.
Estudié Matemáticas y me hice maestro,desde los 15 años en un programa de estudio y trabajo, creado para enfrentar la escasez de educadores en los años 70. Me gradué de Licenciado en Educación en 1981, cuando ya mi disidencia había madurado y necesitaba un cambio radical.
Escribí mi primer libro de críticas y comparaciones del sistema socialista cubano, cuando mis frustraciones hicieron desbordar mi capacidad de soportar más. Fue entonces cuando comencé a preparar una salida ilegal del país, la cual se frustró.
En 1993 fui expulsado de mi trabajo de Jefe de Cátedra de Matemáticas en un Instituto Preuniversitario Élite de mi ciudad de Holguín, debido a otra salida ilegal frustrada, cuando estuve preso y fui interrogado por varios días. Finalmente pude salir de Cuba en una balsa un año después, y luego de tres días y medio en el mar, fuimos rescatados por los Guardacostas norteamericanos y, oh destino, enviados a la base naval de Guantánamo Bay. Allí sufrimos todo un año de espera colmado de incertidumbre, en medio de negociaciones políticas, rumores perniciosos y ansiedad. En varias ocasiones hubo protestas pacíficas y también disturbios violentos, producto de las mismas condiciones de nuestro encierro sin ver la luz al otro lado de aquel oscuro túnel.
Escribí mis memorias de aquel “viaje de resurrección,” desde los umbrales de la muerte en la isla, hasta la completa redención en tierras de libertad. Fueron 53 semanas de inmerecidas penurias e injusto encierro. Así nació el libro “BALSERO CUBANO 1994,” el cual solo pude transcribir, editar y publicar en tiempos de pandemia, en 2020.
También conseguí completar mi libro de memorias “ADOCTRINADO,” que relata en detalles la vida en Cuba, la educación estalinista y todos los sacrificios de mi niñez y juventud en aquella época infame. Fue como una recreación actualizada de mi primer libro escrito en Cuba, el cual logré sacar, pero que se extravió durante mi travesía a Guantánamo.
Comencé entonces a incursionar en la novela de ficción histórica, donde se mezclan personajes imaginarios, con otros reales en medio de salsas creadas y mezcladas con otros adobos tomados de la realidad histórica y social de la isla. “GATO CON SANGRE DE RATÓN” -finalista en el Concurso Hispania de Novela de Ficción Histórica y parte de la Colección Imperium de esta Editorial- es la historia de un personaje convertido desde adolescente, en informante de la policía política del régimen cubano. Llena de aventuras y operaciones encubiertas, expone la triste realidad de un sujeto despreciable, un chivato narcisista y abusador de mujeres, que acaba siendo presa de sus propias conductas violentas y abusivas.
Mi subsiguiente entrega, “ALEJANDRITO VIAJA A CUBA” es un vívido ejemplo de las aventuras ficticias de un adolescente cubano que regresa a visitar a sus abuelos después de varios años exiliado. Es el mismo Alejandrito, quien relata sus peripecias en la isla, comparando los hechos y situaciones que encuentra a diario, con las historias que su mamá le había contado a lo largo de ocho años.
Es una historia para adolescentes y adultos que conozcan o quieran conocer la verdadera Cuba socialista desde el punto de vista de un niño forzosamente exiliado. Es muy difícil tener que huir de tu patria, de tus raíces, de tus tradiciones. Es muy duro vivir aquel proceso de adaptación y aprendizaje, en un país diferente, hablando una lengua distinta y tener que rendirte a la distancia y la nostalgia. Mi abuelo paterno, José, emigró a principios del siglo pasado, huyendo de la guerra en España. Nunca regresó. Nunca se comunicó con sus familiares en Ourense. Nunca nos habló de ellos.
A los cubanos nos ha tocado la mala suerte de haber permitido que nuestra hermosa isla haya sido secuestrada, violada y despojada de todas sus tradiciones y riquezas. Veo a Cuba como un moderno Israel, errando por todo el mundo sin encontrar la tierra prometida. Y considero a mi sufrida isla como un trampolín al cielo, por aquel verso bíblico de “bienaventurados los que sufren, porque de ellos será el reino de los cielos”.

Mi último libro fue otra novela de ficción, que intenta relatar y explicar los orígenes de la prostitución como medio para emigrar. Miles de jóvenes, mayormente del sexo femenino, vendían sus cuerpos a los turistas extranjeros con la esperanza secreta de escapar del país. La emigración legal estaba cerrada y la miserable vida las obligaba a buscar soluciones sin importar los límites morales. “JINETERAS, S.A.” es la historia de una de ellas, que creó una real sociedad comercial, enriqueciéndose mientras soñaba con su príncipe azul europeo. Puedo decir que no me enorgullezco de haberla escrito, pues la mayoría no lo hacía por libre elección, sino por extrema necesidad, y cuento con varias decenas de conocidas que de una forma u otra, “jinetearon” para emigrar. Todos pueden ser adquiridos en la plataforma de Amazon.
Ahora que estoy retirado, me siento orgulloso de ver a mis hijos y a mis 10 nietos viviendo y disfrutando en plena libertad, gracias a mi sacrificio de hace 30 años. En un futuro muy lejano quiero visitar España. Tengo varios amigos cubanos allá y en toda Europa.
Espero con todos los deseos de mi alma que Cuba vuelva a ser un país libre y democrático. No quisiera morir sin ver este sueño hecho realidad. Todo cuanto escribo es motivado por mi amor y mi nostalgia por mi patria secuestrada, violada y convertida en un infierno criminal y absurdo.
Me encanta la historia, mejor mientras más antigua. Mis lecturas preferidas siempre tienen que ver con Cuba: “Viaje al corazón de Cuba” de Carlos Alberto Montaner, por su prosa incisiva y su estilo netamente cubano. “Como cayó la noche” de Huber Matos; un recuento envidiable de los bandazos del dictador cubano para hundir a una hermosa república en una terrible oscuridad. Y finalmente, las memorias críticas de Reinaldo Arenas “Antes que anochezca», donde relata sus encontronazos con la ideología comunista, el autoritarismo y las improvisaciones de las autoridades culturales, políticas y sociales. Reinaldo nunca sintió miedo de los dictadores y sus sabuesos. Sufrió todo tipo de vejaciones hasta que consiguió refugiarse en el exilio. Murió pobre y desamparado, sin poder ver la tan anhelada luz del día.
Tengo decenas de escritos y poemas que pretendo publicar en forma de compendio de mi obra en prosa y verso. Este va a ser mi último trabajo antes de cumplir con mis sueños de desgastarme viajando, haciendo honor al apodo con el que mi hermana María Fermina me bautizó durante mis años de intentos de salidas ilegales, no escapando de Cuba, sino del comunismo degradante e indignante al que ha sido sometida mi maravillosa isla: Pánfilo de Narvaez.
Mucho orgullo de mi esposo. ¡Que suerte nos encontrarnos por aquí!
Pánfilo querido me ha emocionado mucho leer tu historia y hasta que aparezca mi nombre, fue gratificante. Espero algún día no muy lejano poder leer todos tus libros. Te amo mucho “Gordito”