Soy de la ciudad de todos. Nací en Madrid en 1966. Creo que ser madrileño de carné me privó del placer de serlo por elección, que casi tiene más valor. Vivo en pareja y no me reproduzco en cautividad.

Aunque siempre se termina perdiendo, los dioses han sido benévolos y, por ahora, voy empatando a la vida. Enamorado de la literatura y el cine, por inutilidad y descarte, siempre supe que me ganaría la vida escribiendo. Estudié periodismo cuando eso no era noticia y fui friqui cuando la palabra ni se escribía así ni era un elogio. Pasé mis ratos de ocio leyendo libros y comics -costumbre que mantengo a día de hoy- y paseando por campos y ciudades. Si caminar te aleja de la muerte, también te acerca a ti mismo. Tuve la suerte de trabajar temporalmente en grandes empresas periodísticas como El País, El Mundo o Antena 3 y también en periódicos pequeñitos del ámbito local. En la actualidad, me dedico a la comunicación institucional. Y ahora, por alineación de los astros y conveniencia personal, he decidido publicar mis poemas.

Aficiones: la literatura, el cine, los comics, los viajes, el senderismo, las conversaciones, la introspección, el sofá, el deporte, la comida, la comida, la comida…

Rasgo más sobresaliente de tu personalidad: Antes que tener rasgos sobresalientes me conformo con que sean notables. Lo curioso es que, siendo sordo, la gente dice que sé escuchar. Estoy intentando superar mi concepto de exclusivista de manada con las personas cercanas y de absoluta indiferencia por el resto. Mi modo de contribuir para hacer brillar un equipo es trabajar solo.

Cuéntanos por qué decidiste ser escritor: Por la posibilidad de vertebrar tu imaginación con las palabras. Esa podría ser la respuesta oficial. La oficiosa es que es lo que menos mal se me da.

Autores preferidos y por qué: Entendiendo autor como creador artístico, me han influido muchos y desde muchos lenguajes. Ya sea la poesía, el cómic, el cine, la radio o la publicidad. Al margen de los gigantes insoslayables como Homero, Cervantes o Shakespeare, disfruto mucho con trabajos honestos y de calidad y con autores como Sandor Maraai, Almudena Grandes, Conan Doyle, o Arturo Pérez-Reverte. En mi concepción de la poesía, las aportaciones no solo tienen que llegar desde otras obras poéticas sino desde cualquier estímulo expresivo que encierre belleza. No obstante, hay universos deslumbrantes como los de Pizarnik, Quasimodo, Plath, Stadler, Lorca…

Tu obra favorita de otro autor: Cero originalidad: El Quijote. En él está todo. Fue, es y seguirá siendo la obra literaria más moderna en la historia de la literatura. En sus páginas está lo que hubo, lo que hay y lo que habrá. Por personajes, por estilo, por historia… por supuesto. Y siempre, Macbeth y La Odisea.

Tu obra favorita de las que has escrito: Efecto preverso, al ser el primer poemario y el resultado de lo que se entiende por búsqueda de una voz propia, siempre será especial. Durante su elaboración descubrí que la poesía es el periodismo de la imaginación.

Tu estilo literario: Me gusta -desde el respeto más absoluto- el bastardeo de los géneros y la meta literatura, sacudir los roles de escritor y lector con algunos guiños, quitar importancia a que todo es absolutamente imprescindible y viceversa.

Una cita de un autor que te guste: la trilogía áurea del pensamiento estoico (Marco Aurelio, Epicteto y Séneca) o cualquier de teatro de Valle-inclán pero hay una que me gusta especialmente de Sherlock Holmes: The game is afoot! (¡Empieza el juego!).

Obra en la que te encuentras trabajando en la actualidad: Efecto preverso está concebida como la primera parte de una trilogía. Tengo muy avanzada ya la segunda obra, que espero vea la luz a finales de este año.

Algo sobre tu manera de entender este mundo: No entiendo el mundo. Con los años, te das cuenta de que no tienes las respuestas, pero puedes intentar plantear las preguntas adecuadas. Por seguir con los estoicos, intento no preocuparme por lo que no depende de mí e identificar y ocuparme de lo que sí.

Tus proyectos inmediatos: Ver dónde me lleva esta aventura poética, que actualmente me está deparando muchas satisfacciones. Y en lo personal, no avergonzar mucho ni a mi yo de ocho años ni al de ochenta.