Juan Salvador del Cerro

 

Vivo en un apartamento situado en la ciudad de Murcia, tengo 26 años y mi estado civil es “soltero”. Mi vida comenzó la madrugada del 7 de junio de 1995. Al poco de nacer, según me contaron mis padres, me dedicaba a observar a mi alrededor en silencio girando la cabeza hacia un lado y hacia el otro con los ojos abiertos como platos para no perder detalle, como si fuese una cámara de seguridad móvil. Supongo que, más que miedo, lo que sentí al venir al mundo fue una enorme curiosidad que, afortunadamente, me ha acompañado hasta el día de hoy.

Durante mi niñez empecé a tener mis primeros acercamientos hacia el mundo del arte, aunque mi pasión por las palabras llegaría más tarde. Mi primera afición fue el dibujo. Recuerdo cómo casi todos los viernes, después de cenar, cogía lápices, folios, etc., comenzaba a escuchar música y dibujaba hasta la madrugada sintiendo que el tiempo se consumía como un suspiro. Me encantaba dibujar, especialmente dragones (me fascinan desde que era muy pequeño). Ahora bien, los motivos de mis bocetos iban mucho más allá de estas criaturas legendarias, ¿Eh? Solía dibujar, además, caballos (con cabeza de dragón), lobos (con cabeza de dragón), hormigas (con cabeza de… ¿Lo adivinas?). Bromas aparte, también dibujaba castillos y paisajes, aunque en el plano pictórico mi hermano mayor siempre conseguía superarme.

Cuando tenía 10 años, entre otros acontecimientos, destaco el encuentro de ese misterioso ejemplar de color carmesí con filigranas doradas que resultó ser una antología de Antonio Machado. Por aquel entonces yo aún no escribía versos propios, pero me gustaba ir al colegio con el ejemplar bajo el hombro y regalar estrofas machadianas a mis compañeros y compañeras. También, por supuesto, a la chica que me gustaba (sí, cupido me lanzó su flecha antes de lo que cabría esperar, sin duda). Al margen de esto, mis actividades durante aquella etapa fueron de lo más convencionales: jugar algún partido por las tardes en el campo de fútbol del pueblo, saltar montículos de arena con la bicicleta hasta acabar clavando los dientes contra el suelo, hacer viajes con mi familia al mar o a la montaña… ¡Qué recuerdos!

A los 12 años comencé a desarrollar mi creatividad literaria tomando como base mis sentimientos y experiencias. Me sorprende la convicción con la que llegué a creer que, para poder escribir, necesitaba tener una musa, como los poetas clásicos. Tal era ese convencimiento que realmente era incapaz de escribir si no sentía ese poderoso estímulo que llegaron a despertarme en ocasiones. Esa es la razón fundamental por la que la mayor parte de mis poesías de adolescencia giran en torno al tópico del amor o la ausencia de él. Con todo, escribí además algún relato y otra clase de composiciones. En esta etapa comenzó a aflorar también, paralelamente al deseo de ser escritor, el de ser profesor de Lengua Castellana y Literatura. Por ende, cuando acabé el bachillerato, no me resultó difícil decidir qué trayectoria seguiría después.

Murcia

Al comenzar la universidad, mi vida experimentó un cambio enorme. Hasta ese momento, mi día a día había transcurrido, salvo determinadas excepciones, en el pueblo que me vio crecer. Con esa nueva etapa, en cambio, empecé a frecuentar la ciudad de Murcia desde el amanecer hasta el atardecer. La solemnidad que me transmitía la universidad, la multiplicidad de culturas e idiomas que se entremezclaban en sus pasillos y también en las calles del centro urbano con la llegada del alumnado extranjero, la gran cantidad de cafeterías y parques que aún debía descubrir, la catedral, que tenía el placer de ver cada mañana al dirigirme a la Facultad de Letras… En fin, todo ello (así como la etapa en que cursé el Máster de Formación del Profesorado) determinó la persona que soy a día de hoy. Mi deseo de ser profesor, el de aprender idiomas para derribar las barreras lingüísticas y el de lograr llegar a las personas también a través de mis escritos, entre otros, fueron desarrollándose y, afortunadamente, en la actualidad los tengo más presentes que nunca. Al fin y al cabo, tres de mis mayores aspiraciones son ser profesor de Lengua Castellana y Literatura (soy opositor), ser un escritor más cercano y prolífico y conocer en profundidad los idiomas y las culturas que tengo pendientes.

 Aficiones: Entre mis aficiones, destaco las siguientes:

La escritura: esta afición va más allá de la lírica, pues incluyo la confección de microrrelatos, relatos cortos, cartas que intercambio con amistades de otros países, canciones, etc.

La lectura: pocas actividades me hacen disfrutar tanto como el hecho de leer, especialmente si se trata de poemas o de narraciones que encierren misterios y secretos, viajes y aventuras, civilizaciones y tesoros por descubrir, etc.

Los idiomas: siempre busco la ocasión para practicarlos, ya sea conversando con amigos, viendo películas sin doblajes, utilizando aplicaciones orientadas a este fin, leyendo libros en otros idiomas, etc.

El deporte: la actividad deportiva (concretamente, salir a correr) es esencial para mí. Gracias a ella estoy siempre un paso más cerca de mantener una vida saludable y, además, al practicarla logro desconectar de los problemas, de los estudios, etc. y focalizarme más en el presente, en el “aquí y ahora”, algo que me gustaría aplicar a todas las demás facetas de mi vida.

 Viajar: hasta la fecha, he logrado satisfacer en gran medida esta afición gracias a los viajes que he realizado con mi familia, con amigos o en solitario, pero aspiro a cruzar las fronteras nacionales y a llevar esta faceta más allá tan pronto como sea posible.

La fotografía: mis nociones sobre fotografía son muy básicas y no dispongo de un equipo de fotografía profesional, en absoluto, pero soy igualmente aficionado a realizar capturas de paisajes rústicos y urbanos, de animales, etc. e inmortalizar instantes únicos.

Rasgo más sobresaliente de tu personalidad: Hay algunos aspectos de mi personalidad que siempre me han caracterizado y otros que dejaron de hacerlo. Entre otros muchos, siendo muy sincero, destaco los siguientes:

Introversión: Siempre he sido una persona muy introvertida, reservada, con considerables dificultades para relacionarme con los demás (pues siempre intentaba pasar desapercibido). Ahora bien, con el tiempo comprendí que para conectar con las personas es necesario abrirse más con los demás, ser menos hermético, de modo que he ido cambiando eso poco a poco.

Perfeccionismo: soy una persona bastante perfeccionista, inconformista (a veces demasiado), un rasgo que no siempre me ha reportado algo positivo. En ocasiones, en mi afán por conseguir el resultado que considero “perfecto”, he perdido de vista otras variables, como el tiempo o los recursos, y el resultado final no ha sido el esperado. Es otro aspecto en el que sigo trabajando.

Confianza: la confianza es muy importante para mí. Por esa razón, las personas en las que decido confiar son fundamentales en mi vida y, en virtud de ellas, voy creciendo y definiéndome.

Sensibilidad: se trata de otro de los rasgos que me caracterizan, aunque procuro canalizarlo a través de la literatura y complementarlo con mi tendencia a la reflexión, a la introspección.

 Espíritu de aventura: con el paso del tiempo voy teniendo más y más claro que uno de los aspectos que más me definen es ese deseo de trascender todas las barreras que se presentan y descubrir qué hay más allá. Por ello, junto con mi pretensión de romper las barreras lingüísticas voy alimentando un enorme anhelo de emprender nuevos viajes que me lleven lejos, que me hagan vivir aventuras que me descubran realidades que a día de hoy ni siquiera alcanzo a imaginar.

 Cuéntanos por qué decidiste ser escritor/a: La razón por la que decidí ser escritor fue, en un primer momento, la necesidad de canalizar mis sentimientos y emociones, pero más tarde se impuso el deseo de llegar a más y más personas. Desde los 12 años hasta ahora he podido ver cómo las palabras crean o destruyen (según el uso que se haga de ellas) las relaciones entre los seres humanos. Sin importar de qué extremo del planeta somos, el mundo de las letras se presenta como un refugio universal que nos acoge a todos, un refugio en el que compartimos experiencias, sentimientos, emociones, aprendizajes, consejos, anécdotas, reflexiones, etc. y nos vamos construyendo, creciendo juntos, abrazando las semejanzas e ignorando las diferencias y los prejuicios. Participar de todo ello ha sido siempre un privilegio para mí y llegar a ser escritor y hacer de la palabra el centro de mi trayectoria siempre fue, a mis ojos, un sueño muy, muy valioso.

Garcilaso de la Vega

Autores preferidos y por qué: Entre mis autores favoritos, destaco a los siguientes:

Garcilaso de la Vega: en relación con la poesía, mi gusto por la lírica nació y creció con Antonio Machado, pero con el tiempo encontré en Garcilaso de la Vega mi mayor referente, el autor áureo, clásico y brillante que aspiraba a ser.

Alexandre Dumas: en el campo de la prosa, las novelas atribuidas a este autor han sido para mí verdaderas joyas literarias. El Conde de Montecristo, obra que me regalaron mis padres, fue sin duda el primer libro capaz de sumergirme totalmente en el universo literario.

Arthur Conan Doyle: el descubrimiento de este autor gracias a Estudio en Escarlata (ejemplar que me regaló mi profesora Mercedes) fue otro hecho que marcó un antes y un después en mi trayectoria e, independientemente de que se trate de un personaje ficticio, siempre he sentido una gran admiración por la figura de Sherlock Holmes.

Tu obra favorita de otro autor: Si tuviera que destacar una obra sobre las que más me han gustado, probablemente sería El Conde de Montecristo, pues su protagonista, Edmundo Dantés, tras perderlo absolutamente todo víctima de una traición, consigue (con esfuerzo, dedicación y compromiso) sobreponerse a su situación, recuperar su libertad, viajar a diferentes puntos del mundo y aprender acerca de las más diversas y fascinantes culturas. Aunque no comparto todas las motivaciones de Edmundo, esta novela ha logrado hacerme reflexionar muchísimo durante su lectura.

 Tu obra favorita de las que has escrito: La única obra que he publicado hasta ahora es Vestigios de Erato, poemario que, sin lugar a dudas, será la obra más personal que escriba jamás. Es posible, no obstante, que en un futuro no muy lejano mi obra favorita pase a ser la novela de misterio que he empezado a escribir y en la que espero poder plasmar todo lo que siempre deseé encontrar en una obra de este género.

 Tu estilo literario: Paradójicamente, aunque mi única publicación es de poesía, considero que en esta nueva etapa de mi vida mi estilo está más orientado hacia la novela de misterio (el “thriller”) y, aunque en menor medida, también hacia la novela de aventuras.

Una cita de un autor que te guste: «Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo.» (Aristóteles)

Obra en la que te encuentras trabajando en la actualidad: Actualmente estoy trabajando en una novela juvenil de misterio cuyo título provisional es El legado de Jade. La historia comienza con el viaje que un matrimonio y su hija organizan para pasar las vacaciones de verano. El padre es un escritor de renombre. Sin embargo, desde hace dos años no consigue avanzar con su nueva novela. Por ello, él y su mujer deciden elegir como destino vacacional una pintoresca mansión reformada rodeada de naturaleza. Ambos tienen la esperanza de que aquel paraje estimule su creatividad y le proporcione la inspiración que necesita. No obstante, lo que no saben es que, más allá de lo aparente, aquellos muros esconden una oscura verdad que jamás debería ser desvelada, un legado maldito que hará que sus vidas corran un grave peligro.

Algo sobre tu manera de entender este mundo: Con respecto a mi modo de entender el mundo, me gustaría compartir una pequeña valoración personal. En el pasado tuve una etapa en la que difícilmente lograba compartir mis sentimientos, emociones y experiencias con otras personas. Pensaba que el hecho de exponerme de ese modo me hacía más vulnerable. Por eso, por ejemplo, mantenía mis poemas en secreto y procuraba hacer todo lo posible de forma individual. Sin embargo, gracias a determinadas personas, con el tiempo he ido descubriendo que en realidad la confianza en quienes desean acompañarnos en nuestro día a día es una de nuestras mayores fortalezas, y que el hecho de implicarnos con los demás, de conectar y de compartir experiencias, proyectos, intereses, etc. es lo que realmente mueve el mundo. El mío, sin ir más lejos, ha cambiado mucho cada vez que he decidido derribar las barreras psicológicas, emocionales, etc. que me separaban de los demás. Por eso, mi modo de entender el medio que nos rodea no contempla ya una realidad en la que todos nos movemos buscando exclusivamente nuestro propio beneficio; al contrario, mi experiencia vital me ha enseñado que nada nos enriquece más que colaborar juntos y compartir con las personas que lo merecen lo mejor que podemos ofrecerles. Por eso intento siempre involucrarme con quienes han dejado de manifiesto que están ahí para mí.

Tus proyectos inmediatos: Mis principales proyectos a corto y medio plazo son escribir El legado de Jade, mejorar mi nivel de inglés e italiano (el francés tendrá que esperar un poco más), encontrar un nuevo trabajo, continuar con mis estudios (no sin razón dicen que la formación es un proceso que dura toda la vida) y, si las circunstancias lo permiten, hacer un pequeño viaje.

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