Funcionario del Estado, es autor de cuatro novelas: Hijos de los hombres (Ed. Atlantis, 2018), Tierra de hidalgos (Ed. Camelot, 2019), finalista del VI Premio Internacional de Novela Histórica Alexandre Dumas, La sombra de Bonnie Blue (Ed. Libros Indie, 2021) y Ruinas (Ed. Maluma, 2021). Ha participado en la antología de relatos Viajes hacia la imaginación (Ed. Maluma, 2020) y de poesía Poetas nocturnos. Entre sus galardones: I Premio Asociación Cultural Goya (1997) y XIV Premio Hislibris de Relato Histórico (2022). También ha sido finalista del II Premio de Microrrelatos Universo de libros y publicado microrrelatos tanto en la revista española Pluma y pincel como en las latinoamericanas La sirena varada, Nocturnario, Plumas o Artes escénicas San Luis Potosí. Ocasionalmente publica artículos en El Diario Montañés. La obra que aquí se presenta resultó finalista del XI Premio de Novela Histórica Ciudad de Úbeda y fue seleccionada entre las mejores obras del Premio Hispania de Novela Histórica.

Mi nombre es Javier Santos. Soy un santanderino cosecha del 64, divorciado y orgulloso padre de tres hijos. Fanático del deporte, es difícil encontrar alguno que no haya practicado en mayor o menor medida o, por mejor decir, con más o menos habilidad. Mis otras grandes pasiones son viajar, la literatura y, evidentemente, escribir, cosa a la que me he dedicado estos últimos años con dos de mis rasgos de personalidad más sobresalientes: la hiperactividad y el desorden

Como autor, he sido intermitente. Mi primera publicación fueron unos versos cuando tenía catorce años. Tendría veintinueve cuando gané mi primer premio de relato convocado por la Asociación Cultural Tertulia Goya. Al año siguiente ganaría la convocatoria de cuento infantil de esta misma asociación. Como dije, como escritor he aparecido y desaparecido. Tras estos premios aprobé una oposición, me casé, tuve hijos…No fue hasta el 2018 que no publiqué mi primera novela ”Hijos de los hombres”. Ese mismo año mi segunda novela ”Tierra de hidalgos” Edit Camelot, quedó finalista del VI premio internacional de novela histórica Alexandre Dumas. Publiqué varios microrrelatos y poesías tanto en revistas españolas: “Pluma y pincel”, como extranjeras “La sirena varada” “Nocturnario” “Poetas nocturnos”…. Con mis dos obras posteriores, cambié de género y me pasé  a la novela negra ”La sombra de Bonnie Blue” Edit. Libros Indie 2021 y “Ruinas” Edit Maluma. En 2022 gané el XIV premio Hislibris de relato histórico y quedé finalista del XI premio Ciudad de Úbeda con mi última obra publicada “Aventuras y pecados del desventurado Juan Arrapiezo” la cual fue igualmente seleccionada en el X premio Hispania convocado por esta editorial.

A todos aquellos que nos damos a la escritura, llega siempre un momento en que alguien nos pregunta que por qué escribimos. Es un tema recurrente. Y es una pregunta sin posible respuesta, no sé si es por gusto, por necesidad, por ego…por todas esas razones, en cierto modo. Quizá la más completa sea: por soledad. Y es que somos gentes extrañas los que nos denominamos, no sin pudor, escritores, gentes con un pie en la luna y otro en la tierra, y eso en el mejor de los casos.

Un claro ejemplo de esto que digo serían mis autores de cabecera. Seres tan extraños y confusos que incluso, en ocasiones, son anónimos. Genios sin nombre. Seres perdidos en el pasado y que, sin quizá pretenderlo, se convirtieron en eternos. Por encima de todo y de todos: Homero. Otros serían Sófocles,Jenofonte,César, Procopio, Lope de vega Cervantes, Quevedo, Shakespeare… Nada original, pues. Educación Clásica que tanto me ha influenciado. Voltaire, Galdós, Verne… y más de nuestro tiempo: Dashiell Hammett, Mosley, Capote, Céline, Murakami, Cormac McArthy….Un gusto muy ecléptico el mío. Y me olvido de muchos. Espero me perdonen. El por qué he elegido estos nombres de entre tantos miles, se explica leyendo cualquiera de sus obras. La Ilíada, La guerra de las Galias, El Quijote, El buscón, Cándido, La vuelta al mundo en ochenta días, A sangre fría,  Viaje al fin de la noche, The road… Nada puedo decir yo que supere un simple instante inmerso en las páginas de cualquiera de estas novelas, aunque si debiera salvar una de entre todas, como si fuera un personaje de Farenheit 451, de Ray Bradbury, salvaría siempre, siempre, en cualquier circunstancia: La Ilíada. En esta obra cumbre, primigenia como las cuevas de Altamira, se medan cita la épica y la bajeza del ser humano. La soberbia de Agamenón, la rebeldía con este de un simple peón, Tersites, la ira fruto del dolor ante una pérdida de Aquiles, el honor y el amor de Héctor…Absolutamente todo lo que conforma la literatura.

pORTADA DEL LIBRO aVENTURAS Y PECADOS DEL DESVENTURADO jUAN aRRAPIEZO

En cuanto a lo que mí respecta, mis gustos tanto como lector como escritor son diversos. Escribo poesía, he escrito cuento infantil, microrrelato, relato… como novelista he publicado cinco obras yendo desde la novela negra la histórica. Nada que ver una con otra. Así y todo, si debiera elegir una de entre ellas, escogería ¨Aventuras y pecados del desventurado Juan Arrapiezo¨, y el por qué, es porque en ella he volcado todo aquello que me ha llevado a sentirme y convertirme en escritor: la épica de los clásicos; el estilo, válgame la audacia, de los autores del Siglo de Oro, en especial el género picaresco; Mi gusto por las lecturas de infancia aventurero y de capa y espada, Dumas, Salgari, Verne…, y, la historia como tal. Los tercios, las campañas contra el turco, la disputa por dominar el Mediterráneo etc.

Se me solicita una cita de un autor. Empresa complicada, pero si he de escoger una, seleccionaría una en concreto por cuanto la he convertido, hasta donde he sido capaz, en leit motiv de mi vida. Es una cita de un poeta afincado en Santander al que una vez le escuché decir de sí mismo en una charla de café que: ¨solo aspiraba a ser el más libre de los esclavos¨. Sentencia a la que todos debiéramos agarrarnos como bebés al pecho de su madre. Indica una forma de vida. La única sensata, a mi modo de entender.

En verdad todos somos esclavos en gran medida. Esclavos de nuestras ansias; de nuestras esperanzas y miedos; de nuestro hambre en el peor de los casos, de nuestra codicia en la peor de nuestra más oscura de las prioridades. Hasta donde me lo permite la mera supervivencia, apostato de ello. No con demasiado éxito, he de decir.

Para ir finalizando, por cuanto he dejado por escrito, mi proyecto más inmediato, es poner remedio a mi estado actual de… hastío generalizado.

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