Era del Atleti de Futre y de Schuster, era más de Paul Newman que de Robert Redford, era de don Vito Corleone, del Polanski de El Pianista y, aún más, del Roberto Begnini de La vida es bella y de El tigre y la nieve. Era más de Darry y Ponyboy que de Dallas y Soda. Era del Ché y de los Lakers de Magic…
El inspector de policía, Marco García, debía llevar al asesino a las dependencias policiales. Sin embargo, algo cambiará el rumbo de los acontecimientos; hastiado por la sociedad actual, la crisis, la falta de justicia, la corrupción y una situación personal complicada, decidirá actuar con determinación. El asesino y el inspector han desaparecido: a partir de aquí se emprenderá una búsqueda que nos va a llevar hasta las raíces del propio Marco, un personaje altamente empático que parece no encontrar sitio en un mundo que, a lo mejor, se le ha quedado demasiado pequeño.
Iván de la Mora García. Licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración, siempre ha mostrado una especial predilección por la literatura. Colaborador del diario El País, ha publicado diferentes artículos en este periódico nacional, entre los que destaca El dolor demanda respeto. Además, ha publicado en el diario El Mundo, Público, la Universidad de Santiago, el Real Instituto Elcano y diferentes medios. Entre sus reconocimientos, cabe destacar el concedido por la Cadena SER a Guardo instantes de una vida, en junio de 2011.