Mi nombre es Germán, tengo 30 años y no vivo en ningún lugar. Suena raro, pero así es. Hace casi cuatro años que viajo. Me muevo constantemente de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad. Esta entrevista la contesto desde Santa Teresa, Costa Rica, pero en breve seguiré camino hacia otro lugar. He vivido en lugares tan dispares como el Amazonas brasilero, Bogotá, Cusco, Ciudad de México, La Guajira, Panamá city, Pipa o Puerto viejo.
Familia. Clase media. Escuela. Universidad. Oficina. Traje. Zapatos. Transporte público. Impuestos. Relaciones fallidas. Renta. Horarios. Amigos. Dinero.
Mi vida se desarrollaba con una tranquilidad alarmante, todo iba de acuerdo al plan que alguien trazó para mí. Hasta que aparecieron ciertos libros en mi vida que me susurraron al oído «Tú no eres esto, sal a vivir tu vida. Escribe tu historia». Vaya cliché, ¿verdad? Pero la historia sigue.
Tomé el valor necesario y decidí abandonar todo y salir a recorrer el mundo con mi mochila. Mi vida anterior casi no la recuerdo. Entendí que no encajar está bien y a partir de ahí empecé a ser feliz todos los días de mi vida.
Aficiones: Las pasiones son lo que nos mantienen vivos y las tengo de amontones.
Viajar, leer, escribir, boxear, surfear, diseñar, la playa, la música, las mujeres, la cerveza, la vida, el café, el abrazo de un amigo, una risa compartida, el gol de mi equipo preferido, una caminata por la montaña, perderse, encontrarse, divagar en mis respuesta, hablar, escuchar, escribir de nuevo y la lista podría seguir.
Rasgo más sobresaliente de mi personalidad: Soy una persona bastante solitaria. Simple, creo que esa es mi mayor certeza y virtud. Lo demás tan solo lo sigo descubriendo día a día.
Por qué decidí ser escritor: Soy escritor y me ha costado mucho afrontarlo y digerirlo, porque no podría ser otra cosa, no tengo la capacidad de ser esposo o padre, ni siquiera he sido un gran hijo. Es simple. Algo dentro de mí me dice que llevar una vida normal me mataría demasiado rápido. Soy escritor porque estoy solo y si no lo fuese me atragantaría con mis propias palabras.
Deambulo con miles de últimas palabras en la boca. Escupiendo centenares de oraciones sobre lo que no he sido. Escribo porque las palabras son lo más parecido a un abrazo que tengo en mi vida. Duele escribir, duele leerse. Aun así, me pregunto: ¿qué otra cosa podría hacer?, «escritor» suena bastante bien.
Autores preferidos y por qué: Mis autores predilectos van cambiando constantemente, como mis gustos literarios. En este momento estoy enamorado de la dinástica Fante. John y su hijo Dan. Pero hace poco no podía vivir sin Murakami o Bukowski, y antes de eso, mis fundamentales habían sido Mario Mendoza y Orwell.
Tu obra favorita de otro autor: La obra que me hizo querer escribir fue sin duda Crónicas del ángel gris de Alejandro Dolina.
Tu obra favorita de las que has escrito: Días sin camino, mi última novela. Creo que en mi segundo libro recién pude abrirme realmente y expresar mi visión del mundo y de la sociedad moderna. Aprendí a escribir más simple y directo.
Tu estilo literario: Amo leer novelas. El realismo urbano me fascina. Historias reales de personas reales. Historias averiadas de personajes rotos. La literatura beat, sin darme cuenta, influyó mucho en mi forma de escribir. Oraciones cortas. Mensajes directos. Textos sin tanto perfume.
Una cita de un autor que te guste:
«Salgamos de una vez. Salgamos a buscar camorra, a defender causas nobles, a recobrar tiempos olvidados, a despilfarrar lo que hemos ahorrado, a luchar por amores imposibles. A que nos peguen, a que nos derroten, a que nos traicionen. Cualquier cosa es preferible a esa mediocridad eficiente, a esa miserable resignación que algunos llaman madurez».
Alejandro Dolina
Obra en la que te encuentras trabajando en la actualidad: Días de nada, segunda parte de la trilogía alcohólica y desesperada de Ian Giménez.
Aficiones: Escribo para gente que no lee, para que los borrachos, marginales y desdichados puedan identificarse con algo. Para que la literatura sea más que palabras bonitas bien ordenadas. Escribo para mostrar realidades.
Algo sobre tu manera de entender este mundo, tus proyectos inmediatos: En unas semanas viajare a Haití, a trabajar en un voluntariado e intentar terminar de escribir mi tercer novela, durante unos meses. Luego no lo sé, nunca he sido bueno haciendo planes.