Resido en Santiago de Compostela; soy historiador y escritor.
Aficiones: Viajar, la música, el arte y la literatura.
Rasgo más sobresaliente de tu personalidad: Aunque creo que es difícil e incluso vano el ejercicio de la autodefinición —la autobiografía forma parte de la ficción, no así el autorretrato pictórico cuando se trata de genios como Velázquez o Rembrandt—, diría que el orgullo es un rasgo que acepto; en el ámbito literario, poseo pinceladas de atrevimiento y reflexión, fruto de la voluntad y el trabajo.
Cuéntanos por qué decidiste ser escritor: Siempre son variadas las motivaciones, pero poseo una vena creativa que me impulsa a utilizar las herramientas con las que mejor me manejo. Mis primeras publicaciones son de ámbito académico y divulgativo, en relación con mi profesión, y con ellas continúo. Soy historiador de la cultura y trabajo habitualmente en aspectos relacionados con el mundo de las peregrinaciones jacobeas y la historia del arte. De ahí, a la necesidad de expresar esa pulsión creativa, va un paso.
Autores preferidos y por qué: Hay varios autores que me parecen magníficos y que han influido en mi forma de hacer literatura, impulsando un estilo que quiere ser propio, aunque las influencias se cuelan de modo espontáneo, y a veces se notan. Citaré a tres gallegos universales: Valle Inclán, por su preciosismo; Álvaro Cunqueiro, por su exquisitez y fantasía; y Camilo José Cela, por su prosa deslumbrante. Después no puedo dejar de citar a Juan Goytisolo, por la fuerza de su estilo; los genios del Boom latinoamericano: Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez, por su inmensa calidad literaria y humana; y el español Javier Marías, el mejor autor vivo.
Tu obra favorita de otro autor: Conversación en la catedral, de Mario Vargas Llosa. Es una gran obra de arte que obliga al lector a ejercitar su inteligencia con su espectacular estructura.
Tu obra favorita de las que has escrito: La luz dormida en el espejo (Santiago, Alvarellos Editora, 2013).
Tu estilo literario: En general mi obra literaria es ecléctica, mezcla de estilos, a excepción de la primera obra, La luz dormida en el espejo, que es una novela histórica pura, en la tradición de Memorias de Adriano, de Margerite Yourcenar; El viajero gastronírico presenta un mestizaje de novela histórica, de viajes y gastronómica, además de ser una delirante fantasía humorística, una suerte de realismo mágico en la tradición de Álvaro Cunqueiro; Los últimos días de Richmond Hall es novela contemporánea, una pieza literaria difícil de encuadrar, con pinceladas de novela histórica, novela rosa, erótica y sentimental. La obra inédita que ahora anda en busca de editor es un thriller, una novela de misterio y acción enmarcada en una estructura de road movie.
Una cita de un autor que te guste: En realidad no tengo ninguna cita favorita, es algo que rechazo por instinto; carezco de mitomanía en ese sentido; me gustan muchos autores pero no me fijo en ninguna frase en especial. No obstante, hay una cita apócrifa, falsamente atribuida a don Miguel de Cervantes, que siempre me ha gustado: «Ladran, Sancho, luego cabalgamos».
Obra en la que te encuentras trabajando en la actualidad: Una novela de misterio.
Algo sobre tu manera de entender este mundo: Difícil de sintetizar para un historiador que también es novelista, pero yo diría que entiendo el mundo desde un punto de vista muy particular, fruto de mi formación, experiencia y creencias, una cosmovisión que se nutre de lo divino y lo humano, de lo real y lo fantástico, y que se va forjando con optimismo y dedicación.
Tus proyectos inmediatos: Desde el punto de vista personal espero, como todo el mundo, que podamos superar la crisis sanitaria en la que estamos inmersos, para recuperar la antigua normalidad y abandonar para siempre ese eufemismo tristemente denominado «nueva normalidad». En el ámbito literario, estoy trabajando en una nueva novela que significa un reto desde el punto de vista de la historia que se cuenta; me preocupa el valor literario de todo lo que escribo, en especial el estilo y la calidad del texto. Pero también cuenta la trama, crear una historia atractiva, y esta vez me atrevo con un aspecto de la ciencia que es absolutamente desconocido para mí, pero sobre el que me documento exhaustivamente con los últimos artículos académicos; un método de trabajo igual al que empleo cuando me enfrento a hechos y detalles históricos, culturales y artísticos que aparecen en todas mis novelas.