Esteban Ullate, autor del libro Humanidad: fuerte, bella y funcional. Editoriales que aceptan manuscritosFue en el año 2008, después de divorciarme, cuando mis tíos me ofrecieron pasar el tiempo que considerase en su casa. Lo cierto es que necesitaba un cambio, así que acepté su propuesta y me vine con ellos aquí, a Madrid. Durante los primeros meses aparte de sentirme muy cómodo en la ciudad, establecí una gran complicidad con una persona que aunque ya la conocía de tiempo atrás, por la amistad que ella tenía con mi hermana, no había sido consciente de lo que en mí despertaba. Entre nosotros surgió una conexión como yo jamás había experimentado y sin darnos cuenta, floreció el amor. Decidimos casarnos. Lo hicimos por lo civil en el año 2011, en compañía de unos pocos allegados y tal y como en su día pensamos, actualmente seguimos juntos o mejor dicho, unidos.

Convivimos con dos perritos de raza chihuahua y tenemos presente a otro más, un bóxer atigrado que recogimos del refugio cuando iban a sacrificarlo a la edad de cinco años y que, aunque ya falleció, solemos recordarlo con frecuencia.

Actualmente tengo cincuenta y cinco años y a pesar de que en estos tiempos uno es considerado como obsoleto, yo me siento con la seguridad y confianza que solo se consigue con la experiencia.

Nací en la casa de mis padres, en Murchante, localidad de la Ribera de Navarra próxima a Tudela. Hijo de padre agricultor y de madre dedicada a sus labores, me crie en un hogar humilde en el que gracias al esfuerzo y la buena administración, nunca faltó de nada. Quiero mencionar que soy el pequeño de cuatro hermanos: una chica y tres chicos, y que como por aquel entonces era muy común heredar la ropa, solía decirle a mi hermano más próximo en edad lo mal que le sentaba una determinada prenda con la intención de que yo la pudiese disfrutar cuanto antes.

Estudié Educación General Básica en el colegio Mardones y Magaña de la citada localidad de Murchante. Recuerdo aquellos años con gran felicidad porque dedicábamos  mucho tiempo al juego tanto en el pueblo como en sus alrededores.

Seguidamente cursé estudios de Formación Profesional en la Escuela Técnico Industrial de Tudela obteniendo el título de Técnico Especialista. Fueron cinco años inolvidables en los que disfruté de unos compañeros extraordinarios, un profesorado inigualable y además en el aspecto humano, mi familia se encargó de que aprendiese la importancia del esfuerzo tanto mental como físico a la hora de conseguir lo que se desea o se necesita. Los veranos de aquellos tiempos eran, en base a lo mencionado, épocas en las que al igual que las hormiguitas almacenan alimentos para los duros meses del invierno, yo, aconsejado y guiado por mi familia, ganaba dinero trabajando en la construcción.

Al finalizar esta etapa y como resultado, por un lado, de la experiencia profesional lograda, y por otro, de la formación alcanzada, no tenía claro el seguir estudiando ya que había identificado distintas maneras de «ganarse la vida». Fue, por una parte, mi padre quien con su perseverancia en que solicitase las becas que tanto por mis notas como por nuestra situación familiar era más que probable que nos concediesen, y por la otra, mi hermano mayor que me nombró encargado de hormigonera (todo el día con la pala en pleno verano), los que me «dieron el empujoncito» que necesitaba para seguir formándome.

Así que tras tres años residiendo en Zaragoza en pisos de estudiantes y con un más que considerable esfuerzo sobre todo el primer año, obtuve después de realizar el proyecto de fin de carrera, el título de Ingeniero Técnico Industrial en Mecánica. Mi incorporación al mercado laboral fue muy rápida, antes incluso de acabar el citado proyecto. Empecé en una empresa perteneciente a una multinacional dedicada al sector de automoción. En poco tiempo, dadas mis habilidades para trabajar con las personas, ocupé un puesto de alta responsabilidad. Fue casi una década en la que realicé diferentes funciones adquiriendo también experiencia internacional. Todo ello, unido a mi esfuerzo personal, me permitió consolidar y engranar tanto la parte teórica como la práctica para llegar a ser un excelente conductor de equipos de trabajo, sin importar el nivel de los integrantes.

Ilusionado en conseguir la integración del trabajo y la familia, me embarqué en un proyecto que reunía las características necesarias para alcanzar mi meta. Al principio todo parecía ir como previsto pero un tiempo después, el barco hizo aguas por donde menos yo me esperaba. Así que me divorcié y hoy puedo decir que es lo mejor que me ha pasado en la vida ya que sin ello, no hubiese tomado la decisión de venir a vivir a Madrid y no estaría junto a la persona con la que hoy comparto mi vida.

Aficiones: De menor a mayor diré que me gustaba el fútbol pero desde que Johan Cruyff falleció, ya no es lo mismo. Me encanta el cine y como película a mencionar: “Love Kennedy”. También la lectura de la que hablaré más adelante y lo que más, relacionarme con las personas.

Rasgo más sobresaliente de tu personalidad: Incluso habiéndome demostrado que mis capacidades de liderazgo ocupan un papel muy destacable en mí, entiendo que la lealtad es el rasgo más sobresaliente de mi personalidad.

Cuéntanos por qué decidiste ser escritor:  A pesar de que mis hijas me decían que les encantaban los cuentos que de forma espontánea les relataba antes de dormir y que debía escribirlos, jamás me lo planteé ni tan siquiera como hobby. Fue mi esposa la que me animó allá por el año 2012 a comenzar a escribir. Me dijo que tanto mis experiencias como mi manera de contarlas, debían quedar plasmadas ya que podían ayudar a otras personas.

Autores preferidos y por qué: Tengo dos. En primer lugar, Marlo Morgan con su obra: “Voces del Desierto” y, en segundo, Mateo Godtool con su reciente tercer libro: “La Gran Verdad”. Sencillamente lo son por la conexión entre ellos y sus relatos. No es que hayan influido en mi manera de escribir pero sí que comparto con ambos dos el vínculo que se crea entre libro y autor.

Tu obra favorita de otro autor: Mi obra favorita es: “Voces del Desierto” porque me maravilló la manera de mostrarnos cómo deberíamos vivir.

Tu obra favorita de las que has escrito: “Vivencias con Mi Ángel” es la obra que ocupa el primer lugar. No llego a creerme que haya tenido el privilegio de vivir las experiencias que en ella relato.

Tu estilo literario: No es fácil porque nadie es cien por cien de algo pero diría que mi género está entre la narrativa y el ensayo ya que me gusta contar las vivencias a la vez que dar algún pequeño consejo en base a lo que mi experiencia me ha ido aportando. Procuro hacerlo en un lenguaje sencillo y alegre.

Una cita de un autor que te guste: “Cuando hayáis talado el último árbol, cuando hayáis secado el último río y cuando hayáis pescado el último pez, os daréis cuenta de que el dinero no se come”.

Algo sobre tu manera de entender este mundo: La clave está en que cada uno ocupe su lugar. Todo sería muy sencillo si permitiéramos que determinadas personas, esos Ángeles de carne y hueso que vemos cada día y que solo quieren pasar desapercibidos, ocupasen su lugar ya que son a ellos a los que deberíamos escuchar.

 Tus proyectos inmediatos: Soy muy activo y siempre ando con varias cosas entre manos pero lo que sí quiero compartir es mi compromiso de ser fiel a mi mismo que como sabe toda persona curtida en batallas, no es tarea fácil.

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