Actualmente resido en Buenos Aires, Argentina, aunque nací en la antigua Unión Soviética y viví una gran parte en Cuba, donde me formé como escritor y artista y tuve una hija. Tengo ahora 54 años, la misma edad en la que Lenin decidió hacer la revolución de Octubre y cambiar el curso de la historia. Soy soltero.
El lugar de mi nacimiento resultó ser una suerte de falla tectónica cultural, en la península de Crimea, a la que Homero llamó “el país de los cimerios”, adonde Odiseo fue a consultar el espíritu de Tiresias y los griegos posteriormente nombraron Taurida. Ahí el Imperio Romano instaló una guarnición militar en tiempos del rey Teodosio. Habitada por tártaros y judíos jasaras, tras integrar el Imperio Ruso en tiempos de Catalina la Grande, emperatriz ilustrada y amiga de Voltaire, hoy resulta ser la manzana de la discordia entre los pueblos rusos y ucranianos. Tengo ciudadanía rusa y cubana, la rusa por nacer en Yalta, ciudad que integra ahora el territorio de la Federación de Rusia, pero mi partida de nacimiento tengo que solicitarla a Ucrania, por estar inscrito en la ciudad de Odessa, donde mis padres vivían al estudiar en un mismo instituto. En Cuba terminé la Academia de Arte José Joaquín Tejada, con una tesis dedicada al uso de los fosfenos eléctricos en función de trasmitir información visual a personas invidentes. En 1990 probé con éxito un generador de fosfenos en niños ciegos de la Escuela Especial de Santiago de Cuba. Como artista plástico “involucioné” de la pintura abstracta y las instalaciones ambientales… hacia la pintura figurativa, con la que me di a conocer en Cuba y las principales capitales europeas. Normalmente los pintores se desarrollan al revés, empiezan como figurativos y luego se radicalizan hacia formas de arte más modernas. Mi pasión por la lectura empezó desde antes de aprender a leer, ya que mis padres me leían los libros de Andersen apenas aprendí a caminar, me condujo, como suele pasar, hacia la escritura, un hecho que fue además potenciado por la crisis económica que se inició en Cuba en los noventa, al escasear los materiales de arte lo que me urgió a preservar mis sentimientos e ideas por escrito, ya que siempre había un papel a mano donde anotarlo. Lo que seguiría a eso fueron los resultados en concursos literarios y la publicación de mis primeros libros en Cuba y luego en España. Aparte de ser un artista independiente y escritor, trabajé por diecisiete años como profesor de dibujo e historia del arte en una escuela para hijos de diplomáticos en la Habana. Aquí, en Argentina, tengo que resetear ahora mis hábitos y encontrar un nuevo trabajo, es lo que sucede cuando la gente emigra.
Aficiones: La principal afición es la fotografía, sobre todo de las cosas que suelen aparecer en el cielo en ocasiones. Igualmente me apasiona la parapsicología y el estudio de la toxicología como fenómeno social y cultural. Viaje varias veces a Oaxaca de Juárez siguiendo los senderos de Carlos Castaneda.
Rasgo más sobresaliente de tu personalidad: De niño fui muy tímido y retraído en mis lecturas y pasatiempos, pero nunca desdeñé las oportunidades de aprender sobre mis errores y no hacerles a otros lo que no quería que me hicieran a mí. Ser reservado y modesto siempre me trajo ventajas profesionales, y cuando asumo una labor, me consagro a pleno, ya que un trabajo se hace bien o no se hace… no soporto la chapucería y las cosas a medio hacer. Claro que soy introvertido y cartesiano en mi trato con los demás, prefiero escoger muy bien a mis amigos y con quien me relaciono antes que lidiar con los defectos ajenos y tener conflictos innecesarios con los prójimos. Ojo… que la obra de uno también hay que salir a defenderla, no puedes quedarte callado, encerrado en la casa no más.
Cuéntanos por qué decidiste ser escritor: El libro, una de las formas por la que se transmiten las ideas y trascienden los autores de las mismas, siempre me pareció admirable. Siendo pintor, estaba consciente de la fragilidad y lo efímero de los soportes de las artes plásticas, y la búsqueda de las vías alternativas de comunicar lo que yo quería comunicar, también me llevo al tanteo en los espacios del cine y hasta de la música, hasta cierto punto. Empecé a escribir poesía, inspirado en los grandes de las letras del Siglo de Oro español, como la mayoría de la gente jóvenes tocaba el tema del amor y la muerte y ahí tuve mis primeros resultados en certámenes literarios. Luego le siguió la narrativa y las investigaciones y traducciones de textos históricos.
Autores preferidos y por qué: En la infancia me acompañaron los mejores escritores para niños: los escandinavos, junto a los escritores rusos, a esos les siguieron los alemanes, empezando por Hoffman y conduciéndome los mismos a Herman Hesse y Tomas Mann, luego los clásicos franceses y rusos. Aunque en las escuelas tanto soviéticas como cubanas, estudiamos respectivamente a Pushkin y a Cervantes, no fue sin no más tarde que retorné con renovado interés a esos autores, sin desdeñar a la vez a ningún contemporáneo. Disfruté mucho leyendo a Góngora y a Baltasar Gracián… están los planes de lectura que uno hace como el recomendado por Lezama Lima “Curso délfico”, y están los libros que a uno le prestan y tienes que leerlos al momento para devolverlos y ahí puede aparecer cualquier autor. Me es muy difícil ahora señalar algunos en específico ya que cada cual tuvo su momento y su impronta en lo que es trascendente, pero no tengo reparos en decir que los grandes clásicos como Cervantes, por algo lo son y son los que mayor vitalidad conservan en su paso por el tiempo.
Tu obra favorita de otro autor: Las Novelas Ejemplares de Cervantes, El Criticón de Baltasar Gracián, Las Soledades de Góngora… La Montaña Mágica de Tomas Mann, El Lobo Estepario… Los hermanos Karamazov… y la lista sigue, y todos en común tienen la propiedad de retrotraernos a mundos paralelos con solo voltear la página y proveernos de uno de los placeres más duraderos: el de la cognición intelectual.
Tu obra favorita de las que has escrito: Los treinta poemas góticos.
Tu estilo literario: Vamos a llamarla “novela histórica”, los últimos libros publicados bajo la marca Nostradamus. Aunque he escrito novelas de corte social, como las aun inéditas que abordan problemáticas de la vida en Cuba, siendo una de ellas sobre la toxicología cubana de los noventa. Tengo cuentos premiados en México, que son más bien de ficción filosófica, publicados en revistas y antologías.
Una cita de un autor que te guste: “La belleza salvara el mundo” de Fiodor Dostoievski
Obra en la que te encuentras trabajando en la actualidad: Más bien estoy nutriéndome ahora de lo que pasa a mi alrededor en Argentina, quiero entender a fondo de que trata esa nueva dimensión para mí, más allá de lo que me contaron Borges, Cortázar y Casares.
Algo sobre tu manera de entender este mundo: Tuve muchas decepciones en mi vida en cuanto a quien confiarle mi lealtad intelectual y sobre todo… política. Creo que vale la pena estar libre de militancias políticas y tener en cambio una comprensión socio-económica de lo que hacen nuestros gobiernos, vivimos en una realidad Post en la que no perduran los eslóganes grandilocuentes, más bien hay que cuidarse de los que abusan de los mismos. Vivimos en un mundo en transformación, donde muchas cosas cambian en días, con una celeridad que antes tomaba décadas. Adaptarse y más aún comprender a cabalidad lo que sucede a nuestro alrededor, a veces no da tiempo, los lineales informativos ciertamente están manipulados, sobre todo en lo geopolítico, por lo que uno no debe adelantarse a crear opiniones estereotipadas y prejuiciosas, en cambio siempre cuestionar, poner a prueba y buscar las fuentes informativas de lo que nos llega, eso puede ahorrarnos nuestro precioso y limitado tiempo, para no perderlo en vanidades y en cosas que no trascienden.