¿Cuáles son los motivos para que un hombre escoja el sagrado, pero espeluznante, oficio de Inquisidor? Para contestar esta pregunta, Erma Cárdenas hurga en viejos archivos. Entre papeles amarillos por el tiempo, descubre un nombre: Pedro Moya de Contreras, fundador del Tribunal de la Fe en la Nueva España, unido a un motivo: el odio feroz contra las debilidades vergonzosas que apartan de Dios. Al ascender a arzobispo, visitador y súbitamente a virrey, don Pedro se convierte en uno de los nobles más poderosos de su tiempo. Enamorado de la hermosura, flaquea ante un fraile y una marquesa, mientras lucha por serle fiel a dos amos, la Iglesia y el rey. Al mismo tiempo, construye edificios tan disímiles como una catedral y un palacio; sanea la hacienda de Felipe II, persigue herejes, organiza el Tercer Concilio Mexicano, obtiene un doctorado, aprende lenguas indígenas y escapa, por milagro, del envenenamiento y del puñal. El discurso literario refleja una amplia investigación histórica, unida a los grandes temas del siglo XVI: usurpación de identidad, acusaciones anónimas, juicios tras puerta cerrada, quemas, misticismo, crueldad, venganza y, sobre todo, Amor (con mayúscula). La gran palabra.
Erma Cárdenas. Mexicana nacida en Washington, Estados Unidos, en 1943. Licenciada en Periodismo, Filología y en Enseñanza Superior, es Maestra en Literatura Iberoamericana, habiendo cursado diplomaturas en Historia, Arte y Literatura del Virreinato y Creación Literaria. Fundadora y directora del Instituto Stratford (1972-1991), recibió premios por sus obras: Como yo te he querido (premio DEMAC 2008-2009), Reflejo (premio para publicación de obra del Instituto Mexiquense de Cultura 2005) y Tiempos de culpa (premio nacional José Rubén Romero). Autora también, entre otros, de La recogida (telenovela y argumento para cine), El canto de la serpiente (1998), Voy a contarles un corrido (2010), Caterina da Vinci (2006) y Naufragios (por publicarse).