Rocío G. Soldevila. Madrid, 1995. Su amor por la poesía empezó con una actividad en el colegio, recogiendo el deseo de su profesora por conocer «el poema de Rocío», y acabó convirtiéndose en la publicación de sus primeras obras: Erotízame (2021) y este poemario que estás sujetando. Estudió Filología Hispánica, grado en Español en Lengua y Literatura (U. Complutense de Madrid, 2017). Profesora de Español como Lengua Extranjera, culmina el máster de Formación de Profesorado de Secundaria y Bachillerato en la especialidad de Lengua y Literatura (U. Rey Juan Carlos, 2019). Su amor por las palabras siguió creciendo hasta el punto de convertirse, también, en correctora profesional de textos.
ISBN: 978-84-10400-42-9
ISBN digital: 978-84-10400-43-6
Depósito legal: M-19872-2024
Número de páginas: 182
Formato: 150×230
Autor: Rocío G. Soldevila
Sinopsis:
Érase una vez un grupo de versos libres que se pasean sin permiso por la cabeza de una escritora que ama la poesía. Cada uno tiene un color, una simbología, un significado que permite a la escritora tomar su pluma y escribirlo. Cada uno camina a un ritmo diferente, provocando que la escritora se emocione. Cada verso encarna una emoción distinta que envuelve el corazón de la escritora y provoca que quiera escribir más. Estos versos libres, que leerás cuando quieras, fueron escritos sin prisa, sin pausa, a su propio ritmo: surgieron solos y, lentamente, fueron transformándose en lo que sujetas con tus manos o tal vez visualizas en una pantalla. Son versos que buscan, viajan, se unen, se separan, se encuentran, se hunden, lloran, sonríen, se levantan; son versos que actúan. Mientras lees, quiero pedirte un deseo: acaricia las páginas al pasar de un poema a otro, pasa el dedo por encima de la palabra o el verso que haya despertado algo en tu interior; así sentirá el cariño de tu lectura y disfrutarás del milagro de estar leyendo poesía. Quizá, querido lector, entres tú también en el ensueño y recibas el abrazo de una eternidad hecha a tu medida.
Háblanos un poco de ti
Diría que soy una chica que se deja llevar por las palabras. Independientemente de dónde esté, en ciertos momentos siempre hay una palabra que me hace querer sujetar el bolígrafo y empezar a escribir. Sin embargo, la escritura no es lo único que marca mi camino: he sido deportista (lo sigo siendo) y la gimnasia rítmica me ha enseñado a mantener el equilibrio en todos los aspectos de mi día a día. Aunque todavía no sé cómo lo consigo, porque no soy tan disciplinada como cabría esperar.
Siempre tiendo a perseguir el lado romántico de las cosas y mis emociones marcan, tal vez, esa trayectoria.
Nunca me ha gustado destacar, siempre he pasado desapercibida; sin embargo, no soy inaccesible y me dejo conocer por quienes quieren conocerme. Siempre hay una parte oculta en cada uno y es difícil encontrar a personas que quieran acercarse a ese mundo oscuro que todos tenemos.
Acabo de volver de un viaje en el que mi corazón ha sanado, poco a poco, y las palabras han hecho uso de su iniciativa para volverme a hacer escritora. La vida continúa. Yo también.
¿Qué podremos encontrar entre las páginas de Ensueño eterno?
Creo que dependerá de cada lector, pero las emociones que despertaron cada verso se encuentran latentes en estas páginas. Quizá, para cada uno, la interpretación de un mismo poema será diferente cada vez: esa es la magia de la poesía, nunca es igual. En un poema puede haber muchas primeras veces. Prefiero que el lector me cuente qué ha encontrado entre estas páginas. Si, por casualidad, estos versos han provocado la manifestación del sentir en el lector, eso ya es más de lo que podría imaginar.
¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?
Tal vez, el ingrediente más potente este poemario sea la intención de seguir adelante: aunque el corazón y la cabeza hayan entrado en discordia y sea complicado, el atravesar las emociones y los sentimientos que invaden la calma en uno mismo es lo que, de alguna manera, hace que evolucione y crezca.
Quizá la fuerza resida en el proceso de ese crecimiento, la travesía por las diferentes formas de experimentar lo que acontece y aceptarlo.
¿Qué quieres transmitir a través de este libro?
Mientras escribía, no me planteaba el transmitir un mensaje. Simplemente, desahogaba mi corazón.
A posteriori, lo que me gustaría reflejar con estas páginas es el profundo agradecimiento que siento al poder siquiera «transmitir». Podría perfectamente escribir y no poder transmitir o expresar lo que realmente se enconde dentro de mí. Afortunadamente, la escritura me ha permitido plasmar mi sentir en este libro a través de la voz poética, y eso es algo por lo que me siento realmente agradecida.
¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde la primera publicación hasta esta última?
La palabra «aventura» se acerca bastante a la descripción de esta trayectoria: el hecho de que una tercera persona pudiera acceder a mi poesía, al principio, era adentrarme en un mundo totalmente inexplorado. Estaba exponiendo al público mi voz (esa que mantuve callada durante tanto tiempo), y eso supuso un enfrentamiento con mis propios miedos e inseguridades, lo cual también me ha hecho crecer como persona. El adentrarse en un camino desconocido o iniciar una aventura de la que no sabes cómo vas a salir, no es algo de lo que tener miedo.
Esta trayectoria, que continúo con la publicación de este libro, me está enriqueciendo y fortaleciendo a medida que voy avanzando por ella.
¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?
El último libro que leí —Bagdad, ciudad del miedo— fue una obra teatral escrita por un profesor del instituto en el que estudié que, casualmente, ha epilogado Ensueño eterno.
Siempre procuro tener una pila de libros, lista para abordar, cada año. Elegí leer esta obra porque cuando leo teatro me gusta adentrarme en la trama y en los personajes, ya que acabo metiéndome en la piel de cada uno de ellos, inexplicablemente. Para poder disfrutar de la lectura de una obra teatral, necesito que mi entorno esté en calma y, cuando me decidí a leerla, no había otros factores externos que me pudieran distraer.
Aunque escribo poesía, y a veces intento adentrarme en la narrativa, leer otros géneros también me apasiona y enriquece a partes iguales.
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
Hay un proyecto que inicié —hace ya un par de años— que todavía está gestándose. Mi intención es crear algo que mezcle, de alguna forma, las dos artes que me han moldeado hasta ahora: la gimnasia rítmica y la poesía. Creo que es un proyecto que, quizá, me viene grande pero realmente me gusta proponerme retos.
No obstante, ya ando en el proceso de escritura de lo que, tal vez, pueda ser un tercer poemario.
Me encanta tener una nieta poeta. Estoy leyendo tu libro de ensueño eterno, y lo estoy haciendo muy despacio porque me gusta como a ti sentir lo que leo. Y hay muchos poemas que me están gustando. Enhorabuena hija…