Este poemario nace como cosecha de poemas desterrados, que en largos años itinerantes cristalizan las vicisitudes, observaciones, desaciertos y rutas del poeta. No espere leer poemas de amor con grandes versos rebuscados y hermosas puestas de sol. En este libro la pluma se desgarra y se adhiere a la realidad, arañándola en cada palabra. No propone otra cosa más que la poesía como el puente y el espejo. Se desmarca de las grandes ligas y vuelve a comenzar en cada escrito, en cada metáfora vivida hasta lo más hondo. Por todo ello:
«La universalidad de las cosas que hablan en los poemas nos proponen una aparente complicidad con ese lector ávido de las simples —y grandes— cosas bellas».
Dixon Rojo (Copiapo, Chile), 1987. Se educa y pasa gran parte de su infancia en el poblado de Diego de Almagro, para luego trasladarse a la localidad de Iquique y realizar los estudios de Lengua Castellana y Psicología. Ya en su niñez escribe sus primeros poemas y participa en distintos talleres literarios. Durante su etapa universitaria publicará algunas poesías, creciendo su obra en el más puro anonimato. De Santiago de Chile a Nueva Zelanda, Australia o Irlanda; son muchos los países donde ha sobrevivido, llegando a ganarse la vida como músico de calle y bares. Actualmente se encuentra radicado en la isla mediterránea de Ustica (Italia), donde vive con su mujer y sus hijas.