Marco es un joven que trabaja en el departamento de recursos humanos de una empresa desconocida. Dedica sus horas de trabajo a estudiar el comportamiento y los últimos meses de vida de las personas, conociendo, con semanas de antelación, cuándo cada una de las personas de su proyecto morirá. Para entonces, Marco se encarga de darles una despedida digital con sus mejores recuerdos. A través del estudio de la conducta humana que le proporciona su desempeño, tratará de entender a las personas que lo rodean, también a sí mismo y a la naturaleza de la pérdida; la necesidad y la renuncia, necesarias cuando la muerte de una persona cercana resulta inevitable. En un mundo en el que solamente él conoce el tiempo que resta de vida a otros, Marco trata de sobrevivir a su propia carga mediante la narrativa, el estoicismo, la interpretación de sus sueños, el autodescubrimiento y el amor.
Iñaki Herrán. León, 1997.
Estudia desde los dieciocho años en Madrid, donde actualmente trabaja, aunque le gustaría vivir en el norte de España en el futuro. Según un blog aleatorio de internet, «su lenguaje del amor son las palabras y el tiempo de calidad». Le gustan los perros, bañarse en el río cuando va de ruta a la montaña y las personas (en ese orden).