Esta pequeña recopilación reúne cuentos escritos en las salas de espera de diferentes hospitales.
Aunque pocos de ellos transcurren realmente allí, esos espacios funcionan como catalizadores de emociones y recuerdos, como territorio fértil para monstruos, fantasmas o evasiones necesarias.

Algunos relatos poseen un poso triste, incluso desesperanzado, mientras que otros irradian una sensibilidad luminosa que celebra la vida.
Como en Al rendir viaje, y evocando las palabras de Juan Ramón Jiménez, el autor se reconoce finalmente una «criatura afortunada», consciente de que todo —también los cuentos— forma parte de ese viaje personal que se mira siempre hacia atrás mientras el porvenir queda por venir.

Son historias que, inevitablemente, «se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia», tal y como pronuncia Roy Batty en Blade Runner, en uno de los instantes más memorables de la historia del cine.
Hora de leer.

Fernando Reviriego Picón.
Catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), combina su labor académica con una sólida dedicación al relato breve.
Ha coordinado cinco libros de cuentos, entre ellos Contar con los derechos. Los derechos humanos no son un cuento (UNED, 2022).
Galardonado en diversos certámenes literarios, su obra destaca por la sensibilidad, el intimismo y la capacidad de encontrar luz incluso en los espacios más inhóspitos, como las propias salas de espera que inspiran este libro.