Clemente Muñoz

 

Resido en Arroyomolinos (Madrid) y tengo 61 años. Aunque semi retirado ya de la vida profesional, me vine en su día a Madrid a la aventura, a buscarme la vida –como suele decirse– cuando contaba 28 años, buscando un futuro que en mi tierra tenía difícil encontrar tras intentarlo de muchas maneras.

Nací en Santa Marta, un encalado y bonito pueblo del sur de la provincia de Badajoz. Estudié todo el Bachillerato en el Internado del Colegio Menor Santa Ana de Almendralejo. Cursé también allí los estudios de la Carrera de Profesorado de E.G.B. pero nunca ejercí la Docencia y tiempo después del servicio militar –obligatorio por entonces– dí el doble salto mortal lanzándome al mundo exterior hasta acabar en Madrid, dedicándome desde el principio luego de pasar por múltiples y variopintos trabajos temporales a la actividad inmobiliaria, primero para diversas empresas y desde 1.993 para mí absorbiendo esa actividad la mayor parte del tiempo. Desde que recalé con 13 años en el Internado, escribí poesía asiduamente muy estimulado por diversos premios juveniles que gané, incluyendo el 2º Premio Tierra de Barros de 1974 en su III Edición.

Vista de Santa Marta, Badajoz

Aficiones: Mis aficiones favoritas son leer, escribir, pintar, viajar, escuchar música de los años 70 y 80 sin orden ni predilección sino lo que el cuerpo vaya pidiendo según los distintos estados de ánimo. Antes, escribía solo poesía pero más recientemente, me lancé también al mundo de la prosa con cuentos, relatos breves… y escribí una 1ª parte de mi azarosa biografía Quimioterapic con ocasión de una seria enfermedad padecida y me encuentro ya terminando la 2ª y última parte de la misma para editar en marzo. Luego, pretendo aventurarme con la novela.

Rasgo más sobresaliente de mi personalidad: Si tuviera que destacar algunos rasgos de mi personalidad –en el supuesto de que me conozca lo suficiente– diría que la tenacidad aunque a mi manera y movido siempre por el motor de la aventura así como la confianza en mí mismo como la que tiene el corredor de fondo y la audacia ante cualquier empresa a pesar del poso de timidez que subyace.

Por qué decidí ser escritor: Empecé desde muy joven a escribir poesía porque era ese el único medio de evasión entre las 4 paredes del frío Internado y de aquellas interminables horas de estudio sin horizontes visibles. Era un pajarillo con las alas cortadas. La poesía le parecía a aquel niño la vía más directa con –las pocas palabras disponibles por entonces– de abrir la puerta de los sentimientos y de disfrutar con las emociones que iban saliendo en su consuelo. Aquellas escuetas y sencillas fabulitas que alcanzaba a escribir parecían la exclusiva entrada a un mundo nuevo que se adivinaba fantástico.

Antonio Machado

Mis autores preferidos y por qué: Hay muchos, muchísimos autores que me gustan, tantos que creo beber de muchas fuentes pero procurando no saciarme de ninguna en particular. Así, Lorca, Machado, Gerardo Diego, Jorge Guillén, Cernuda… Grandes maestros a seguir, muchos de la Generación del 27 que son los que siguen la bandera del color y de la libertad.

Mi obra favorita de otro autor: Me entusiasma desde siempre Quevedo por su ingenio y la maestría con la ironía y la sátira pero adoro la sensibilidad aristotélica de Pessoa, la sensualidad de Neruda, la profundidad de la nostalgia de Benedetti…

Mi obra favorita de las que he escrito: Si tuviese que escoger alguna de mis obras como favorita, siempre sería la última escrita como es el caso de Frente a los cristales rotos pues es lo que pasa a menudo con el aroma del pan recién horneado o la nostalgia del amor recién perdido.

Mi estilo literario: Ya dije que me gusta particularmente la poesía. En principio por ser el género que más he trabajado y mejor conozco como para alcanzar un estilo personal y propio y porque es el medio donde mejor me desenvuelvo. No obstante y una vez termine la autobiografía, hace tiempo que me ronda la idea de acometer mi primera novela. La idea ya está fijada y me estoy documentado para ambientarla.

Una cita de un autor que me guste: «Cuando todo se desmorona, nos queda la poesía», de John Donne. Es una frase que, dentro de toda la fraseología que tenemos en castellano, me parece de lo mejor, pues ilustra la apertura de una puerta directa al almacén de los sentimientos o como si se lanzase un dardo al corazón de los mismos.

Algo sobre mi manera de entender este mundo: Mi lema ideal es «vive y deja vivir»,como ya nos enseñaran los antiguos griegos que el tiempo vuela –tempus fugit–, sea cosa de aprovecharlo ya que por mucho que intentemos retenerlo como agua entre los dedos se nos escapa; en un carpe diem donde primen el respeto y las formas con los demás del mismo modo en que nos gusta que procedan con nosotros.

Mis proyectos inmediatos: Mis proyectos literarios más próximos son, como ya dije, terminar en breve la 2ª parte de mi biografía y sentarme a solas con la estructura de la novela por venir sin olvidar el seguir escribiendo poesía pues eso no es para mí otra cosa sino fruto de la necesidad.

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