Actualmente resido en La Guardia de Jaén, una casita rodeada de campo, así que escucho los pajaritos y los pajarracos todos los días sin necesidad de poner la televisión, y eso a mis setenta años es de gran ayuda. Estoy casado desde hace cuarenta y cuatro años. ¿Es una proeza? Tal vez sí.

Nací un frío uno de enero, deduzco que me recibieron con alegría moderada, era el cuarto hijo y la cosa no estaba como para grandes alardes. Me tocó una familia humilde en lo económico y afortunada en afectos, es así, con nuestras cosas, como cualquiera que se precie, pero siempre nos encantó reunirnos por cualquier motivo, abuelos, tíos y primos disfrutando de la vida, y eso es algo que me acompaña a lo largo de la vida, el abrazo de una gran familia.

Crecí, como todos los niños de mi época, jugando en las calles de mi pequeño y olvidado pueblo, sin juguetes sofisticados sino con piedras y palos con los que hacíamos coches y espadas. Creo que mi imaginación comenzó a crecer sin control en una necrópolis visigoda, en las tumbas excavadas en la piedra de Cerro Salido, un lugar mágico como pocos. Era, éramos, héroes, reyes o pistoleros que podíamos morir y resucitar tantas veces como la puesta de sol nos permitiera, ese era el momento de volver a casa. Sin embargo, pasaron muchos años antes de comenzar a escribir. Me trasladé a Sant Feliu de Llob. Barcelona, allí me tocó trabajar en lo que pude, metalurgia, auxiliar de biblioteca…y, poco después, por convencimiento propio, estudiar psicología. Como llevaba muchos años imaginando que escribía historias apasionantes, me ayudó bastante el intento de penetrar en la mente humana, todo un universo de posibilidades a mi alcance. No, aún no comencé a escribir, demasiadas tareas, no me quedaba tiempo, no estaba preparado: estudiar, trabajar, activismo en el barrio, voluntario en San Juan de Dios, amigos, novia, demasiado para un día de veinticuatro horas, nunca fui supermán. Trabajé en Educación Especial, una experiencia maravillosa. Cuánto aprendí de niños y niñas tan diferentes. Algún tiempo después llegaron los hijos, trabajaba en un centro de reforma juvenil, qué experiencia tan intensa, no debí unir ambas cosas, tenía miedo de que la vida tratara mal a mis hijos, no, no sucedió, la vida ha sido generosa con ellos, son increíbles, me enseñaron a ser padre y yo les contaba cuentos que ningún otro niño oiría nunca.

¿Cuándo me sentaré a escribir?, pensaba cada día, de momento me conformaba con leer en los ratitos libres, para qué voy a escribir habiendo quien lo hace tan extraordinariamente bien. Tocaba revisar mi vida y volvimos a nuestro lugar de origen, ya trabajaba como psicoterapeuta, qué trabajo tan emocionante, cómo somos las personas, cada una un mundo, qué mundos tan terribles a veces. Y llega la hora de compartir lo que fui aprendiendo y me dieron la oportunidad de ser profesor de psicología en Granada, me gustaba compartir inquietudes y deseos de conocer con los estudiantes, pero la burocracia me aburría soberanamente, pues ese fue el momento, comencé a escribir, no seré un niño prodigio, pero quizá sí un viejo con capacidad para contar historias, pensé, y lo hice. Ya han pasado más de veinte años.

Aficiones: Leer y escribir deberían servir como aficiones, aunque también tengo otras, me gusta el cine, la música, y, la horticultura, ya he conseguido que crezcan algunos frutales y hortalizas. Lo triste es que con el cambio climático la sequía nos está dejando sin agua, no sé cómo lo haremos, no nos tomamos esto en serio y la cosa no va bien. Pero tengo esperanza, soy optimista.

Rasgo más sobresaliente de tu personalidad: Si tuviera que definir mi personalidad me resultaría muy complicado a pesar de mi formación psicológica o tal vez por eso. La sencillez me gusta, pero creo que no es un rasgo que me defina, puedo ser muy complicado, reflexiono demasiado y eso me lleva a preocuparme con frecuencia, incluso me enfado cuando lo que debería ser fácil lo hacemos difícil, por suerte tengo capacidad de trabajo y eso me salva del aburrimiento. No sé si lo que hago es bueno, malo o mejor, soy optimista y confío en mí mismo, lo cierto es que lo que hago lo hago con toda la sinceridad del mundo, no me gusta mentir y lo que digo es lo que siento, así como lo que siento es lo que digo.

Cuéntanos por qué decidiste ser escritor: Desde niño contaba historias a quien tuviera la paciencia de escucharme, más adelante me las contaba a mí mismo para combatir el dolor por los desaires de la vida. Hubo una época en la que sentía demasiada presión, demasiadas pérdidas de personas y sueños fundamentales, la frustración se acumula por muy optimista que uno quiera ser, así que cuando comencé a escribir sentí que me estaba liberando de muchas cosas, además de ser una vía para comunicarme con los demás, la timidez es una interferencia en el canal de comunicación, de modo que como llevo muchos años observando lo que ocurre a mi alrededor creo tengo mucho por contar, y ahí están esas novelas y cuentos infantiles.

Autores preferidos y por qué: No es fácil hablar de mis autores preferidos porque son muchos y por distintos motivos, si tengo que hacer una selección os diré que entre los más destacados para mí están: F. Dostoyevski, por el enfoque sociopolítico, porque retrata de manera magistral el cinismo. Émile Zola, porque defiende la verdad y ataca la hipocresía como nadie.  Montserrat Roig, por el compromiso social y feminista. El realismo mágico de García Márquez me subyuga. Juan Marsé, que retrata la España de una época de manera contundente, y el conflicto de clases, recoge el sentir de los perdedores y esto es algo que a mí me atrae mucho. Ana María Matute y su manera de entrar en lo íntimo, de desmenuzar las emociones, el dolor la soledad con los que nos lleva a conocer personajes inolvidables.

Todos estos y muchos más son mis autores favoritos, y reconozco que han influido en mi manera de escribir, quien lea cualquiera de mis obras lo percibirá enseguida, por la temática y por la manera de relatar las historias.

Tu obra favorita de otro autor: Esta es una de las trampas que nos pone la vida o que nos ponemos nosotros mismos para, quizá, darle ese toque de competición a todo lo que hacemos y que tanto gusta al sistema. Mi obra favorita, pues también tengo más de una, sin embargo, entro en el juego y resalto como favorita Últimas tardes con Teresa, J. Marsé, lo leí en 1973, y, me pareció un fiel reflejo de la España de aquellos años, una maravillosa recreación de las contradicciones, un acercamiento entre clases diferentes por medio del enamoramiento, ese sentimiento que consigue confundirnos con tanta facilidad, en fin, que Marsé estuvo genial y a mí me cogió cruzando un río tan caudaloso como el que cruzó Manolo pijoaparte.

Tu obra favorita de las que has escrito: De las obras escritas hasta ahora confieso que tengo un aprecio especial por La dama del jardín de la luna, fue la primera, se dice que el primer amor nunca se olvida, pues eso. Desde luego no renuncio a ninguna de ellas, pero cuando escribí esta fue como abrir una compuerta por la que salieron tantos demonios, tantos miedos y tantos deseos que, cuando la leí como si la hubiera escrito otra persona, me emocionó mucho. Sin duda es una gran novela.

 Tu estilo literario: Mi estilo literario encaja en la novela de ficción, sin olvidar que recojo aspectos sociales e individuales que siempre me preocuparon. Me siento bien en esa línea porque me permite tramas en las que exponer una visión personal de la vida, con delicadeza y al mismo tiempo sin paños calientes, para llegar al alma del lector y conmoverlo.

Una cita de un autor que te guste: Escribir es siempre protestar, aunque sea de uno mismo.   Ana María Matute

Obra en la que te encuentras trabajando en la actualidad: Precisamente Ana María Matute decía que no había que abrir el frasco para que no se escape el perfume.  Estoy escribiendo una obra que puede provocar amor y odio hacia el que la escribe. Ahí lo dejo.

Algo sobre tu manera de entender este mundo: Hay días que no lo entiendo, y hay días en las que me gustaría no entenderlo. A veces me pregunto cómo sería el mundo sin el ser humano, claro, enseguida me digo que es una pregunta tonta porque si no existiéramos de nada serviría una respuesta. El mundo es un lugar fantástico si fuéramos capaces de eliminar el hambre, la pobreza, el odio, las guerras, y los realitys shows. El último punto me parece una frivolidad, pero es que nuestro mundo peca, entre otras cosas, de frívolo. Cabalgamos como caballos desbocados hacia el abismo, sin embargo, nos preocupa algo tan poco importante como el color de la piel o las creencias de personas que vienen a nuestro país. Discutible el concepto de propiedad de una porción de planeta, estaría bien revisar la historia para ver cómo conseguimos la titularidad. Me gusta el mundo y me gusta la vida, a pesar de los problemas que plantea, estoy convencido de que la seducción surge de la naturaleza, por más que la maltratamos ella ama a los seres vivos incluidos los humanos. Un día despertaremos sabiendo que la humanidad ha logrado la madurez.

Tus proyectos inmediatos: En lo literario continuaré dando voz a todos los personajes que transitan por mi mente, procuraré hacerlo cada día mejor. Escribiré novelas, así lo espero, ojalá no me sorprenda ninguna enfermedad, tengo muchos proyectos y no me gustaría dejarlos a medias, la edad no me va a importar, nunca me importó, ahora menos, qué sentido tendría. También escribiré cuentos infantiles, me apasiona.

En lo personal, disfrutar de las personas que me quieren y a las que quiero, familia y amigos, y por supuesto, hacer invisibles a quienes se empeñan en llenar la vida de sombras, qué pena de vidas que se pierden queriendo manejar lo ajeno.

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