Alberto Aronovitz autor del libro Ni de aquí ni de allá. Editorial Adarve, publicar un libroComenzaré por contar que mis abuelos fueron emigrantes polacos y lituanos, que llegaron a Argentina antes de la Segunda Guerra Mundial. Gracias a eso pudieron salvar sus vidas, contrariamente a mis bisabuelos paternos, que quedaron atrás y fueron asesinados, junto a todos los judíos de su pueblo. Pasados unos años en Buenos Aires, mi familia se instaló en Uruguay, buscando mejores horizontes en la maravillosa ciudad de Montevideo, donde vine al mundo un día de julio de 1956.

Mis padres, Arnoldo y Juanita, fueron sacrificados trabajadores que, como muchos hijos de inmigrantes, lo dieron todo para la crianza y educación de sus hijos.

Terminada la secundaria viajé a Israel, donde seguí estudios jurídicos en las universidades de Bar-Ilan y Tel-Aviv. Luego me instalé en la parte francesa de Suiza, donde resido actualmente.

Dediqué largos años de mi vida al estudio y la práctica del derecho internacional y las inversiones, área en la cual me especialicé.

A partir de 1990, y durante casi tres décadas, trabajé como experto en el Instituto Suizo de Derecho Comparado, una dependencia del Ministerio suizo de la justicia.

Aficiones: Fiel a mis orígenes siempre me gustaron los deportes, especialmente el fútbol, disciplina que practiqué desde la infancia en la Asociación Cristiana de Jóvenes de Montevideo, y casi sin interrupciones hasta que, lamentablemente, en el 2013 debí abandonar esa actividad a causa de una lesión en la rodilla. Obviamente, ese incidente no me impidió seguir alentando – fanáticamente y desde la distancia – a mi amado club amarillo y negro Peñarol, y a la selección uruguaya.

Mi otra gran afición son los animales, por quienes siento una infinita ternura y compasión, y a quienes defiendo con capa y espada. Sufro enormemente cada vez que percibo la maldad de algunos humanos hacia esos seres que nunca pidieron ser encadenados, encerrados en jaulas, martirizados o sacrificados industrial o artesanalmente. Ojalá pudiese hacer más por ellos…

También me seduce la gastronomía y soy bastante buen cocinero, para delicia de mis numerosos invitados – a quienes hago descubrir las bondades de la sabrosa cocina vegetariana. Dicho esto, se entiende que me encanta invitar amigos a cenar, ya que cultivo muchísimo las relaciones sociales. Mis relaciones pertenecen a variados círculos, y residen en una decena de países.

Rasgo más sobresaliente de tu personalidad: Me considero un amigo fiel (en Sud América diríamos “de fierro”) y confiable, dispuesto a ayudar cada vez que puedo -incluso cuando veo que alguien está necesitado, pero no se anima a pedir asistencia. Mi carácter es jovial y chistoso y no tengo problemas en comenzar una conversación con gente desconocida.

A veces me gusta hablar en doble sentido, y puedo ser bastante irónico. Debido a esta última cualidad, algunos de los que no me conocen no saben cómo “comerme” y me ha ocurrido que se ofenden, especialmente en países donde no conocen mucho la mentalidad latina.

En la medida de mis posibilidades, contribuyo a distintas obras caritativas en favor de la infancia, las enfermedades, los animales, y la educación.

Cuéntanos por qué decidiste ser escritor: Hasta el año 2013 publiqué principalmente obras jurídicas en distintas áreas, especialmente la de las inversiones internacionales y los derechos humanos.

También he editado libros, como Memorias de un Farmacéutico de Barrio (2003), Gastronomía, Alimentación y Derecho (2003), y escribí algunos cuentos cortos.

Durante años, la idea de lanzarme en la desafiante aventura de escribir una novela estuvo germinando en mi mente. Y así, luego de un lustro de reflexiones, dudas, hesitaciones y una larga elaboración, vio la luz “Ni de aquí ni de allá”, que es mi primera obra del género.

Autores preferidos y por qué: Soy un ávido lector, y me gustan diversos géneros. Mis autores preferidos – algunos de los cuales han influenciado mi manera de escribir – son variados: Harold Robbins, Noah Gordon, Bashevis Singer, Conan Doyle, Elie Wiesel, Johannes Simmel, Shai Agnon … También he descubierto a Arturo Pérez-Reverte.

Otra área que me fascina es la cinematografía. Las series y películas que me han marcado son, entre muchas otras:  La hija de Mistral (de Judith Kranz), Teherán (de Zonder, Eden y Kohn), Dr. Zhivago, Metrópolis (de Fritz Lang con música de Queens), Esencia de Mujer (con Al Pacino bailando aquel inolvidable tango) … También me encantan las películas de terror y ciencia ficción.

Tu obra favorita de otro autor: El último libro que leí (o mejor dicho releí), es un clásico: “No Sólo de Caviar Vive el Hombre”, de Johannes Simmel. Se trata de una historia de espionaje que se desarrolla durante la Segunda Guerra Mundial. El personaje central es llevado por las circunstancias – y contra su voluntad – a enrolarse en diferentes y antagonistas servicios de inteligencia. Pacifista de cuerpo y alma, sirve y traiciona a cada uno de ellos. El libro está salpicado de recetas de alta cocina, que ayudan al héroe a salir airoso de situaciones intricadas. Con gran éxito y satisfacción de mis invitados, probé realizar varias de ellas.

Se trata de una obra divertida, dinámica, original, con pasajes de humor y absolutamente sin desperdicio.

Tu obra favorita de las que has escrito: El libro que he escrito relata la vida de un hombre – Alex – que durante toda su vida se mueve entre las gotas de lluvia, pero no se moja. El personaje recorre alternativamente tres mundos diferentes (Argentina, Israel y Francia) y en cada uno de ellos tiene su propio universo (familia, amigos, negocios…). Sin embargo, no deposita su ancla en ninguno de ellos.

Por eso, su vida está llena de contrastes: nace en el seno de una familia laica pero se acerca a la religión, deja su país natal para emigrar a Israel pero termina instalándose en Francia, estudia jurisprudencia pero se dedica a los negocios internacionales, busca una pareja que sea de su religión pero tiene relaciones amorosas con mujeres de otras creencias, tiene muchos círculos de amistades pero en su interior navega la soledad, es profundamente pragmático pero se confronta con experiencias místicas …

En las páginas de la obra se entrelazan las vicisitudes amorosas de Alex, con las negociaciones comerciales complejas en las que interviene. Todo esto está matizado con viajes a cautivantes ciudades como Vilnius, La Habana, Tel-Aviv, Bari, Buenos Aires y Río de Janeiro.

Tampoco faltan referencias a la situación política en el Medio Oriente en general, y en Israel en particular.

Del punto de vista de la forma, la fuerza del libro reside que se lee fácilmente. Un crítico me dijo que, al leerlo, tiene la impresión de “ser llevado en una limosina de lujo” a través de los diferentes mundos de Alex. Hay pasajes de humor, otros tragicómicos y los hay tristes. Pero la obra no contiene capítulos tediosos que obligarían al lector a saltearse páginas para luego reenganchar con la trama que se venía siguiendo.

En cuanto al fondo, en la vida de Alex se sentirán identificadas aquellas personas que – cada vez más numerosas – se desplazan por diferentes países o eligen residir en lejanas tierras. Se trata de nómades del mundo moderno que, sin darse cuenta, pierden contacto estrecho con sus lugares de origen y sus vidas se resquebrajan como las piezas de un rompecabezas. Lamentablemente, no todos logran componer ese puzzle.

Tu estilo literario: Se trata de una novela de ficción. Los que la han leído y me conocen, confiesan que les es imposible disociar el personaje imaginario de Alex, por un lado, del autor del libro por el otro. Eso me causa desencanto, porque siempre explico que “Ni de aquí ni de allá” no es una autobiografía. Si bien todo autor vuelca algo de sí en su obra, no es correcto identificarlo con los personajes de la misma.

Una cita de un autor que te guste: Usted es solamente un invitado en este mundo. Cuando se vaya, por favor deje todo en el mismo estado que lo encontró”.

 Algo sobre tu manera de entender este mundo: Pidieron a un famoso jurista inglés que defina el término “justicia”. Su respuesta fue: “Es imposible definir el término justicia, lo que puedo hacer es daros ejemplos de casos donde justicia fue hecha”.

Siguiendo esa línea diré que yo no puedo explicar el mundo, pero sí puedo dar ejemplos de lo maravilloso que éste puede ser, por ejemplo, cuando cada mañana la naturaleza nos regala millones de flores multicolores, cuando me baño en las cristalinas aguas del lago de Annecy, cuando mi perro Tyson se acurruca junto a mí en la cama en las frías noches de invierno (mientras afuera la nieve lo cubre todo con su manto blanco), cuando camino por las milenarias calles de piedra de la vieja Jerusalén, cuando degusto una deliciosa raclette, cuando visito las playas de la paradisíaca Punta del Este …

Tus proyectos inmediatos: La historia descrita en “Ni de aquí ni de allá” concluye en el año 2005 de manera sorpresiva e inesperada, tanto para Alex (el personaje central) como para el lector.

He recibido numerosos mensajes manifestado el interés de saber cómo se ha desarrollado la vida de Alex desde aquella fecha y hasta el presente…

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