Resido en Lima, Perú, en el distrito de Santiago de Surco, tengo 56 años, estoy felizmente casado desde hace treinta años con mi esposa Ada Elizabeth Ugaz y tenemos dos hijos, Teresa del Carmen y Alejandro José, que son magníficas personas. Tengo la fortuna que Martha, mi madre, esté aún conmigo, viva y con buena salud. Alejandro, mi padre, nos dejó en 2015.
He tenido una vida maravillosa, así que no tengo pliego de reclamos a Dios. He tenido la fortuna de tener una hermosa familia, mis padres, mis hermanos, recibir una buena formación ética y académica. Estudié Derecho por vocación y me titulé en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Lima, una de las Casas de Estudios más importantes del Perú. También soy egresado de la Maestría de Derecho Empresarial de la misma Universidad de Lima y estudié la Maestría de Gobernabilidad en la Escuela de Gobierno de la Universidad de San Martín de Porres. He ejercido mi profesión de Abogado en el ámbito privado y paralelamente he sido también funcionario público en varias entidades de la Administración Pública por más de veinticinco años. La política ha sido parte importante de mi vida, entre 1983 y 2016 fui activo militante y dirigente del Partido Popular Cristiano y tuve el honor de ser elegido en dos ocasiones como Concejal Municipal. Ahora me dedico al análisis político, lo que no quiere decir que haya renunciado a mis aspiraciones políticas pues hay mucho que hacer por el Perú. También he ejercido la cátedra universitaria por quince años en la Facultad de Derecho de la Universidad de San Martín de Porres, impartiendo asignaturas de Derecho Público y siendo miembro de los Jurados de Título Profesional. Espero poder regresar a la cátedra muy pronto.
Aficiones: Realmente tengo pocas porque mi trabajo absorbe gran parte de mi tiempo, pero aun así las disfruto mucho. Me encanta leer, caminar con mi esposa, ver televisión y escuchar música variada cuando trabajo, preferentemente salsa, instrumental y soundtracks de películas.
Rasgo más sobresaliente de tu personalidad: Me considero una buena persona, agradezco a mis padres y a mis maestros la formación ética y académica que me prodigaron, soy hechura de sus consejos. La búsqueda permanente de la ética personal define mi personalidad, me permite intentar ser justo, solidario, honesto, reflexivo y sereno ante los problemas y desafíos. Es un reto diario.
Cuéntanos por qué decidiste ser escritor/a: En realidad ha sido una vocación que me ha acompañado toda mi vida. He sido abogado por treinta años por lo que he escrito siempre, sea defendiendo las posiciones de mis clientes cuando ejercí mi profesión en el sector privado o resolviendo expedientes administrativos cuando me desempeñé como funcionario público. Todo abogado desarrolla ciertas destrezas narrativas, por eso me fue relativamente sencillo embarcarme en la aventura de escribir una novela. Ha contribuido mucho también convertirme en articulista político, pues me ha permitido aprender a poner énfasis en determinados sucesos o en determinadas personalidades.
Autores preferidos y por qué: Fuera de los libros de Derecho que he leído obligatoriamente, me encantan las biografías políticas, los libros de política en general y los de Historia de Roma. Bob Woodward en lo político, Adrian Goldsworthy y Peter Heather en historia romana son mis favoritos, por su capacidad de sintetizar sus investigaciones en textos subyugantes para el lector. También he leído novelas, mi compatriota Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura, Tom Clancy, John Grisham y Taylor Caldwell me han cautivado por su capacidad de graficar profundos dramas humanos en unos pocos centenares de páginas. Sería muy pretensioso de mi parte declararme seguidor de alguno de ellos, solo busqué crear una trama atractiva, tejer una red de incertidumbres e ir resolviéndolas a lo largo de la novela.
Tu obra favorita de otro autor: Mi autor favorito es indudablemente Bob Woodward, un periodista que ha retratado la política norteamericana escribiendo sobre los últimos nueve presidentes de Estados Unidos, desde Nixon hasta Trump. Ha escrito veinte libros y debo haber leído unos once de su autoría. Su estilo es de una crónica novelada que no se sustenta en conjeturas sino en entrevistas a los propios protagonistas, al presidente, a los secretarios, a senadores y congresistas, a los generales, asesores y ayudantes. Con información tan abundante y fidedigna nos ha ofrecido un retrato de primera mano del centro mismo del poder norteamericano.
Tu obra favorita de las que has escrito: “VARÓN NO VITUPERABLE” es mi primera novela, mi opera prima, así que siempre será mi obra favorita. A menudo la comparo con el nacimiento de mi primera hija, Teresa, así de importante ha sido para mí la publicación de la novela, gracias a la infinita generosidad de Editorial ADARVE y del Grupo Editorial CAUDAL.
Tu estilo literario: Me inclino por la Ficción Histórica, espero publicar en el futuro la continuación de “VARÓN NO VITUPERABLE” que cierra las interrogantes que deja la primera novela y luego tengo planificadas dos novelas sobre un personaje extraordinario de la historia republicana romana: Cayo Mario, siete veces Cónsul de Roma. Ya estoy investigando sobre el tema. Asimismo, tengo diseñada la estructura de un libro de crítica histórica sobre los Presidentes del Perú de la segunda mitad del siglo XX, sobre quienes se ha escrito muy poco. Espero tener tiempo para escribirlo, la política presidencial me apasiona y pretendo llenar un vacío en la literatura política de mi país.
Una cita de un autor que te guste: Permíteme recordar al célebre Plutarco de cuya frase tomé el título para mi novela. Sobre Cayo Hostilio Mancino, Plutarco dijo: “Varón no vituperable pero el más desgraciado de los generales romanos”.
Obra en la que te encuentras trabajando en la actualidad: Como anticipé he terminado de redactar la novela que continúa la historia de “VARÓN NO VITUPERABLE” y que tentativamente se llamará “LAS CUENTAS DE NUMANCIA”; actualmente estoy corrigiéndola. Ojalá tenga oportunidad de publicarla.
Algo sobre tu manera de entender este mundo: He cumplido 56 años de edad y estoy en ese momento de la vida en que empiezas a ver las cosas en perspectiva; sin perder mis valores y creencias ahora soy más tolerante con las personas y las ideas de otros, así como siento que aun puedo hacer un último esfuerzo para contribuir a la mejora de mi país y del mundo. He visto con beneplácito la gran transformación social y tecnológica de la sociedad humana en los últimos 40 años, lo que nos ha brindado abundantes bienes materiales y conocimientos, pero el costo ha sido la paulatina deshumanización de la sociedad, el incremento de la desigualdad y la pobreza, la agresión del hombre contra el hombre, la primacía del egoísmo sobre la solidaridad, sin olvidar la degradación del medio ambiente. El reto del siglo XXI es forjar un nuevo contrato socio-económico y ambiental que equilibre las ambiciones y demandas de los pueblos, ricos, medianos y pobres, de lo contrario tendremos otra centuria de guerras y desastres, que esta vez puede terminar con la civilización.
Tus proyectos inmediatos: En lo personal espero volver a ejercer la cátedra universitaria e iniciar mis estudios del Doctorado de Derecho, pues ambas son metas personales y además dos promesas a mi padre. En lo literario espero que “VARÓN NO VITUPERABLE” tenga algún éxito y luego poder publicar “LAS CUENTAS DE NUMANCIA”.