Santiago de Chile, 41 años, divorciado. Mayor de cuatro hermanos, padre de una hermosa niña, casado y divorciado. Me gradué del colegio sin saber qué hacer o estudiar, mucho menos alguna idea vocacional. En medio de esa falta de propósito estudié un grado en comercio exterior, traductor/interprete inglés-español, trabajando en variados cargos y lugares con la finalidad de sobrevivir. En medio de ese andar llegué a una gran multinacional donde trabajé doce años desempeñando algunos roles tales como: analista de negocio, líder de equipo y encargado de capacitación. Con el tiempo y a medida que dominaba mis funciones, fui encontrando tiempos y espacios de reflexión que me vinculaban con preguntas que gatillaban posibilidades que a su vez conectaban con intereses surgidos de niño, pero olvidados con el polvo de esa normalidad en la cual todos nos ligamos al crecer. Entonces fue que a mis treinta cuando volvía a escribir, de la nada surgía mi primera novela, Los portadores de la luz, y con los años, tres libros de relatos y poemas.
Quizás, a consecuencia de lo anterior, sentí curiosidad por explorar en campos diferentes, me especialicé en liderazgo y habilidades directivas; Programación neurolingüística y coaching ontológico, al tiempo que me autoeducada de manera voraz en campos tales como la neurociencia y la física cuántica, devorando libros, conferencias y cuanto artículo que pudiera expandir las posibilidades y calmar de alguna forma mis ansias de entender y saber.
En la actualidad estoy enfocado en la elaboración de cursos en el área del desarrollo personal (Liderazgo transpersonal, inteligencia emocional) distribuidos por UDEMY, ofreciendo también servicios de capacitación en esta misma área a nivel organizacional.
Aficiones: La escritura y la lectura son mi pasión, el campo de la física cuántica y la neurociencia mi afición y la contemplación de la naturaleza, una manera de alejarme del ruido de la rutina y la preocupación.
Rasgo más sobresaliente de tu personalidad: Soy una persona reflexiva, un soñador adicto a la imaginación, observador atento de mis procesos y un buscador de la realización personal, quizás un idealista, por momentos optimista.
Cuéntanos por qué decidiste ser escritor: Comencé a escribir debido a un hecho puntual −el nacimiento de mi hermana menor−. Yo tenía tan solo diez años de edad, fue entonces cuando de forma espontánea comencé a escribir ciertos pensamientos y canciones. Este impulso duró alrededor de tres años para luego congelarse en el tiempo y volver a surgir casi veinte años después a raíz de otro nacimiento; el de mi hija. El escribir es una forma de conectarme con un campo infinito de posibilidades por medio de las cuales soy capaz de transformar mi pasado, moldear el futuro y potenciar mi presente. Escribir es una manera de sanar y reconciliar mis tiempos, enfrentar mis tinieblas y expresar aquel ser creativo que todos llevamos dentro.
Autores preferidos y por qué: No soy mucho de seguir a escritores pero me atrae la honestidad de Isabel Allende; la capacidad de García Márquez, la brillante sencillez de Benedetti y la enorme imaginación de
J. J. Benítez, por nombrar algunos.
Tu obra favorita de otro autor: Tengo muchas favoritas, en su tiempo fue: Caballo de Troya de J. J. Benítez
Tu obra favorita de las que has escrito: Todos mis libros tienen una parte de mí pero creo que mi última novela publicada, En el delta de mi consciencia, me ha dado muchas satisfacciones por el interés que ha despertado en la gente que la ha leído y las buenas opiniones que me han dejado saber.
Tu estilo literario: Pese a que soy escritor de novelas, poesía y relatos, tendría que decir que mi estilo es la ficción, aunque soy un convencido de que la ficción de hoy es la realidad del mañana.
Una cita de un autor que te guste:
Un auténtico Maestro no es aquel que tiene más discípulos, sino aquel que crea más Maestros.
Neale Donald Walsch
Obra en la que te encuentras trabajando en la actualidad: Acabo de terminar mi tercera novela titulada Sinergia.
Algo sobre tu manera de entender este mundo: La realidad en la cual nos movemos es solo un pequeño porcentaje de una totalidad que define la dualidad entorno a sutiles energías que no son percibidas por nuestros sentidos pero que levantan la materia que percibimos. Lo real está precisamente en aquello que no se ve, la verdad es algo que no se puede sostener desde el fragmento del cual somos parte, ya que somos células dentro de un cuerpo mayor que a su vez es parte de algo superior que se mueve en torno a un ser gigante que es parte de algo más grande, así en un ciclo de nunca acabar, ya que la vida no tiene principio ni final.
Tus proyectos inmediatos: Quisiera publicar mi nueva novela y nuevo libro de relatos este año 2020; seguir trabajando en mi cuarta novela; continuar con la creación de cursos de desarrollo personal y seguir absorbiendo nuevas posibilidades para extender mi capacidad de crear experiencias.