La historia versa sobre Cristóbal Acuña, ejecutivo de pro que sin embargo se deja embaucar por un «charlatán» disfrazado de intelectual y coach (aunque en la novela se refiere al «charlatán» como entrenador personal, porque en la década en la que se ambienta —finales de los ochenta, principios de los noventa— todavía no estaba de moda el término coach), que es capaz de aguantar cualquier humillación, llegando a extremos de puro masoquismo con tal de alcanzar su meta, perdiendo la esencia de lo que era y convirtiéndose en lo que el coach quiere que llegue a ser; una marioneta en sus manos. Aunque Cristóbal Acuña en un principio aparece descrito como un hombre de acción, agresivo y narcisista, luego se va revelando como un personaje frustrado, atormentado e inseguro, que desea agradar a quien sea, hasta el punto de verse embarcado en una odisea, perdiendo cualquier perspectiva que tuviera en mente, dejándose maltratar tanto psicológica como físicamente, abocado desde el principio al más estrepitoso fracaso, a una tragedia que, por absurda, resulta hilarante.
Luis M. La Haba es natural de La Felguera, Asturias. Doctor en Psicología por la Universidad de Oviedo, desde los veinticinco años ha trabajado en departamentos de Recursos Humanos. Además, ha sido profesor asociado en la Universidad de Oviedo. En la actualidad es Director de Organización y Recursos Humanos de una empresa española. Ha publicado numerosos artículos sobre Recursos Humanos en revistas y prensa especializada.