
El ser humano siempre ha intentado encontrar respuestas ante los acontecimientos de la naturaleza y las cuestiones racionales, incluso sobre las que superan su propio conocimiento. Tales razonamientos empezaron a dar rienda suelta en su imaginación a la mitología, dando origen al antropomorfismo que atribuye cualidades y formas humanas a divinidades y supuestos seres o espíritus superiores al hombre, cuyas limitaciones de la propia razón no le permitían dar una respuesta racional y suficiente a las cuestiones que le transcienden. El hombre, en su finitud, se ha imaginado a dioses o un ser supremo infinito con los atributos humanos elevados a la máxima potencia. Según Jenófanes (S. VI a.C.), «si los bueyes o leones pudieran imaginar dioses los representarían bajo el aspecto de bueyes o leones, del mismo modo que los hombres crearon dioses a su imagen como producto de la imaginación humana». En definitiva, se observa que el ser humano ha usado su inteligencia para razonar sobre las cuestiones científicas o experimentales. También acerca de las ciencias lógicas y matemáticas, filosóficas y metafísicas e incluso las cuestiones transcendentales que superan los límites de la razón.
Juan Cardona Torres. Natural de Palma de Mallorca, es doctor en Derecho y un amante de la sabiduría y la certeza. Pertenece al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado y colabora como articulista en los diarios El Mundo, El Imparcial y La Ley.
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