Valladolid, 1980.Profesor de Lengua Castellana y Literatura en el IES Las Salinas de Laguna de Duero, es autor de más de veinte libros, tanto de narrativa como de lírica y teatro. Dos de ellos: Égloga del Órbigo y otros poemas Exequias castellanas han sido seleccionados en 2022 y 2023 entre los doce mejores poemarios en español por la Asociación de Editores de Poesía. Recientemente, su obra Danzas fue galardonada con el IX Premio Internacional de Poesía Álvaro de Tarfe, 2024.

   Soy un profesor de Lengua y Literatura de Valladolid, sin nada extraordinario que contar, con una vida gris y aburrida. Soltero, cuarentón, un poco decadente. Altote y anchote como un leonés, poeta con una pizca de prestigio pero escasa difusión. No noto en mi vida cotidiana que yo sea un escritor, aunque bueno, con más de treinta libros publicados digo yo que ya se puede decir que también soy escritor. No lo noto porque me espantan las ferias, presentaciones, esos lugares donde se arrejunta la gentuza culta. Los soporto mal. Hay demasiada tontería amontonada y me indigesto. En serio, es por salud. Habrá algo de deformación profesional en ello. Soy profesor de Secundaria, al fin y al cabo. Tiene uno sus límites. “De los cuarenta para arriba, no te mojes la barriga”.

   Supongo que no siempre ha sido así, lo de gris y aburrido; he hecho un millón de piruetas en mi vida y muchas de ellas muy originales, pero hoy en día no les encuentro demasiado interés. He viajado mucho, me han sucedido barbaridad de cosas, pocas buenas y bastantes más malas. Pero sin exagerar, sigo más o menos vivo. Siempre utilizo las mismas fotos, aunque se van quedando antiguas, porque ahora tengo media cara destrozada y me da vergüenza. He sido a veces bueno y a veces malo, y ambas cosas al por mayor. Pero insisto, no leería mi biografía. Tal vez haya leído demasiadas. Quizá sea por mi carácter, soy poco impresionable; tanto mi vida como la de los demás me parecen bastante triviales. Ni soy feliz ni me apetece, como casi todo el mundo. 

Aficiones: No tengo aficiones. El arte y el conocimiento no son mis aficiones, sino mi profesión y mi manera de vivir. Sólo me dedico a eso, y básicamente siempre ha sido así. Divertirse es una estupidez, no me divierte. La vida es algo radicalmente serio. El placer estético es de orden intelectual y espiritual, valga la rebuznancia, y no admite aficionados.

Rasgo más sobresaliente de tu personalidad: Soy normalmente callado y escuchador. Sólo hablo, y mucho, para impartir clases. Fuera del ámbito académico, sólo dirijo la palabra a tres o cuatro personas. De joven era patológicamente tímido, pero ya no. Ser tímido conlleva demasiado esfuerzo, ya no estoy para esos trotes. Si hoy soy callado, no es por timidez, sino por urbanidad y por simplificar. Sería demasiado cascarrabias. Yo diría que soy una persona sincera sin nada que decir ni confesar. Pero respeto totalmente al prójimo, ¿eh?, a menudo brutalmente, y disfruto y aprendo de la grata compañía. Parafraseando doctrina: hay que amar al pecador, pero odiar el pecado.

Cuéntanos por qué decidiste ser escritor/a: Me salió solo durante la niñez y la primera adolescencia. A los trece o catorce años ya sabía que sería profesor de Literatura en Secundaria y escritor, y lo soy. Siempre lo he sido. Nunca quise ser profesor universitario. Tenía motivos y conforme van pasando los años más convencido estoy de que acerté.

   Hasta casi los cuarenta no me dio por publicar nada, pero siempre he escrito. A los treinta y dos libros publicados, en realidad, habría que sumar otros veinte o treinta. No creo que vuelva a leer ni a visitar ninguno, pero están por ahí guardados en alguna parte.

Autores preferidos y por qué: ¡Habría que nombrar tantos! Hoy por hoy, me parece que debo de ser una de las pocas personas que podrían decir que han leído por toneladas sin mentir. Es decir, soy completamente conocedor de cuánto exagera todo quisqui y por qué. A menudo, me toca contener la risa. A veces siento ternura, a veces lástima, con frecuencia cierta frustración. Pero se me pasa rápido. ¡Qué mala es la gente en Matemáticas!, ¿verdad? A otros les pasa lo mismo con follar.

Portada de El libro de las penitencias
El libro de las penitencias Colección Verso y color

   Hoy voy a enfocar la pregunta desde un punto de vista un pelín diferente: Shakespeare y Cervantes son los mejores escritores de todos los tiempos. Todo el mundo lo sabe y es por algo. Hay un halo, un efecto de santidad, en sus obras, y no es por casualidad.

Tu obra favorita de otro autor: Ya he dicho en alguna parte que la obra de Rimbaud tuvo un efecto galvanizador en mi adolescencia. Durante varios años Beckett y Cioran, Trakl y Celan, me tuvieron seducido, y me parece bien. Es algo admirable. Son mis lecturas cotidianas de los 15 o 16 años. A los 20 ya lo había leído “todo”, y no sólo de literatura. Pero si hay que destacar sólo un libro, el mayor monumento literario jamás escrito es el Quijote, sin duda. Es una obra que existe casi como un milagro. La lástima es que no es fácil reunir fuerzas y ambición para leerlo, y menos si ya lo has hecho tres veces. Probablemente muera sin volver a hacerlo. Lo he leído “todo”, o sea, me faltan un montón de cosas por leer, demasiadas. El Quijote sigue esperándome y el tiempo pasa.

Tu obra favorita de las que has escrito: No sabría decir. Entre mis poemarios quizá La mandolina o La última seducción sean los mejores, pero tengo la impresión de que son en conjunto bastante homogéneos. Destacaría ésos porque no recuerdo que tengan ningún poema que considere malo, y los demás sí. Los primeros poemarios son los más torpes, claro. Todavía me estoy descubriendo como poeta. Durante casi toda mi vida fui prosista.  

Tu estilo literario: Yo escribo de todo, épico, lírico y dramático, y si no escribo ensayos es porque no tengo tiempo para el sistematismo requerido. Mi prosa es muy densa, así que el problema es que hoy en día apenas tiene lectores potenciales. Por eso llevo un par de años escribiendo en verso, donde la densidad forma parte de las expectativas. Desgraciadamente, el lector de esta generación apenas es capaz de leer libros adultos. El 90% no puede, el 10% no quiere y el 99%, simplemente, no lo hace. Lo deja para cuando sea mayor. 

   ¿Qué tipo de poesía escribo? Poesía. La mayor parte de los poetas en activo están convencidos de que ellos también escriben poesía. Están en un error. Un lamentable y dañino error.

Una cita de un autor que te guste: Viditque Deus cuncta quae fecerat, et erant valde bona. Et factum est vespere et mane, dies sextus. (Gen 1:31).

Obra en la que te encuentras trabajando en la actualidad: Lírica, una obra de teatro sobre el motín de El Escorial, una novela corta titulada Las doce esclavas

Algo sobre tu manera de entender este mundo: No hace falta entender este mundo. El conocimiento no va de eso. El conocimiento va de la verdad, y eso es sencillísimo. Hasta los niños saben. Todos los seres humanos saben diferenciar el bien del mal y que no deben mentir. En la mayoría de los casos, para su desgracia.

Tus proyectos inmediatos: Continuar mejorando como escritor, por supuesto. Y nada más.

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