Autora del poemario Otros infiernos, otros diferentes.

Boltaña, Huesca, 1947. Licenciada en Biología por la Universidad de Salamanca, actualmente residente en la localidad de Ibiza.

Si esto llega a poder leerse, tendré 77 años cuando suceda. Toda una vida demasiado larga para un relato de una página siendo que además, como narradora, no soy amante de airear los detalles de mi biografía.

Nací entre montañas en un pueblo pequeño del Pirineo aragonés pero resido desde hace años en Ibiza. Fue allí, en el Pirineo donde viví la infancia y adolescencia. Después pasé a la Universidad de Salamanca donde me licencié en Ciencias Biológicas. Acabé fijando mi residencia en esta isla tras años de viajar sin rumbo fijo, solo el placer de viajar marcaba las metas en aquella etapa de mi vida. Ese es en resumen mi trayectoria o, al menos, la parte que no tengo inconveniente en contar.

Soy lectora.  No sé si empedernida o no pero tengo debilidad por los libros, revistas, periódicos y hasta folletos publicitarios tanto en papel como en formato digital y en cualquier lugar que me encuentre , mi madre también lo era…No se puede negar que el amor a los libros es contagioso. Y amo la música, sobre todo cuando acompaña a los poemas. La música y la palabra unidas son, en mi opinión, un instrumento capaz de hacer temblar un corazón de hielo.

No he vivido para a música ni de la música pero si con ella siempre, con ella y con la poesía he enfrentado mis momentos más críticos y más felices , ha sido el combustible de mis viajes y es hoy día el brazo en que me apoyo en el duro camino hacia mi vejez y mi deterioro, un camino tan duro y previsible como inevitable.

En realidad, no sé exactamente en qué consiste ser escritor o escritora. Siempre he escrito y he ido guardando cosas pero por falta de tiempo, sin dedicación absoluta a ello. Casi diría que ha sido para mí una forma de evasión de la realidad en un intento de compartir mi rechazo ese conjunto de acciones estúpidas que me rodean y que a veces me molestan lo suficiente como para intentar descifrar sus motivaciones últimas aún sin llegar a entenderlas, por supuesto. Como buena Libra, las dudas sobre lo que debería creer siempre me han acompañado y acabo sin creer nada.

A veces hay obras que te llaman la atención y las lees una y otra vez. No tienen o yo no recuerdo frases de esas que salen siempre hoy en las redes, sueltas y fuera de contexto aunque hermosas, pero con su lectura comunican algo que contacta contigo. Yo recuerdo una, “Firmim”, una narración corta que me dejó huella. Otra fue “Que vivan los animales”, “El vuelo del águila” “Adiós cordera” “Hojas de hierba” …si sigo buscando en mi memoria no acabo. Pero como escritora en el conjunto de su creación,  sobre todo la obra de Marguerite Yourcenar en narrativa o, en el terreno de la poesía, Kaváfis, el poeta cuya obra me ha acompañado desde hace años y a la que me he acercado cuando he necesitado una voz que me acompañara. De hecho, he tenido un café concierto que se llamó “ÍTAKA” en el que siempre, además de la música estuvo presente su espíritu.

No puedo calificar mi estilo literario. Hago sobre todo poesía para compartir la desazón que me provoca la realidad del día a día. Intento entender como animal humano,  las ideas que inspirar su sinrazón porque no me gusta pertenecer a una especie que ha hecho del mundo el campo de batalla de su instinto depredador ,el más refinadamente cruel de todas las especies que pueblan el planeta. Quiero creer que hay otros mundos posibles y tal vez, la poesía sea mi forma de acercarme a ellos.

Y ahora, al final de todo ya, estoy trabajando en un nuevo poemario sobre este tiempo de espera, sobre como la muerte se va llevando nuestros amigos y sus sueños hacia ninguna parte y como en esta espera tan inevitable como dolorosa en su decadencia, la certeza de saber que nos conduce a nada me acompaña . Un espacio de tiempo perturbador e incierto con un final vacío.

A este último dedico el tiempo ahora, cuando la música me da un descanso. Antes publiqué un poemario dando vueltas a la crueldad que ha ido erosionando la ternura, “Otros infiernos, otros diferentes” y antes de ello una novela breve sobre la ficción de dos mundos que conviven sin conocer cada uno la existencia del otro y nacidos ambos de la necesidad de borrar la memoria de la crueldad en una nueva sociedad humana. “Después del hambre”

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