Soy una mujer berciana, de Ponferrada, del año que nací 1961, a la que le gusta su lugar de origen. Mi vida la vengo contando en los libros que escribo pues son retazos de mi vida personal y de mi forma de entender el mundo, mi forma de pensar.

Me gusta trabajar y estudiar, en lo primero ayudo a mi hijo en un proyecto agrícola que tiene y en lo segundo, concluyo mi carrera de filosofía que dejé inconclusa cuando me casé, hace muchos años. Actualmente estoy soltera pero feliz, por lo menos relativamente feliz para no ponerme seria y discurrir ahora si la felicidad existe.

Aficiones, todas las buenas de la vida y una de las más placenteras y satisfactorias es la de pasear con mis amigas por el monte, también es la más económica.

Me caracterizo por ser una persona que rara vez se da por vencida. “Cabezona” lo llamaba mi madre, yo diría que persistente pues si tengo la razón, persisto en el tiempo, a menos que se a un camino sin salida, entonces me digo: “No voy a luchar contra los elementos” y repliego, me vuelvo atrás o desisto, pero no gasto fuerzas.

Siempre me ha gustado la literatura, leer porque escribir lo veía muy difícil. En la juventud escribía poesía pues me era lo más fácil y pensaba que un libro es muy difícil de escribir, una de las razones es la que siempre me ronda “¿De qué escribo?” De joven no tenía material para ello, por decirlo así, porque me gusta escribir acerca de lo que conozco, aunque también escribo ficción, pero desde un punto de vista intimista, creo yo, pues lo que tengo, a día de hoy, son algunos conocimientos de mí misma -mi trabajo y esfuerzo me ha costado- y algún puñado de años vividos.

Escribir es plasmar un volcán interno, dirigir un caudal de ideas y, sobre todo, una gran satisfacción.

Me apasiona la picaresca española; “El buscón” es el libro que me fascina, el cuál no me importa releer porque creo que es una obra muy completa, y sobre todo fácil de leer y muy amena, dos cosas que a mí me gustan sobremanera, pero a la hora de quedarme con una cita escojo la de la Celestina que viene a decir que el Hombre quiere más. Y dice así: “El niño desea ser mozo, y el mozo viejo, y el viejo más, aunque con dolor”

Me gusta escribir, en estos momentos estoy con una obra de ficción que me va a resultar ambiciosa, la cuál deseo acabar y espero que me publiquen, aunque todavía queda mucho tiempo pues estoy con el comienzo. El concepto de esta obra, con lo que me quedaría de ella es que la duda, aunque todos sabemos que no siempre, no es buena. Porque el mundo, la vida está para eso, para vivirla, en la medida que podamos y nos venga a la mano, en el camino, nos venga dado, y ya que estoy metida en harina, con cuatro libros escritos, son pocos, pero creo que son los suficientes para pasar la prueba y decir que estoy en este camino, lo que me interesa, lo que realmente me gustaría es que mi obra se lea. Sea querida, que guste y se entienda.

Para eso estoy en la editorial adecuada. Diría que “me vino a mano” pues creo en el destino, con todos sus matices, dudas o imprecisiones. Y estoy en ella encantada pues respetan mi espacio vital y lo que es digno de tener en cuenta es que tienen en cuenta mis intereses, incluso en detrimento de los suyos, por ejemplo; las galeradas se me hacen insufribles, pero lo que le importa a mi editor soy yo, es mi bienestar y no su propio beneficio. En este libro “….divagaciones”, que estoy en galeradas y que le interesaba muchísimo a mi editor, me ha animado mucho a seguir para adelante, llevo un año con las galeradas, interrumpiéndolas incluso, y ellos, Adarve, no me han presionada ni un solo momento. Estas cosas yo las aprecio muchísimo.

He vertido un poquito de mí en estas líneas que espero sean interesantes. Con mucho agradecimiento por mi parte, un saludo.