Resido en Madrid, tengo 68 años y estoy casado desde hace casi 40 años con una súper mujer que se llama Lupe. Tenemos una hija y dos nietas preciosas.

Nací en Madrid. De joven fui bastante deportista y estudié ingeniería naval. Mi vida profesional se ha desarrollado principalmente en el mundo de la industria y de la empresa. Durante casi veinte años tuve también la oportunidad de compartir mi experiencia profesional con los estudiantes de ICAI. El contacto con la gente joven me gustaba mucho, pero ellos se relevaban cada año, por lo que mis alumnos seguían igual de jóvenes pero yo no. Ahora ya estoy jubilado lo que me permite ser el dueño de mi tiempo, que es lo más valioso que tengo. Ser dueño de tu tiempo es una gran responsabilidad porque hay que tener la madurez suficiente para elegir bien y no desperdiciarlo.

Aficiones: Mi afición más relevante es navegar en mi velero. No me considero un lobo de mar, pero me manejo lo suficientemente bien para disfrutar del barco y del mar con seguridad. Navegar me aporta muchas satisfacciones: vida al aire libre y también profundizar en la amistad con mis amigos. La vida en un barquito de vela es muy intensa y las personas se llegan a conocer muchísimo mejor.

Rasgo más sobresaliente de tu personalidad: Vivo un poco «en mi mundo» y soy un poco reservado. Tengo un sentido del humor bastante irónico. Aparte de eso, tengo montones de defectos pero mejor que los descubran los demás.

Cuéntanos por qué decidiste ser escritor: Bueno, yo he escrito solo una novela y no sé si eso ya supone que «sea escritor». Lo que sí es cierto es que cuando me propuse escribir esa novela tuve dos motivaciones claras. La primera es recordar algunos sucesos del siglo XX de una manera amena. La segunda motivación creo que es la más importante. Mi objetivo era que los lectores reflexionaran sobre esos hechos históricos para evitar que los más jóvenes hagan posicionamientos superficiales y simples.

Debo confesar que he disfrutado mucho escribiendo «La colimba de los leones» y cada vez que alguien me dice que le ha gustado, doy por muy bien empleadas el montón de horas que dediqué. Así que me he animado y estoy con mi segunda novela.

Autores preferidos y por qué: De los autores que he leído, hay dos que me parecen particularmente interesantes: Galdós y Blasco Ibáñez. Probablemente Galdós es el mejor novelista del XIX. Gracias a él, la gente llana sabemos cómo vivieron nuestros abuelos los grandes acontecimientos históricos. Blasco Ibáñez supo escribir grandes novelas que describían acontecimientos históricos cuando todavía estaban muy recientes. Por ejemplo, «Los cuatro jinetes del Apocalipsis» describe los antecedentes y el comienzo de la primera guerra mundial con una perspectiva que parece actual, ¡pero la escribió en 1916!; en Mare Nostrum describe la guerra de los submarinos alemanes de manera fiel,  ¡y la escribió en 1918!  ¿Qué quiero decir con esto? Supongamos que un novelista se propone hoy escribir una novela centrada en la guerra de Ucrania. Naturalmente, puede irse a Ucrania y contactar con la gente. También puede (y debe) documentarse adecuadamente. Al estar sobre el terreno puede escribir «solo una crónica de guerra» muy detallada pero que no capte las consecuencias que puede tener para el futuro de Europa. Esto solo se puede percibir con la perspectiva de los años. Es algo así como el recluta que se despidió de su madre diciendo: «adiós Mamá, me voy a la guerra de los 100 años que empezó ayer».

Tu obra favorita de otro autor: Entre las novelas que he leído últimamente me ha impresionado «El alma se apaga», de Lajos Zilahy. Trata de un húngaro que emigra a los Estados Unidos en los años veinte y poco a poco va perdiendo sus raíces culturales. Creo que cien años después incluso los que no hemos tenido la necesidad de emigrar, vamos perdiendo nuestras raíces poco a poco.

Tu obra favorita de las que has escrito: Esta pregunta es fácil. Hasta ahora solo he escrito una novela: La colimba de los leones. Lógicamente mis primeros lectores fueron mis amigos y familiares. Me decían cosas como: «no me imaginaba que fueras capaz de escribir algo así». Claro que si lo piensas bien, posiblemente tenían una imagen de mí como de un ingeniero cuadriculado, medio robotizado e incapaz de contar una historia humana.

Tu estilo literario: La colimba de los leones  es una novela que discurre en un marco histórico reciente. Por lo tanto creo que debe encuadrarse como una novela histórica. En esta novela aporto al lector  información sobre el contexto histórico y también reflexión sobre las circunstancias que condicionaron a los que lo vivieron. Esta combinación quiero mantenerla en la novela que tengo en el horno.

Una cita de un autor que te guste:Puestos a elegir una frase de un autor, elijo al mejor: Cervantes. Me gusta la frase que pone en boca de El Quijote:

«La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.»

Obra en la que te encuentras trabajando en la actualidad: Estoy escribiendo mi segunda novela. Mantiene el estilo histórico de La Colimba pero en un contexto muy distinto. Todavía está bastante verde y poco más puedo decir.

Algo sobre tu manera de entender este mundo: Pues aquí no sé qué decir. Cuando me consideré una persona suficientemente talludita y creí que ya había conseguido entender el mundo, me he dado cuenta de que el mundo no era como yo creía o quizás ha cambiado mucho últimamente. Posiblemente soy un ingenuo pero yo era de los que creían en la palabra de las personas y de que bastaba un apretón de manos para cerrar un acuerdo. Parece que eso está bastante pasado de moda. Todavía abrigo la esperanza de que el mundo en el que crezcan mis nietas vuelva a ser como yo lo recuerdo.

Tus proyectos inmediatos: En lo personal, disfrutar de mi familia y mis amigos. Cuando te acercas a los setenta, eres consciente de que cada día cuenta y que hay que aprovecharlo. Tengo dos nietas pequeñas y no quiero perderme ver cómo crecen.

En lo literario quiero terminar esta segunda novela antes de que acabe el año.